Con 35 máscaras en su vitrina, alrededor de 30 cabelleras
ganadas, un sinfín de campeonatos y una incalculable cantidad de triunfos, 'El
Hijo del Santo' cumplió 34 AÑOS como luchador profesional, teniendo como
mejor regalo el gusto intacto que mantiene por la lucha libre.
Como si fuera ayer, el heredero de la Leyenda de Plata,
símbolo de la cultura popular mexicana, recuerda el día en que su padre le dijo
que él sería el portador y continuador de su legado; noticia que le cambió la
vida drásticamente.
Aceptó la responsabilidad y a través de los años cumplió con
su misión al mantener al personaje vigente, arraigado en el gusto del público,
pero bajo su propio sello, encumbrándose en lo más alto del firmamento luchístico.
"El tiempo se pasa muy rápido, pero me da mucho orgullo
decirte que sigo subiéndome al ring con el mismo entusiasmo, nerviosismo y las
mismas ganas de agradar al público".
"Luché el fin de semana pasado en Oaxaca, así celebré
mi aniversario", dijo 'El Hijo del Santo', quien ha representado a la
lucha libre mexicana a toda América, Europa y Japón.
Siempre con la convicción de que hubiera triunfado de
comunicador al ser licenciado en Comunicación, el plateado ahora ve en su hijo
la satisfacción de haberle cumplido a su papá con la tercera generación del
famoso gladiador.
"La mayor ilusión de mi padre era que su personaje
no muriera en el ring. Sabía que como El Santo iba a ser inmortal en el cine,
pero luchísticamente quería que siguiera vivo en las arenas, por lo que ahora,
mi mayor obsequió es haber visto que mi hijo dio el paso", expresó.
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