viernes, 18 de julio de 2014

Fantasía o realidad en el Mundial 2014



Primera caída:
La experiencia de vivir el Mundial
Estimados amigos de RÉCORD, es un verdadero placer volver estar en contacto con ustedes después de la agradable experiencia de vivir el Mundial de Brasil 2014, cuya cobertura llegó a ustedes con la mejor y más oportuna información de los acontecimientos gracias al profesionalismo y al excelente trabajo de todos mis compañeros del mejor diario deportivo de México: RÉCORD.
Comprobamos una vez más que el fútbol logra unir a todo el mundo y aunque en cada país se vive diferente esta experiencia, prácticamente todos los habitantes de este planeta lo disfrutamos directa o indirectamente.
Obviamente los que tenemos la oportunidad de estar en el país sede vivimos dentro de una autentica fiesta. Aunque yo no asistí a Brasil, sí pude ir al de Sudáfrica 2010. Quizás 50 por ciento de los aficionados que asisten a los países sede son extranjeros y están de vacaciones, así que los hoteles, las calles, las playas, la tiendas, museos, puntos de interés, restaurantes y bares están repletos de visitantes día a día y todo es una gran fiesta.
Recuerdo que el primer Mundial que disfruté fue el de México 1970, cuando Juanito México (un simpático muñequito vestido de futbolista, panzón y con sombrero de charro) fue nuestra mascota y mi padre me lo regaló. Era del tamaño de la figurita de plástico de El Santo, pero mucho más ancho. Tuve la oportunidad de asistir al Estadio Azteca para ver jugar a nuestra Selección y recuerdo que me llevó Fito Bonales, un amigo de la familia e hijo de un gran luchador como lo fue Adolfo 'El Patrón' Bonales.
Fue una enorme emoción llegar por vez primera al Coloso de Santa Úrsula con mi Juanito México en una mano y mi Santo en la otra. Aún tengo muy claro como mi corazón latía debido a la emoción que sentía cuando vi por primera vez en persona a los futbolistas con los que crecí y disfruté este deporte cuando fui niño. En primer lugar a mi admirado y querido Enrique Borja, quien se convirtió en mi ídolo futbolístico gracias a su sencillez, carisma y amor a los niños. Fue por él y por mi padre que me aficioné desde entonces al equipo de los entonces 'Canarios' del América. Recuerdo también al Pichojos Pérez, al 'Kalimán' Guzmán, a Horacio López Salgado y al 'Cuate' Calderón, entre muchos más.
También recuerdo a Pique y el Mundial de México 1986, evento que disfruté y viví siendo ya luchador profesional. Tuve la oportunidad de ir a luchar a ciudades sedes como Guadalajara, León, Monterrey y Querétaro y todo era una gran fiesta, la arenas se abarrotaban de mexicanos y de extranjeros que aprovechaban su estancia en nuestro país para conocer y disfrutar el segundo deporte-espectáculo más popular de México, la Lucha Libre.

Segunda caída:
Verdad o mentira
Muchas personas me preguntan si creo que el fútbol está arreglado como la lucha libre, y para contestar este tipo de preguntas, hasta cierto grado ofensivas, debo tomar aire, contar hasta 10 y responder con la mayor serenidad lo siguiente:
Lamentablemente existen muchos pseudoluchadores y empresas que denigran la lucha libre y seguramente sus shows si están arreglados, pero para empezar, lo que ellos presentan no es lucha libre.
Si la lucha libre estuviera arreglada yo tendría en mis vitrinas las máscaras de Fishman, del Villano Tercero, de Blue Panther y hasta la máscara de Canek o las cabelleras del Perro Aguayo padre y de Carmelo Reyes 100 Caras, pero como mis luchas no están compradas, ni arregladas, jamás hubiera aceptado una lucha de apuesta contra estos grandes luchadores y verdaderos rudos que seguramente me hubieran desenmascarado.
Si la lucha estuviera arreglada y no existieran los golpes verdaderos, yo no estaría lesionado de la columna vertebral y en este momento estaría luchando, y de igual manera Pierroth Jr. y Rey Misterio estarían activos y no en una silla de ruedas.
Sí el fútbol estuviera arreglado, nuestra Selección mexicana hubiera llegado mínimo a Cuartos de Final y Brasil no hubiera sufrido esa humillante derrota de 7-1 ante Alemania en su propia casa. Lo que tenemos que hacer es ver y aceptar las cosas y regresar a nuestra realidad para aprender a poner los pies sobre la tierra.
Debemos aceptar y darnos cuenta de que aún nos falta mucho para saber trabajar en equipo, no estamos preparados para lograrlo y un claro ejemplo de ello es ver que todos los deportistas que han logrado destacar, y se han ganado el reconocimiento del mundo como mexicanos en lo que hacen y lo han logrado de manera individual, son Fernando 'El Toro' Valenzuela, Julio César Chávez, Lorena Ochoa, Ana Gabriela Guevara, así como los recientes triunfos de exitosas jóvenes como Paola Longoria, Samantha Salas y Briseida Acosta.
También debemos recordar y felicitar a la Selección Mexicana de Futbol Sub 17, la cual nos ha representado y ha alcanzado este sueño de ganar la gloria en 2005 y 2011 y romper este hechizo.
Lamentablemente, también debemos aceptar que en nuestro país sus triunfos no son tomados en cuenta como todos ellos lo merecen.

Tercera caída:
Nuestra realidad
Con todo el cariño y la hermandad que como mexicano siento por los integrantes que han desfilado en la historia de nuestro futbol, debo decir y aceptar que a nuestros futbolistas les falta una mentalidad más optimista y creer más en ellos. Van por muy buen camino y considero que Miguel Herrera es quien más cree en la posibilidad de llegar a Cuartos de Final e, incluso, a la Final en el próximo Mundial.
Esta mentalidad existe de manera individual y sólo en los que han creído en sí mismos y que han triunfado en el extranjero, como Hugo Sánchez y Rafa Márquez, por mencionar sólo a ellos dos.
Un ejemplo similar al de muchos futbolistas es el caso de Sin Cara (antes Místico) ¿ y hoy ? (ya no sé ni cómo se llama), quien tuvo el mundo en sus manos cuando vivió la gran oportunidad de estar en la empresa más importante de Estados Unidos, la WWE, cobijado por Triple H, un luchador que pesa bastante dentro de esta empresa y que seguramente se debe sentir muy decepcionado por el desinterés y la mediocridad que mostró el ex Sin Cara, quien desde mi punto de vista, le tuvo miedo al éxito y al compromiso que implica ser una estrella mundial. Caso contrario a los de Rey Misterio Jr. y Alberto del Río.
Hoy, este aún joven luchador ha demostrado que también le tiene miedo a la libertad y se ha refugiado en la peor y más denigrante de las empresas, como lo es Triple A, para ser ahí un luchador más. Lo más importante es que debemos de ser optimistas y pensar siempre positivo, pero también ser conscientes y aceptar que nuestra realidad es otra y se requiere de trabajo y esfuerzo.
Deberán pasar cuatro años para poder ver a nuestra selección alcanzar el sueño de ser finalistas en un Campeonato Mundial de fútbol. A pesar de que no soy un analista ni un soy un experto en futbol, ni en liguillas nacionales o torneos internacionales, debo reconocer que esta selección unificó como no se hacía hace muchísimos años a una población, a un país que vibró al máximo con sus partidos; que se emocionó con cada atajada de Guillermo Ochoa; que vibró con un joven valor a quienes pocos conocían, y hablo del Gallito Vázquez. Una nación que gritó de emoción con cada uno de los disparos de Giovani Dos Santos, de Oribe Peralta y que celebró cada una de las características reacciones del Piojo Herrera, que incluso, fueron encabezados en la prensa internacional. En conclusión, la Selección nos hizo vibrar y ver que cuando los mexicanos queremos, podemos, por lo cual espero que haya una continuidad con este equipo de trabajo en miras al Mundial de Rusia 2018, que se dejen a un lado intereses de toda índole y se ponga en primer lugar a los aficionados quienes, dicho sea de paso, demostraron ser los mejores seguidores de cualquier Selección, lo que fue un tanque de oxigeno para nuestros jugadores.
Hoy que nuestro país esta ávido de buenas noticias yo los invito a que tengamos fe en nosotros mismos y a que demostremos una vez más que somos capaces de superar cualquier adversidad. ¿Por qué no soñar con que nuestra Selección pueda obtener un Campeonato Mundial? Esto, aunque muchas opiniones internacionales digan que nos falta mucho para tener el nivel, yo les recuerdo que ya fuimos campeones mundiales olímpicos en futbol y con varios de nuestros jugadores que hoy visten la playera tricolor.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.

Por: El Hijo del Santo

No hay comentarios:

Publicar un comentario