viernes, 25 de julio de 2014

Con el óleo A dos de tres caídas, Manuel de Cisneros mezcla el arte y lucha libre



Como un homenaje a su infancia y como una muestra de que el arte puede mezclarse de manera afortunada con la cultura popular, sobre todo con un deporte que tiene gran arraigo en México, el artista oaxaqueño Manuel de Cisneros donó a la Arena Puebla el óleo de gran formato “A dos de tres caídas” que desde la noche del lunes se exhibe en dicho local.

El regalo forma parte de la exposición pictórica homónima con la cual el Consejo Mundial de Lucha Libre y la Galería Cero, que coordina Mary Vázquez, celebraron 61 años de lucha libre en Puebla.
En el local ubicado en la 13 Oriente número 402, el oaxaqueño Manuel de Cisneros expuso una serie creada exclusivamente para el festejo, que integra acrílicos de pequeño formato en los que se mezcla el grabado y el dibujo al grafito, y en donde aparecen retratadas la fuerza, las llaves y las contrallaves, los personajes y las máscaras que forman parte del mundo de la lucha libre mexicana.

“Los hermanos Shadow”, “El príncipe maya”, “El manotas”, “Los Titanes” y por supuesto “El Santo” y “Blue demon”, son algunos de los luchadores que formaron parte de la infancia del pintor, que ahora se ven reflejados en la muestra.

“Desde muy chico en mi ciudad –Oaxaca– experimenté lo que era estar cerca de la lucha libre, por lo menos desde el cine, con las matinés en la que pasaban una serie de películas que tenían a El Santo como protagonista”, recordó el artista.

Dijo que esa afición siguió creciendo, ya de adolescente, cuando conoció el deporte y la dificultad y disciplina que existe en los atletas que lo practican.

Agregó que durante su formación y durante la realización de diversos proyectos, siempre existieron las ganas por hacer algo sobre el tema de manera artística.

“Fue hace unos seis años cuando me vinieron las ideas para hacer algo sobre la lucha libre, partiendo de interpretaciones estéticas. Entonces, hice una serie de 10 pinturas que compartí con Mary Vázquez, quien se encargó de hacer las gestiones para exponer hoy en la Arena Puebla”, contó Manuel de Cisneros.

El artista  señaló que en conjunto, lo que aporta la cultura popular desde el cine, la artesanía y lo visual, más el deporte en sí, la lucha libre mexicana es uno de los símbolos de la llamada “identidad nacional”, en la cual los luchadores funcionan como “héroes” con máscara.
Estos héroes, prosiguió, no son como “Supermán”, pues no usan capa ni vuelan, pero sí se enfrentan contra la maldad en el ring, “y te hacen creer que existe alguien con una fuerza desmedida que te puede proteger”.

Sobre su donación a los aficionados de la lucha libre en Puebla, Manuel de Cisneros dijo que se trata de una forma de pensar particular, con la que propone que el arte puede alejarse del mercado y de la industria cultural que existe a su alrededor, para acercarse a otros tipo de público y de espectadores como es el caso de los asistentes a la Arena Puebla, entre los que se contaban menores de edad.
De igual forma, De Cisneros dijo que es necesario que el arte salga de las galerías y de los museos que dan un halo de formalidad y seriedad a las piezas.

Según el Consejo Mundial de Lucha Libre la lucha libre se gestó un 21 de septiembre de 1933. Salvador Lutteroth González, hombre que fue jefe de la Escolta del General Álvaro Obregón, creó la empresa y se asoció con Francisco Ahumada para iniciar uno de los espectáculos más representativos de la cultura popular.

La Arena Puebla abrió sus puertas el 18 de julio de 1953 con “El Santo, el enmascarado de plata”, quien estuvo acompañado por Cavernario Galindo y El Verdugo, para enfrentarse contra Tarzán López, Enrique Llanes y Black Shadow.

Cortesía: Paula Carrizosa y http://www.lajornadadeoriente.com.mx

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