lunes, 28 de noviembre de 2016

INMORTALES SIN MÁSCARA | RENÉ GUAJARDO

El rudo perfecto, El Rey Moro, el que vale oro





Manuel Guajardo Mejorado nació el 4 de enero de 1933 en Villa Mainero, Tamaulipas, donde vivió hasta los 5 años de edad, ya que después se instaló en Mac Allen, Texas, junto a sus padres y más tarde se fue a radicar a Monterrey.
A los 14 años alternó su trabajo con el box y entró al Centro Mercantil Mutualista de Monterrey. El deporte le gustó tanto que se animó a viajar a la capital con Henry Pilusso, un amigo que conoció en el gimnasio.
Hubo un momento en su vida que hizo que se dedicara definitivamente a la lucha libre: su primera función en vivo. Ese momento ocasionó que apenas a los 16 años, en Monterrey, comenzara a entrenar con Chema López, un luchador local aunque, quien lo formó luchísticamente fue Rolando Vera.
Además de Vera, otro personaje que influyó en su estilo y carrera fue el profesor Gonzalo Avendaño, quien pulió y mejoró su estilo. Ya en el Distrito Federal hizo su debut el viernes 8 de octubre de 1954 en la Arena Coliseo, frente a Sugi Sito. Antes había hecho campaña en Monterrey, Durango y Torreón para foguearse.
Tiempo después enfrentó a Oso Negro, quien le dio una golpiza y no conforme con ello, le dedicó una frase que lejos de achicarlo, lo motivo: “Te falta mucho, niño”. Ya como René Guajardo fue elegido el novato del año en 1955 y luchó sus primeros 3 años como técnico pero en 1957, por recomendaciones de Karloff Lagarde, se volvió rudo.
Estuvo presente en la inauguración de la Arena Coliseo Regiomontana, un gran semillero, tanto en lucha libre como en boxeo, el domingo 23 de octubre de 1955. Ahí compartió el cartel con El Santo, quien enfrentó a Tarzán López y René se vio las caras con Ray Plata.
Por méritos propios ganó la oportunidad de ir por el Campeonato Mundial Medio frente a Rolando Vera, a quién derrotó el 13 de octubre de 1960, en la Sultana del Norte, en un encuentro lleno de dramatismo y técnica.
El combate tuvo al respetable de pie, emocionado, pero al final se impuso la juventud de Guajardo, el Rey Moro, como fue conocido por el color verde de sus ojos. René se hizo gran amigo de este cinturón, obteniéndolo seis veces en total, ante rivales de gran jerarquía, realizando notables defensas tanto con mexicanos como con extranjeros.
En su camino se topó con grandes enemigos y tuvo duelos de poder a poder. Aún se recuerda la forma como sometió a Ray Mendoza en un combate de cabelleras, el 20 de agosto de 1965, en la Arena México.
El 22 de junio 1967, obtuvo uno de los mayores triunfos de su carrera al vencer a El Santo, en una lucha por el Título Nacional de Peso Medio. Esa victoria fue una verdadera hazaña, pues El Enmascarado de Plata había retenido ese título durante casi cuatro años.

En la Arena México desenmascaró al Halcón de Oro (José Fica), El Tarzán chileno, el viernes 15 de marzo de 1968. Lamentablemente para René, El Santo no olvidó la derrota ante él y le quitó su cabellera.
En el Palacio de los Deportes, René Guajardo ganó el Cetro Medio el miércoles 26 de noviembre de 1975 ante Aníbal, y el 31 de octubre de 1976, nuevamente lo gana, ahora a Gran Hamada,’ en Monterrey y rapó al ‘Perro’ Aguayo el 29 de junio de 1980 en el Palacio de los Deportes, en un memorable combate por lo dramático y sangriento.
Desde que rompió su relación con EMLL, Guajardo había estado promoviendo ‘La División del Norte’, utilizando el talento independiente para ofrecer espectáculos en el norte de México y particularmente en Monterrey, donde era desde hacía tiempo su base de operaciones. Esta promotora de lucha libre también dio su primera oportunidad a grandes gladiadores como Canek y Blue Panther.
Guajardo siguió apareciendo en las carteleras del Toreo de Cuatro Caminos de vez en cuando, hasta 1982 , lugar donde se retiró en silencio y sin una gran ceremonia. Aparte de los diferentes títulos que consiguió a lo largo de su carrera, algunos de los logros de René fue su nombramiento como el luchador del año en 1962, 1965 y 1975; pareja luchística del año con Lagarde en 1963 y 1965.
Fue un profesional y fuera de serie en la lucha libre, un ídolo extremadamente popular, un ícono del pancracio nacional. Por ello, además de luchador también fue actor, y estuvo presente en las filmografías La Furia Del Ring (1961), Tormenta En El Ring (1962), El Señor Tormenta (1962), El Asesino Invisible (1964), Los Endemoniados Del Ring (1964) y La Mano Que Aprieta (1964).
Por su característico peinado, dentro y fuera de los encordados fue apodado René El Copetes Guajardo. Murió el lunes 11 de mayo de 1992 víctima de cáncer de páncreas. Fue sepultado en el panteón Parque Funeral Guadalupe en Monterrey, Nuevo León.
Su hijo y nieto continuaron con esta herencia luchística.
Cortesía: http://www.aztecadeportes.com/

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