miércoles, 9 de noviembre de 2016

Máscaras que inventó el Cine de Luchadores: Parte I


Cine de LuchadoresBenito Movieposter



La primer camada de películas con las que se inventó prácticamente el Cine De Luchadores, llegó en el año de 1952: La Bestia Magnifica, de Chano Urueta; El Luchador Fenómeno”, de Fernando Cortés; El Enmascarado de Plata, de René Cardona (no confundir con el que luego sería el verdadero Plateado: Rodolfo Guzmán Huerta) y Huracán Ramírez, de Joselito Rodríguez.
Con lo anterior, el Cine de Luchadores se iba a dar cuenta de que se necesitarían mucho más héroes enmascarados aparte de los que, con el tiempo, se sumarían a un fenómeno de taquilla y popularidad, egresados directamente del ring.
Cine de Luchadores
Behance
Blue Demon, el segundo crédito histórico en el cine del pancracio, no iba a poder con el paquete, máxime que El Santo, debutaría seis años después del pizarraso inicial del 52, con la dupla cubana: Santo contra el Cerebro del Mal Santo Contra los Hombres Infernales, en donde al de Tulancingo, el más grande luchador del género, por poco le come el mandado su compadre y guionista Fernando Oses.
Luego sería uno de los hombres fundamentales del costalazo fílmico, al asumirse, según guión propio, como otro enmascarado: El Incógnito, de nacionalidad presumiblemente cubana (aunque de origen español) que auxiliaba en sus labores de investigación e impartición de justicia al de México.
Como dato curioso: El Santo casi no tiene ningún parlamento en dicho par de cintas. Simplemente se dedicaba a repartir candela y a impartir justicia conforme a derecho de fines de los años 50 en La Habana, casi coincidiendo con la llegada de los revolucionarios encabezados por Fidel y El Che.
Al ver los productores que las películas de luchadores tenían un gran impacto en la taquilla, con buenos dividendos, rápidos y presurosos comenzaron a inventar personajes enmascarados que tuvieron probada resonancia en un género fílmico que llevaba a las multitudes a las salas de cine.
Cine de Luchadores
YouTube
En 1954 surgió, inventada para el cine, la máscara de La Sombra Vengadora (que años después utilizaría con  algunas modificaciones el institucional de la lucha libre: El Rayo de Jalisco, senior).
Se trataba de un científico que ayudaba a unos colegas suyos a evitar la proliferación (¡en los años 50!) de las drogas sintéticas y, de paso, combatir a la nefasta organización de La Mano Negra, que quería no sólo la fórmula para producir drogas, sino contante y sonante.
Todavía es hora en que nadie se pone de acuerdo en quien podría haber sido, cinematográficamente, La Sombra, aunque las pistas apuntan a que se trataba de Armando Silvestre.
Dos películas, La Sombra Vengadora y La Sombra Vengadora Contra La Mano Negra, ambas dirigidas por Rafael Baledón, pondrían los cimientos: laboratorios de cartón piedra, máscaras de látex de los villanos y sabrosas tramas en un añorado México DF, que estrenaba el Viaducto, con pocos carros para transitarlo y no como ahora, que está de locos.
Después, sin decir: “Agua va” (y sin ninguna máquina del tiempo, que se sepa), La Sombra Vengadora, se iba a la época de mi general Francisco Villa y particularmente a la hacienda deLa Encarnación y sus alrededores, para meterse en una y mil broncas en entramados de balas, cabezas cortadas que hablan solas, centenarios de oro, y hasta la propia cabeza de Pancho Villa.
Dos películas y una misma máscara son testigo de ello: El Secreto de Pancho Villa y La Cabeza de Pancho Villa.
Revelaciones de Rafita Aviña, marcado de niño, por la capucha de La Sombra, revelan que bajo la tapa justiciera de éste, el que hacia el trabajo sucio era Fernando Oses, quien a veces se turnaba la máscara con un grande de la lucha libre, Eduardo Bonada, para las escenas de acción que, dicho sea de paso, son magníficas y muy emocionantes.
Los carteles y las lobby cards de las películas, valen hoy entre los coleccionistas una millonada. El original de la primera película de La Sombra, anda en el orden de los 45 mil pesos.

Continuará…

Por: Pepe Návar.


Cortesía:  http://www.actualmx.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario