lunes, 20 de junio de 2016

Caronte, de Alfonso Ruiz


¿Cuál es el riesgo de hacer un cómic cuyo peso recaiga en un solo personaje? Simple: lo tienes que hacer muy sólido. Tiene que tener toda una psicología detrás para que el lector sepa con quién está tratando. El personaje existe en la mente del autor pero eso no significa necesariamente que el lector la sepa.

La manera de hacer esto es a través de los diálogos y de las actitudes del personaje: la manera en que se para o reacciona. Pequeños guiños en su mirada o en sus gestos. ¿Qué hacer cuando el personaje es un enmascarado? Oh dilema: hay que poner mucha más atención en el guión.


El cómic Caronte, de Alfonso Ruiz, lleva los elementos del cine de luchadores a un cómic de 24 páginas en blanco y negro. Los elementos están ahí: un luchador enmascarado que recuerda mucho a las películas del Santo, con cuello de tortuga y chaqueta. Seres sobrenaturales, mucha acción y una sidekick misteriosa llamada Scarlett. Aparece y desaparece en la sombras lo que nos hace pensar que su origen debe ser dramático.

Caronte es, además, detective. Lucha contra fuerzas sobrenaturales y tiene que resolver misterios. Cuando hay que entrarle a los madrazos lo hace a puño limpio, como buen atleta del pancracio. Persecuciones en autos antiguos, un miembro de la policía que es socio y buenas secuencias de acción. Sin embargo, algo le falta a Caronte…

Scarlett es por mucho el personaje más interesante, y merecería una serie para ella sola. Caronte llega a ser el luchador de fuerza bruta y que resuelve el problema. El manejo de pantallas y de entintado está buenísimo pero en cuestión de narrativa, sus monólogos son mejores que sus diálogos… y merecería una buena pulida en ortografía y estilo.

Aún así, este cómic tiene los elementos para que despunte. Salido de tierras queretanas, me encantaría ver otras historias del rudo luchador sobre todo porque Ruiz no es un novato en el medio. Su estudio Mental Soda publicó Leviathan, un cómic buenísimo. 

Caronte me quedó un poco a deber. Como si el réferi le contara la segunda palmada cuando tenía al contrincante con la espalda plana. Es un poco difícil encontrarlos en internet pero pueden tratar en el blog de Alfonso Ruiz, siguiendo este link.




 

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