lunes, 17 de noviembre de 2014

La representación del héroe: mujeres, luchadores y otros personajes en las películas del Santo

La representación del héroe: mujeres, luchadores y otros personajes en las películas del Santo

Autor: Delfín Romero Tapia
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Villahermosa, 2010, 187 págs.


La sacralidad de su nombre, el misticismo de su atuendo, la libertaria experiencia de la sobre-identificación en su figura, la valentía y la bondad de su vigorosa personalidad, la segura tranquilidad que implica su sola presencia… todo ello detrás de una máscara que significa el más grande hallazgo de la imaginaria especulación de un pueblo que encuentra en un héroe de carne y hueso la expresión más nítida (y surreal) de la seguridad y resguardo del ideal de la Justicia y el Bien: EL SANTO, EL ENMASCARADO DE PLATA.

La singularidad de la leyenda del Santo consiste en el hecho de haber sido vivida, es decir, que los rasgos característicos del héroe fueron experimentados de manera real por el pueblo mexicano (todas las personas que de una u otra forma se vieron y se han visto afectados por la particular presencia del Enmascarado de Plata), y por todos aquellos que aún sin ser mexicanos también pudieron apreciar la pompa y gloria de la realidad de un héroe encarnado detrás de una máscara que dibujó con su enigmática presencia la capacidad de representar los ideales más altos de la Justicia mediante su VIRTUD LUCHÍSTICA dentro y fuera del ring, a través de realidades concretas con las que intentaba dar fin a los problemas que aquejaban a los más débiles y, obviamente,  también a través de realidades fantásticas que –bajo distintos rostros- intentaban traer el imperio del mal mediante la sádica presencia de desalmados monstruos, muertos vivientes, anacrónicos tiranos (la legión nazi), científicos enloquecidos que usaban la ciencia para el dominio del mundo. En medio de aquella locura, solamente había alguien que en su condición humana “demasiado humana” podría luchar contra las legiones del mal. Ese alguien no es otro sino: EL SANTO, EL ENMASCARADO DE PLATA.

Delfín Romero Tapia, a través del libro La representación del héroe: mujeres, luchadores y otros personajes de las películas del Santo, lleva a cabo un sencillo y profundo análisis de éste encarecido personaje popular trayendo consigo un estilo tan original que no podríamos describir sino como: la APOLOGÍA DE UN ICONOCLASTA. Patricia Torres San Martín ha señalado con gran precisión el carácter agonístico que el propio autor, Romero Tapia, tuvo que enfrentar al indagar la naturaleza heroica de éste personaje que a través de una respetable y fundamentada descripción del cine en México (llevada a través de la  generalidad de los rasgos más característicos de los prototipos fundamentales del cine nacional clásico, cruzando por los matices generales que dieron lugar la experiencia cinematográfica de las más de 300 películas documentadas del llamado “género de luchadores” en México, llegando a las más de cincuenta películas filmadas con el personaje del Santo, hasta concluir con un valioso análisis de tres películas del Enmascarado de Plata que sirven de base para el desarrollo del análisis propuesto por el autor de éste libro),  tratándose así de un profundo y meticuloso texto en el que el autor del libro tuvo que enfrentar una laudable batalla, como si el arte de escribir se transformara en una especie de batalla campal, al hacer de ésta documentada reflexión un ejercicio de “desenmascaramiento de su propio superhéroe” con la intención de brindar suficiencia en la exigencia de la objetividad que merece un estudio como el que nos ofrece éste libro.

El Enmascarado de Plata sufre varias transformaciones hasta consolidar su imagen más acabada; dichas transformaciones podríamos tipificarlas como: el paso del hombre al héroe, la conversión de la anécdota a la leyenda, la configuración que va de la sencillez de Rudi Guzmán hasta alcanzar la gloria del Santo. La reflexión del Romero Tapia decidió concentrarse en la “figura del héroe” como elemento principal de análisis para brindarnos cuatro capítulos en los que se presentan fundamentalmente dos escenarios determinantes en la investigación: la representación del héroe (el Santo como una especie de “sobre-identificación” de la realidad con un mito) y la representación de la Mujer (la mujer en el cine del Santo, o la mujer expuesta desde la mirada del deseo masculino proyectada por la figura del Santo). Siguiendo éste orden, los cuatro capítulos que constituyen el texto describen los distintos momentos que encierran el universo de ésta contundente y amena reflexión: en primer lugar, aparece la vida, obra y milagros del Santo; en segundo lugar, la descripción general del cine de luchadores en México  como marco de referencia a lo que llamaríamos el camino iniciático de la leyenda viviente; posteriormente, la figura del Santo vista desde la consolidación y formas del camino hacia la gloria en la imagen del héroe; y finalmente, un sugerente acercamiento a una deconstrucción de la imagen de la mujer. Una verdadera odisea descrita por los colores del enigma detrás de la máscara de plata.

El objeto de estudio de éste análisis tiene como referente a la figura del Santo, exclusivamente a la figura constituida por su aspecto puramente cinematográfico, partiendo del rebasamiento de la figura del clásico héroe del cine en México (una imagen enunciada por el estereotipo del realismo sublimado del macho mexicano, propio de la época de la década de los 40 y 50), que avanza gradualmente hasta alcanzar una imagen que –sobrepasando la sublimación de la realidad- alcanza el nivel del mito. Ese es concretamente el objetivo: describir desde un “criticismo iconoclasta” la experiencia mítica del carácter del héroe encarnado en la figura del Enmascarado de Plata. La máscara del Santo no oculta un rostro, antes bien, expresa los múltiples nombres que la identidad de un héroe pudiese tener. Es así como el método nombrado “la jornada del héroe” sugerido por el renombrado exégeta Joseph Campbell, a través de su obra El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito, permite establecer un riguroso criterio de determinación clasificatorio para organizar las distintas fases que darán lugar a una radiografía de la identidad de éste enigma enmascarado, teniendo en las películas Santo contra el cerebro diabólico (1961), Operación 67 (1966) y Santo en la venganza de las mujeres vampiro (1970) el material del que se nutre esta mirada que adentrará al lector al espacio más íntimo que hicieron de éste gran personaje una enigmática leyenda.

Enfocado a dirigir toda su vida y sus propias fuerzas al servicio de las “causas nobles”, estos ideales llevan al Santo a encontrar su regla de acción en una serie de preceptos morales que parten de una ética regida por la idea de un bien que ha de luchar contra el mal por encima de cualquier circunstancia llevando consigo un código moral descrito en seis principios: no hacer el mal a nadie, nunca engañar a los semejantes, dedicarse en cuerpo y alma a defender a los débiles, castigar implacablemente la ley del mal, portar la máscara por diez años y jamás servirse de un arma para combatir a los enemigos. Seguir fielmente estos preceptos harían del Santo un ser implacablemente impecable, pero, nuestro héroe enmascarado, al final de cuentas, no sigue al pie de la letra estos preceptos y sin embargo eso no lo hace prescindir de su dignidad más profunda. El Santo se encuentra justo en el término medio que va de la santidad del personaje inalcanzable hasta la singularidad del héroe popular, que lo transforma en alguien tan común y corriente como a cualquiera de los mortales. Es lo que se llama la sobre-identificación del personaje: un héroe de carne y hueso que es a la vez un hombre y un santo… demasiado humano para ser un santo, demasiado bueno para ser real. Comienza el mito.

Finalmente, el texto desarrolla una reflexión de carácter posmoderno a través de la imagen de la mujer a partir de la configuración de la imagen heroica del Santo. Los distintos rostros de la mujer (vampiras, marcianas, mujeres lobo, científicas, amas de casa o simplemente señoras) no han de ser confundidos con la representación misma de la mujer, es decir, los distintos rostros de la mujer son los personajes en los que se encubre una identidad que tiene su razón de ser en El Santo, siendo esto que la mujer expresaría lo que en términos cuasi-psicoanalíticos se describe como: la Mirada de la mujer es el deseo masculino referido desde el escenario significativo del Santo. En su versión más radical se podría decir: la mujer, en el cine del Santo, no existe sino a través del significado radical que éste le otorga bajo el rostro de la imposible relación sentimental, la experiencia eterna de ser salvada o perdida, o simplemente, el principio del mal que funge un rol debilitador de la potencia de actuar en el Enmascarado de Plata. La mujer, un tema altamente provocativo.

La representación del héroe: mujeres, luchadores y otros personajes de las películas del Santo es un texto que observa con detenimiento la formación de la  identidad de un personaje que, a pesar de carecer de la conservación de la memoria cinematográfica en cada una de sus películas (en cada una de las películas El Santo se nos ofrece como un personaje completamente nuevo en el que no conserva un pasado narrativo sino solamente ético), manifiesta la continua sucesión de una serie de virtudes que lo transforman más que en una leyenda, en un mito. La apología de la imagen de un héroe encarnado hecha por un iconoclasta. La presentación de un personaje que comienza a ser referida a partir de la sublimación de sus virtudes hasta alcanzar de manera extraña una identificación aún más cercana a partir de sus defectos. Un libro provocador que de manera amena y muy bien documentada despierte vorazmente una curiosidad por echar de nuevo una mirada renovadora a las películas que construyeron la imagen del mito: EL SANTO, EL ENMASCARADO DE PLATA.

Mexicano. Maestro en Filosofía del Departamento de Filosofía, Centro Universitario de Ciencias sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Áreas de investigación: Filosofía clásica, Historia de la filosofía y Posmodernidad. Última publicación, de carácter filosófico: “Gilles Deleuze: la ontología de la diferencia”

Cortesía:  www.elojoquepiensa.net y

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