sábado, 27 de agosto de 2016

Coincidencias: Héroes, terror y cine mexicano

Foto propiedad de: Internet




Con más de 15 años de un bombardeo constante de películas de súper héroes, en su mayoría gabachos, de un verdadero éxito e impacto y la solemne promesa de los productores de cine de seguir saturando el mercado con el tema (bien por fortuna) hasta que la gente se aburra o dejen de consumir como lo hacen, es obvio que hay que hacer la pregunta: ¿y los héroes mexicanos?, ¿cómo no explotan los productores de cine mexicano el género?

Es inconcebible e imperdonable que el cine mexicano subsidiado o no por el gobierno en sus producciones se haya olvidado de nuestros súper héroes nacionales, que fueron en gran medida uno de los pilares fundamentales de la época de oro del cine mexicano, pero además envidia de productores internacionales del mismísimo Hollywood. La producción de dichas películas, en las décadas de oro del cine nacional, ahora nos pueden parecer películas hechizas en cuanto a su escenografía, edición, efectos especiales y demás componentes, pero en aquellos momentos se convirtieron en punta de lanza y ejemplo para el cine mundial.

¿En dónde están las nuevas historias del profesor Zovek? Ni qué decir del místico, invencible e increíble Kalimán, que no le pide nada y somete al Doctor Stranger de los Marvel; el mismísimo Chanoc; Águila Solitaria; Tawa; Fantomas; Zor y los invencibles; El Charrito de Oro; El Pantera; Zooman. Si le empiezo con el género de luchadores se me acaba la columna, pero no se puede evadir al súper héroe mexicano por excelencia, ídolo en el Líbano, Rusia, el gabacho y demás alrededores, el único e inigualable Santo, El Enmascarado de Plata.

Es inexcusable que los productores mexicanos, escritores y guionistas no revivan las glorias de nuestros súper héroes, ¿Cuál es el pretexto? ¿No hay empresarios que inviertan? ¿No es negocio? Para no ir tan lejos, la CANACINE nos reporta que solo en el 2015, la película de la Era de Ultrón de Marvel Comics se metió en taquilla 15.7 millones de boletos y la nada despreciable suma de 784 millones de pesos. ¿Es negocio o no es negocio?

Supóngase usted apreciado lector (a) que ni los empresarios, productores, ni gobierno le quieran entrar a la inversión, sigue sin ser excusa, porque si se arma bien un guión, una historia, las distribuidoras gabachas lo financiarían. Seguramente eso es lo que están esperando nuestros directores, guionistas, escritores, empresarios y gobernantes, que nos vengan a comer el mandado en aras de la “competitividad” y el “desarrollo”.

Y si cree que este género del cine en México ha sido mal pagado, ignorado y despreciado por empresarios productores y gobierno, existe otro que de plano ni siquiera en la época de oro del cine nacional ni posteriormente fue pelado como se debería: el género de terror.

México es una mina de oro de historias de espíritus chocarreros, tragedias paranormales, espectros, monstruos y demás componentes del entretenido y apasionante mundo del terror. Nosotros no necesitamos de explotar la misma fórmula de psicóticos con máscaras de hockey o guantes con tijeras y demás aditamentos mortales que se la pasan correteando y matando a decenas de adolescentes calenturientos, película tras película y secuela tras secuela.

No obstante lo amplio del tema esotérico, paranormal y terrorífico, las pocas películas que han pegado sobre el tema en el cine nacional han sido invenciones muy originales, pero que renuncian o en su defecto hacen caso omiso al momento histórico en donde se presentaban más eventos o episodios demoníacos y que posteriormente se convertirían en leyendas, obvio la época de la colonia. A lo mucho siempre se han querido explotar ya con tonos de estereotipo gastado la historia de “la llorona” o “la nahuala”, pero son dos de cualquier sobradísima cantidad de historias.

Para el género de los súper héroes la historieta cómica o comic, es una de las principales fuentes, revise los héroes que cité en párrafos anteriores, dichos comics junto con otros que no son de súper héroes, vendieron miles de ejemplares mes a mes o semana a semana en los puestos de periódicos nacionales.
En México existió una publicación, un comic, que rompió todos los récords habidos y por haber en ventas, y que condensa, además, toda esa amplia tradición de cuentos de terror y episodios paranormales en la época o nuestro pasado colonial, ese comic se ha tratado de imitar en distintas ocasiones, con otros nombres, pero también en series de televisión.

Esa revista semanal no puede ser otra que las: Tradiciones y Leyendas de la Colonia.
A mediados de la década de los 60´s del siglo pasado, un empresario regiomontano de nombre Emilio Zambrano en sociedad con René Eclaire y Héctor Pérez Portillo dan a la luz una editorial que llevaba por nombre: Ediciones Latinoamericanas

Dicha casa editora se dedicaba a publicar en su mayoría revistas sobre música popular contemporánea, para no ir más lejos, la primera revista especializada en música (principalmente ROCK y pop) que se conoció en nuestro país fue México Canta, que a su vez detonaría la creación de su competidora, muy chafa por cierto, pero también de hartas ventas, Notitas Musicales.

Fue tal el éxito de México Canta, que provocó que se editaran también en Ediciones Latinoamericanas, una revista dedicada a los Beatles, luego otra a los Monkeys y diversos productos del mismo estilo y otros como atlas o anuarios. Lo extraño y misterioso es que a ninguno de los tres socios les gustaba el rock o la música que escuchaban los chavos de la época.

Así las cosas, a Héctor Pérez Portillo se le ocurre hacer un semanario político, una de sus pasiones siempre fue la grilla, desarrolla una idea y se la lleva a su entrañable e inseparable amigo de toda la vida para que la enriqueciera con su sapiencia erudita: Luis Spota. La amistad de Spota y Pérez se remontaba al año de 1937 (¡imagínese!), siempre fue una relación de rebotes intelectuales. Luis escribía y le rebotaba la idea a su amigo, se apuntaba lo resultante y luego invertían el proceso. A tal grado que una de las novelas de Spota: Más cornadas da el hambre es la vida como novillero y está dedicada a Héctor Pérez Portillo.

Más cornadas da el hambre generaría el guión de la película Torerillos (un film de culto en Alemania) escrita, dirigida y producida por Spota, pero la diferencia con la novela de origen radica que el personaje principal “el carretero”, se convierte en tres personas, o sea tres carreteros, y la protagonizan, Ramón Ortega, Alberto Mariscal (la historia de la película también es dedicada a ellos) y Héctor Pérez Portillo.

Con la idea del semanario político en la mano (obvio la idea es que el protagonista de dicha publicación fuera Spota), Luis le cambia la jugada a su amigo y le hace notar que Ediciones Latinoamericanas se dedicaba a publicar cuestiones populares, entonces le vende la idea de mejor generar un cuento de terror en donde se exploten historias de la época de la colonia rica en ese tipo de menesteres.

Pérez Portillo le compra la idea, se va a la hemeroteca a recolectar historias paranormales de ese periodo histórico, desarrolla los guiones, contrata dos dibujantes, que se emocionaron tanto que hicieron que el narrador de las historias fuera el que los contrató, lo plasmaron en dibujo proyectándolo a una avanzada edad y ¡sácatelas babuchas! Éxito rotundo, tanto que Tradiciones y Leyendas de la Colonia, tiraba, o sea imprimía un millón, si, 1 MILLÓN de ejemplares SEMANALES, exportándose a Centro y Sudamérica.

Las historias de Tradiciones y Leyendas de la Colonia son verdaderos monumentos al terror, que rebasan por mucho la calidad de cualquier mito por el estilo que le hayan contando, pero tienen la particularidad de ser guiones para televisión e incluso el cine. Extraño que un genio como Guillermo del Toro tenga que ir con mis paisanos para generar historias (excelentes por cierto) para su películas, cuando acá tiene todo lo que necesita y más, mucho más.

Ha habido cualquier cantidad de refritos impresos que han querido copiar pero nunca igualar el éxito de esa publicación, sus ejemplares son también de culto y colección, tanto en México como en Centro y Sudamérica, y qué decir de los programas de televisión que se han generado tanto en canal 11, recientemente 2 en canal 40 (una de ellos importado de El Universal TV) y hasta en canal 22, donde no se reconoce abiertamente el origen, la idea principal de dichas transmisiones.

Sí, esa publicación de culto, es idea original de Luis Spota, rompió como ya le contaba todos los récords habidos y por haber, pero principalmente exhibe lo poco atentos que han sido nuestros productores cinematográficos para generar desde la riqueza del cuento de terror mexicano, cualquier cantidad de millones de millones de pesos en ganancias, empleos y una mayor difusión de nuestro arte y nuestra cultura. Ojalá no sea tarde para que se animen a explotar el género.

¡Qué coincidencias! El cine, la música popular, los comics y ciertos géneros literarios están muy ligados entre sí, el destino de Ediciones Latinoamérica, su fatídico final, está muy ligado a la música, al fenómeno de la piratería, e incluso al fenómeno de Napster, la industria discográfica y se las cuento en dos coincidencias más para terminar con este sabroso periodo vacacional… se ven…

Cortesía: http://www.sdpnoticias.com y HÉCTOR PÉREZ GARCÍA

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