martes, 5 de agosto de 2014

Recordando a... El Santo, toda una leyenda en el cine de luchadores


Ciudad de México.- En esta ocasión toca el turno de recordar a Santo, el Enmascarado de Plata, gladiador de los encordados y uno de los primeros héroes del cine nacional que luchó ferozmente contra las fuerzas del mal, ya que este lunes 23 septiembre se cumplirán 96 años de su llegada a este mundo, al que vino en 1917 y del que se despidió el 5 de febrero de 1984, a la edad de 66 años, víctima de un infarto al miocardio.


Rodolfo Guzmán Huerta (verdadero nombre del "inmortal" luchador) acaba de ser objeto de un homenaje esta semana en el marco de la VI edición del Festival Europeo de Cine Fantástico de Estrasburgo, Francia, donde se proyectaron los filmes Santo contra las Mujeres Vampiro y Santo el Enmascarado de Plata contra la Invasión de los Marcianos.

Santo será homenajeado también mañana con diversas actividades, en algunas de las cuales se contará con la presencia de El Hijo del Santo, quien recordará a su legendario padre, que nació en Tulancingo, Hidalgo, arribando a esta capital para instalarse en el Barrio Bravo de Tepito, donde antes de convertirse en luchador practicó otros deportes como el beisbol y futbol americano.


 Icono del cine

Santo hizo en total 56 películas, que aún son exhibidas en festivales de cine fantástico de países europeos, donde es un icono cinematográfico. Las cintas del aclamado luchador fueron filmadas en diversos escenarios tanto de México como en España, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. En esta capital utilizó locaciones de la colonia San Rafael, por lo que aprovechó para visitar las instalaciones y rotativas de EL SOL DE MÉXICO, ya que junto con Carlos Suárez, su apoderado y socio, eran amigos de esta casa editorial.


Rodolfo Guzmán debutó en los cuadriláteros en 1934, luchando bajo los nombres de Rudy Guzmán, Hombre Rojo, Enmascarado, Murciélago II y Demonio Negro, siendo hasta 1942 cuando nació Santo, el Enmascarado de Plata, dominando las facetas de rudo y técnico.


El deceso del Enmascarado de Plata sucedió dos horas después de haberse presentado en el popular teatro Blanquita, donde fue aclamado por una multitud que lo acompañó al día siguiente a su última morada, en Mausoleos del Ángel, tras haber sido internado en el hospital Mocel, siendo trasladados sus restos a conocida funeraria de las calles de Sullivan, donde fue ovacionado por última vez por unas tres mil personas, aproximadamente, que desfilaron frente al féretro de esta verdadera leyenda de la lucha libre mexicana, que sigue vigente en pleno siglo XXI, combatiendo a científicos locos, extraterrestres, vampiros humanos, hombres lobo y todo tipo de seres fantásticos.


Cortesía: Organización Editorial Mexicana, RICARDO HERNÁNDEZ / El Sol de México

Damos las gracias a nuestro gran amigo José Acevedo por las portadas que ilustran este artículo.

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