viernes, 30 de junio de 2017

Con la mano en alto

La gira por Inglaterra fue un éxito en lo deportivo y lo económico; mi solidaridad con Julio César Chávez






Estimados amigos de El Gráfico:  Ya estamos de regreso en nuestro bello México.  Sinceramente, estamos muy  felices y satisfechos con nuestro nuevo éxito en el Reino Unido. Lo digo abiertamente porque el éxito está presente cuando se llenan los lugares en donde luchamos con Todo X El Todo, cuando los luchadores mexicanos demostramos que nuestra lucha libre es de lo mejor, a pesar de lo lastimada que está por tantos fraudes y poco interés en crear un reglamento de lucha efectivo.
Las giras son un éxito cuando en un grupo existe la armonía y compañerismo,  cuando todos reciben un trato digno y pago justo por su trabajo en el ring. 
Quiero reconocer y agradecer el entusiasmo, la entrega y la calidad de mis compañeros Cassandro, Silver King, Laredo Kid, XTrame Tiger, Bandido, Mano Negra, El Hijo de Fishman y Santo Jr., quienes dejaron un grato sabor de boca en el público inglés, en la prensa y en todos los organizadores.  Yo aún disfruto  el triunfo al retener el campeonato del CMB que preside Mauricio Sulaimán y que ostento en la división de lucha libre. Las entradas del evento se agotaron y  estoy muy agradecido por tantas bendiciones. 
Ya finalizada la gira me quedé con mi hijo unos días más en Londres y fuimos con David Walker, miembro de WBC en el Reino Unido, a depositar una ofrenda floral a la memoria de los más de 70 fallecidos en el incendio de la Torre Grenfell.  Una vez más comprobé que en México o en cualquier parte del mundo, las tragedias nos duelen de la misma manera y que somos muy solidarios olvidando cualquier diferencia; fue impresionante ver a tanta gente reunida para orar. 
Al llegar al lugar y observar  frente a mí un enorme edificio de 20 pisos totalmente calcinado, me invadió una sensación de profunda tristeza al percibir la tragedia. El dolor y la muerte se respiraban  en toda la zona, que todavía  continúa acordonada por la policía y los bomberos.  
Este lugar y sus alrededores están llenos de fotografías de las víctimas, entre ellos muchos niños y bebés.  
Las flores, veladoras, ositos de peluche y mensajes escritos  me hicieron voltear al cielo y dar gracias a Dios por estar vivo, sano y disfrutando del amor de mi familia, así como del cariño  del público y de la compañía de mi hijo. 
Más tarde, durante la comida,  otra lamentable noticia me llenó de tristeza: el cobarde asesinato de Rafael Chávez, hermano de nuestro querido Julio César Chávez.  A sus familiares  y en especial a él, les mando mi más sentido pésame por el lamentable acontecimiento. 
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras. 
El Hijo del Santo

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