miércoles, 14 de diciembre de 2016

Cassandro, ¿un héroe para todo México?

CassandroLa primera vez que subió al ring lo hizo con el vestido de quinceañera de su hermana






En un mundo tan machista como pueda ser la lucha libre mexicana también hay lugar para la diversidad. Desde los años 40 existe un tipo de luchadores a los que llaman "exóticos"son hombres cuyos personajes hacen referencia a arquetipos homosexuales o afeminados, la mayoría travestidos. Cuando se suben al ring los exóticos luchan con un alto nivel de teatralidad, construida a partir de los estereotipos gays. El público enloquece cuando abusan de ellos.
Hoy en día, uno de los luchadores exóticos más famosos de México es Saúl Armendáriz, más conocido como Cassandro, que se autodefine como "el Liberace de la lucha libre".
Cassandro es homosexual, tiene 45 años, mide 1,60m y es sube como drag queen al cuadrilátero. Sufrió discriminación desde bien pequeño por su orientación sexual en el colegio al que iba en El Paso, Texas. "Cuando tenía 6 años me llamaron a la oficina del director y no sabía por qué. Ahora sé que era porque ser gay"cuenta en New Yorker.
A los 16 años se mudó a Ciudad Juárez para convertirse en luchador. El ring le hacía sentirse más macho, de hecho su primer personaje era un villano rudo llamado Mister Romano. "La lucha es tan masculina, tan machista. Muchos dicen 'un homosexual no puede hacer esto'. Así que me gusta provocarlos un poco", reconoce Cassandro.
Sin embargo, no le resultó fácil. "Me costó años que el público, en especial el masculino, dejara de catalogarme como un hombre gay y viera mi talento, mis habilidades como luchador; que dejaran de ver lo negativo para ver lo positivo", explica él mismo.
Aún recuerda cómo fue su primera lucha como exótico. Se puso una blusa de su madre y el vestido de quinceañera de su hermana. Con el tiempo, tomó el nombre de Cassandro, un tributo la dueña de un burdel en Tijuana, conocido por regalar dinero a los pobres, y se convirtió en el primer exótico en ganar un título mundial.
Su objetivo era concienciar a la audiencia. "No quiero que seas parte del problema, quiero que seas parte de la solución, y la solución es que tú estés bien con que alguien sea homosexual, transgénero, bisexual. Y si tú lo eres, que sepas que está bien ser quien eres", afirma el luchador.


Más allá de la lucha por la igualdad, Cassandro también disfruta del lado más colorido de la lucha. La moda le encanta. "Para mí la lucha libre mexicana es como un Cirque du Soleil sobre el ring. Compro las telas en Los Ángeles y tengo una modista en El Paso". Es el exótico con más glamour del mundo.
Cortesía: http://www.playgroundmag.net/ y  

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