jueves, 18 de mayo de 2017

El enmascarado negro

“Confórmese con saber que mis padres son las tinieblas y que mi misión, como la del antiguo barquero, es llevar almas al infierno”
Doctor Caronte

El cine de luchadores es parte esencial de la historia del cine en México. Necesario como el cine de ficheras –y “La Corcholata” – y las películas de Vicente Fernández, cómo olvidar El Arracadas (1978)–, los azotes sentimentales de Ismael Rodríguez, las gemelas interpretadas por Gloria Trevi en Una papa sin catsup (1995) o cualquier otro ejemplo que cruce su cabeza. Todo eso forma parte de la cinematografía nacional.

Dentro del universo de los luchadores varios seriales destacan por su calidad y buena manufactura, Neutrón, el enmascarado negro (1960) nació en el boom del cine de luchadores de los años 60 y se mantuvo vivo para tres entregas más: Neutrón vs. los Autómatas (1960) Neutrón vs. Doctor Caronte (1960) y Neutrón vs. los asesinos del karate (1964).

En una industria que se vio engullida por el carisma de El Santo, la saga de El Enmascarado Negro cuenta con los suficientes méritos para ubicarla como uno de los puntos altos de la filmografía del cine de luchadores, sobre todo en su primera entrega.

Neutrón, el enmascarado negro comienza cuando el doctor Yañez finaliza su más grande invención, la bomba de neutrones, con la esperanza de que ante su poder destructivo la humanidad esté en paz. El invento despierta el lado malvado de su asistente Walker (Claudio Brook), quien quiere usarlo para hacer el mal –insertar risa malvada–. En el altercado el doctor muere y el asistente malvado escapa por un pelo.

La trama se complica cuando el Doctor Caronte, malvado entre los malvados, hace equipo con Walker con el objetivo de reconstruir la bomba de neutrones y controlar al mundo, entonces Jaime (Armando Silvestre) quien es hijo del científico deberá apoyarse en sus amigos Carlos (Wolf Ruvinkis) y Mario (Julio Alemán) para detener los planes del Doctor Caronte. No se preocupen, estimados lectores, tienen al gran Neutrón de su lado.

A diferencia de las entregas de El Santo, en las cuales el 80% del tiempo el ridículo es regla –El Santo como científico de cualquier tipo, la fiscalía descansa su caso–, en la primera película de Neutrón lo fantasioso se equilibra con una trama que usa el thriller como elemento principal, aunque eso no quita que cada que explota la bomba de neutrones el humo se vea tan peligroso como un comentario de Pedrito Sola en Ventaneando.

El ensamble actoral también ayuda a elevar el nivel de la cinta. El reparto incluye a Claudio BrookWolf Ruvinski,Julio AlemánArmando SilvestreRosita Arenas y una participación especial de Beto el Boticario como policía encargado del caso del Doctor Caronte. Todos brindan sólidas actuaciones, sumado a esto Neutrón es un héroe sin la sofisticación que, a veces, le metían con calzador a El Santo y por lo tanto más sencillo en su accionar.

Como toda cinta de luchadores, el presupuesto destinado a la producción es notoriamente bajo pero se ve recompensado por un inteligente uso de la fotografía –varios juegos de sombras– y una buena elección de locaciones –la guarida de Caronte–, logrando suplir las carencias de un presupuesto tan reducido.




La saga de Neutrón es imperdible para todo aquel que se diga fanático del cine de luchadores y se puede conseguir sin hacer una gran inversión –menos de 100 pesos por las cuatro películas–, más barato y divertido que ir al cine a ver Jack y Jill (2011) o la tercera entrega de Alvin y las ardillas. No se van a arrepentir.

Cortesía: http://butacaancha.com/ y Rafael Paz



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