viernes, 26 de mayo de 2017

Batalla imaginaria

Una lucha entre los hermanos Guzmán y los Dinamita hubiera sido de alarido
Cerremos los ojos e imaginemos: la lucha se realizaría en la arena y ciudad que ustedes elijan. Puede ser en  Guadalajara, Monterrey, Lagos de Moreno o Tulancingo. Los réferis son Eddy Palau y El Fresero, hombres neutrales y serios como autoridad en el ring. 
En el cuadrilátero hacen su aparición  Universo y Mascara Año 2000, seguidos por Cien Caras. Después arriba el menor de los Guzmán: Jimmy, un joven alto, rubio y de ojos azules, seguido por el moreno Miguel Black Guzmán y atrás llega El Santo.
Ambos bandos están ataviados con chamarras, batas y capas que le dan elegancia y formalidad a la lucha libre. Suena el silbato. Universo y Jimmy son los primeros en luchar a ras de lona y después de unos minutos Andrés se queja de lo duro que es Jimmy. Se revisa los codos,  brazos, manos y decide pedir el relevo a Máscara 2000,  quien entra de un salto al ring, mientras que El Santo lo hace entre la segunda y tercera cuerda.
Intercambian llaves y es El Santo  quien se lleva la mejor parte al aplicar una serie de palancas a los brazos de Jesús Reyes. Éste  se rueda y pide el relevo a Cien Caras, quien entra sobre la tercera cuerda al ring. En tanto que Black  lo hace de manera tradicional. 
Inician las acciones con una toma de réferi  y Black logra tirar de espaldas con un fuerte empujón a Carmelo,  quien se levanta de prisa y vuelve a entrar a la toma de réferi. Entonces derriba a Miguel,  pero éste, de manera astuta,  aplica sus tijeras en ocho  a la cabeza de Cien Caras y lo hace girar por el aire hasta derribarlo. 
Sin soltarle la cabeza lo domina en la lona. Carmelo se levanta y Black Guzmán lo vuelve a tumbar,  pero sin que los réferis puedan detenerlos; Universo y Máscara 2000 entran al cuadrilátero y patean sin piedad a Black para salvar a su hermano del duro castigo. 
Los jueces  ponen orden,  pero no por mucho tiempo,  pues los tres Dinamita golpean salvajemente a Jimmy, después al Santo y continúan con Black. Como no acatan las órdenes de Palau y El Fresero, son descalificados en la primera caída.
En  la segunda caída los hermanos Reyes no tienen más  remedio que obedecer a la autoridad y entran uno por uno. Es Jimmy quien logra aplicar una serie de topes a Universo 2000.  Después es el turno de El Santo,  quien aplica una par de candados y tijeras voladoras a Chuy, para después estrellarlo contra los esquineros de ring. Jesús reacciona con una patada al estómago del plateado, quien cerca de las cuerdas logra esquivar una segunda patada y Máscara 2000 sale del ring. 
Black se encarga de Carmelo con una impecable serie de patadas voladoras y un abrazo de oso,   pero Universo patea la espalda de su hermano y este cae encima de Black, quien queda en espaldas planas con Carmelo encima y Palau le cuenta las tres palmadas. 
Máscara 2000 taclea al Santo y le aplica un doloroso cangrejo.  Finalmente Universo 2000 detiene a Jimmy con un par de antebrazos que lo hacen salir del ring; esta caída la ganan los Dinamita. 
La lucha se empata e inicia la tercera caída. Son los Dinamita quienes mantienen  el control y respetando  el relevo bajo la autoridad de los referís castigan uno por uno a los tres Guzmán.  De pronto, El Santo reacciona y da una serie de rodillazos en pleno rostro a Carmelo,  lo derriba y da el relevo a Black, quien entra lleno de furia y azota un par de veces contra la lona al mayor de los Dinamita para aplicarle una palanca a los brazos. Carmelo resiste, rompe el castigo y entra Universo con patadas voladoras que esquiva Black;  acto seguido, le aplica una Nelson y lo acuesta para que El Santo, con su tope de clavado, caiga en su abdomen. 
Tras el impacto, Andrés  gira boca abajo y El Santo aplica la de a caballo.  Black  aplica una Gory especial a Máscara 2000 y Cien Caras,  al ver que están a punto de ser rendidos sus hermanos, faulea en las partes nobles a Jimmy. De esta manera,  los Hermanos Dinamita son descalificados por El Fresero y Palau. 
Los ganadores son los Guzmán,  pero los Reyes,   a pesar de perder, se burlan cínicamente de sus rivales y se van entre chiflidos a los vestidores, encarando al público. 
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo

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