Sin
duda alguna el hombre que mejor representa a la música popular mexicana y a los
mexicanos alrededor del mundo, es Pedro Infante, quien cumplió 60 años de haber
fallecido y en noviembre, cien de su natalicio.
Sobre
la vida y muerte de Pedro Infante se han tejido mil y una historias, si en
realidad murió, si se escondió por líos en amoríos, entre muchas otras cosas. Y
recientemente el nombre del intérprete de “Amorcito corazón” ha vuelto a tomar
fuerza, pero no en las radiodifusoras, sino en las arenas de lucha libre,
porque se dice que Pedro Infante no murió, sino se hizo luchador.
Y es que el 10 de agosto de 2014, el gladiador Metálico perdió la lucha de
máscara contra máscara ante Oro Jr. en la Arena México, “luché como nunca,
pero perdí como siempre”, dice en tono jocoso el luchador, quien al
momento de quitarse la capucha captó las miradas de la gente, la razón, su
parecido con Pedro Infante.
“Esa noche a mí se me hizo muy extraño que mucha gente me empezó a gritar
“Torito, Torito”, haciendo referencia a mi parecido con Pedro Infante, entonces
en mis siguientes duelos, los comentaristas de televisión empezaron a decir que
me parecía mucho a ese ídolo mexicano y empezaron a llamarme el “Pedro Infante
de la Lucha Libre”; ya antes algunas personas me habían dicho que me parecía,
pero nunca lo había tomado en cuenta, hasta que la afición lo empezó a decir, y
vi ahí una oportunidad”, recordó Metálico.
Anteriormente a Ringo Mendoza se le conocía como el “Pedro Infante de la Lucha
Libre” por su manera de interpretar canciones, mas no por su parecido físico,
hasta que llegó Metálico.
“Pues para mí fue un orgullo desde el principio, que me compararan con ese
ícono de la cultura mexicana, y con todo respeto me atreví a caracterizarme de
los diferentes personajes que encarnó Pedro Infante, así empecé a salir de
patrullero, de Tizoc, de charro y de Pepe “el Toro”, poniéndole mi propio
estilo, y la gente respondió muy bien, ya se la pasan gritándome “¡échale
Torito!, ¡Torito”, “¿dónde dejaste a la Chorreada?” Y cosas de ese tipo que me
han ayudado a colocarme en el gusto del público”, aseguró el gladiador que
milita en el bando de los rudos.
Fue el 15 de abril, cuando Pedro Infante cumpla 60 años de haber muerto en un
accidente aéreo, Pedro Infante fue un fanático de la aviación, acumuló 2,989
horas de vuelo como piloto. Previo al accidente que le costó la vida, ya había
tenido otros dos accidentes aéreos, el segundo desplome fue cerca de Zitácuaro,
Michoacán, razón por la que tuvo que implantársele una placa de platino en una
parte del cráneo.
El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un Consolidated B-24 Liberator,
matrícula XA KUN de la empresa TAMSA, el cual fue un bombardero en la Segunda
Guerra Mundial. La aeronave se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas, en el
cruce de las calles 54 Sur y 87 de Mérida, Yucatán, en el sureste de México,
poco después de despegar del aeropuerto, cuando había alcanzado unos 20 metros
de altura.
Y como en la lucha libre todo se puede, ha surgido, a manera de homenaje, un
personaje emanado de la renovación profesional de Metálico, quien ha dado mucho
de qué hablar en los cuadriláteros del Consejo Mundial de Lucha Libre y fuera
de ellos. La Arena México se transforma en un set cinematográfico de los años
40, cuando Metálico aparece entonando “Amorcito corazón”, “Serenata huasteca” y
hasta “El oso carpintero”, porque bien lo dicen por ahí, “Pedro Infante no
murió, se hizo luchador”.
Cortesìa: https://www.la-prensa.com.mx
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