lunes, 13 de abril de 2015

Gabriel Yapor Frías el terror de los cuadriláteros

El chihuahuense representó a Frankenstein por más de una década

Chihuahua, Chihuahua.- Con una gran sonrisa y el orgullo de saberse uno de los mejores exponentes del pancracio mexicano en los años setenta, el chihuahuense Gabriel Yapor recuerda la época en que dio vida a Frankenstein, un fenómeno de la lucha libre en el país.

No hay palabras que describan con precisión el sentimiento que don Gabriel intenta plasmar al recordar una a una el sinnúmero de anécdotas que en su mente guarda, con los ojos iluminados, como si fuera aquel día en que decidió darle vida a uno de los personajes que cautivó al mundo de la lucha libre mexicana, muestra sus fotos, los programas de lucha y vuelve a vivir cada instante en que se personificó y dio diversión a un mundo de fantasía, y que ha logrado trascender a través de ya más de 40 años de distancia.

Próximo a cumplir 86 años de edad el 18 de julio, con los recuerdos frescos y más lúcido que nunca, Yapor Frías relata sus andanzas por deportes como el beisbol y basquetbol, donde compartió con grandes exponentes de este deporte, como el olímpico José "Pistolas" Meneses (+), sin embargo, en ninguno brilló tanto como en la lucha libre.

"Yo nací aquí en Chihuahua, pero a los seis meses de edad me fui a vivir a Estados Unidos, donde también estudié, cursé mi Universidad en El Paso, Texas, donde jugué basquetbol y beisbol; a mi regreso a México practicaba mucho deporte, sobre todo en la Guay (YMCA); yo he sido guayero toda mi vida, y ahí empecé a jugar basquetbol con los Dorados", comienza su anecdotario.

"Comencé mi negocio con cines en Nombre de Dios y Cuauhtémoc, lo cual me quitaba mucho tiempo, estaba yo muy ocupado, lo que me alejó del deporte y me hizo que me dedicara a otras cosas, como promotor, traía peleas al gimnasio San Pedro, entre otras cosas", relata.

"Me enfermé de gravedad y tuve que ser intervenido, el médico me recomendó activación física y dejar el negocio de los cines por que el estrés me estaba matando, así que comencé un espectáculo de monstruos de Hollywood, se trataban de cinco monstruos con los que viajaba por todo el país, para esas épocas continué siendo promotor, estamos hablando de los años 60, gracias a esta actividad tenía relación con Jesús Torres, quien era luchador, así como con los hermanos Zuany, Antonio, uno de ellos, me invitó a activarme físicamente con ellos, yo acepté y en poco tiempo surgió la idea de hacerme luchador, al inicio me parecía una locura, luego lo fuimos hablando, un día me preguntó Jesús que si fuera luchador cómo me llamaría, y se me ocurrió el personaje de Frankenstein, pues ya tenía yo todo el vestuario y en poco tiempo ya entrenaba para debutar, claro, en el bando rudo, por la naturaleza del personaje", detalla.

A sus 40 años, Frankenstein apareció en los enlonados, en lo que fue un emocionante debut, la gente de inmediato se impresionó con el personaje, los 1.90 metros y la manos más grandes que una raqueta combinaron a la perfección con un disfraz muy apegado al personaje que don Gabriel no sospechaba sería histórico y determinante en su vida.

"Luego de esa función y de otras, me mandaron una carta para invitarme a una gira por Pachuca, Tamaulipas, la Ciudad de México y Toluca, al principio yo estaba escéptico, pero terminé por aceptar; la verdad me fue muy bien", recuerda.

"Durante esa gira conocí al Copetes Guajardo, quien me invito a la Plaza Monumental de Monterrey, para ese entonces yo ya estaba emocionado por cómo me estaba yendo, me vestía desde el hotel porque tenía que ser desconocido, cuando íbamos llegando vi mucha gente afuera y le comenté al Copetes que si iba a haber gentecita, me respondió de inmediato: ¿gentecita? la plaza está a reventar, esta es la que se quedó afuera, yo estaba muy sorprendido y emocionado a la vez", cuenta entre risas.

"Otra de las plazas donde siempre me gustó luchar fue en Tamaulipas, en Tampico Madero, donde había llenos increíbles. En una ocasión me tocó contra los gemelos Diablo en esa plaza, como era costumbre, yo entré ya caracterizado, fue una gran lucha y para variar salí ganador, la gente se enojó mucho porque le gané a los gemelos y al bajar del ring se me vino encima, fue un momento muy difícil, porque incluso la seguridad que había contratado el empresario sólo miraba cómo la gente amenazaba con lincharme, rápido pensé que hacer, y en lugar de huir decidí afrontarlos sin perder para nada mi personificación, de manera lenta y con los brazos estirados, como era un estilo al realizar mi rutina, me fui contra la gente, que al veme se quedó paralizada y poco a poco se replegó, algunos incluso salieron corriendo hasta la calle", cuenta muy animado.

"Algunos se quedaron afuera a esperar que saliera, por lo que decidimos que me cambiara en un lugar que tenían a las afueras de la plaza unos trabajadores para que no me siguieran al hotel, la gente que me esperaba se dio cuenta y comenzó apedrear hasta que tiró la puerta, me tuve que quedar ahí por mucho tiempo para poder salir, el empresario me dijo que ya no iba a regresar a Tampico, que era un verdadero peligro para mí, yo le respondí que no había problema, entonces acordamos que me vestiría en el camerino de los técnicos y de ahí entraría y saldría y acostumbré irme a las gradas para espantar al público cada vez que podía, y eso hizo aún más exitosas mis presentaciones, pues la gente en verdad me tenía mucho miedo", agregó.

"Compartí el ring con muchas figuras, en Monterrey lo hacía seguido con luchadores como el Tarzán Guerrero y el Vikingo, entre otros; yo no era para nada joven, llegaba a tener por semanas una lucha por día y eso poco a poco me fue mermando en lo físico, con lesiones en las rodillas y en brazos que me fueron cansando y luego de poco más de 10 años comencé a pensar en no luchar más", comentó.

"Alguien que en ese tiempo era muy famoso y con quien entablé muy buena amistad fue El Solitario, quien cuando le conté mis planes de retirarme me propuso hacerlo en el estadio Jalisco, en un máscara contra máscara, asegurando que la llenaríamos; yo lo vi muy convencido y accedí, sólo le pedí tiempo para descansar mis lesiones, lo que aceptó y comenzamos a programarlo", señaló.

"Cuando por fin me decidí y ya le poníamos fecha, el Solitario se lastimó la columna vertebral durante una función; era una lesión que no se había cuidado bien, por lo que tuvo que ser intervenido, no soportó la anestesia y murió durante la cirugía, por lo que ya no pudimos realizar la función",

"Ese mismo año, 1986, el juarense Gori Guerrero, con quien llevaba una amistad de años, me invitó a pelear en Ciudad Juárez, yo le dije que ya no estaba para esos trotes y me contó de un japonés, creo que se llamaba Tawaka, quien medía 2.05 metros y le estaba ganando a todos, lo quería enfrentar conmigo, pues iba a ser un éxito en la taquilla, no estaba muy convencido, pero al final acepté y, para mi sorpresa, le gané. Todavía duré algunos meses luchando en Juárez, hasta que al final decidí ya no hacerlo más y me fui así como llegué, de pronto", dijo.

Frankenstein compartió el cuadrilátero con luchadores como el Rayo de Jalisco, Mil Máscaras, Blue Demon, Cavernario, El Santo, Doctor Wagner, entre muchos otros, luciendo siempre en cada escenario donde fue solicitado.

"Alguna vez el Santo me invitó a formar parte de una película con él, sin embargo al hablar de dinero me dijo que me iba a hacer famoso, yo me reí y sólo quedó en eso", recordó.

"En mi tiempos me tocó ver muchas lesiones, algunas graves, otras no tanto, te puedo decir que lo que le pasó al Hijo del perro Aguayo, que fue muy lamentable, no fue sólo lo que ese día en Tijuana pasó, él ya debía estar tocado o resentido de esa zona y fue sólo resultado de lo que te expones cada vez que sales a luchar, finalizó.

De cerca:

Nombre: Gabriel Yapor Frías

Estatura: 1.90 metros

Edad: 85 años

Deporte: Lucha libre

Categoría: Peso completo

Seudónimo: Frankenstein

Cortesía:  http://www.oem.com.mx y Alexandro Güereque

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