La carrera del enmascarado de Plata creció luego de vencer a Black Shadow
Ciudad de México.- El 7 de noviembre de 1952, la Arena Coliseo vio el nacimiento de una estrella que llegaría a niveles impensados alrededor del mundo. Se trataba del enmascarado de plata, el Santo, quien esa noche le quitó la máscara a Black Shadow.
La rivalidad entre ambos peleadores se acentuó debido a que dos semanas antes en una verdadera batalla campal, Black venció al Santo luego de una guerra sin cuartel. Fue así como el enmascarado de Plata pidió una revancha, a la cual su “enemigo” accedió como todo un caballero.
Para la noche de la pelea y ante una Arena Coliseo que lució un sobrecupo impresionante con 12 mil personas y en donde además se rompió récord de asistencia para ese tiempo, el ring fue testigo de cómo un luchador mexicano empezaría a marcar su historia en la Lucha Libre, misma que prevalece hoy en día.
Llegó el momento y Black Shadow apareció en escena con una bata negra, acompañado de su hermano Blue Demon. Posteriormente, el Santo se hizo presente en medio de un estruendoso recibimiento de una multitud que coreaba a su ídolo.
Ya en la contienda, el Santo se llevó la primera caída y cuando parecía que se llevaría la lucha con dos caídas al hilo, Shadow mostró su habilidad para escabullirse y llevarse el segundo asalto.
En un espectacular desenlace, Black Shadow proyectó a su rival fuera del ring y se lanzó con un tope volador fallido, acto seguido, el Santo sacó ventaja de la situación y finalizó a su rival al aplicarle una rana y finalmente, despojar de su máscara al archirrival.
Con ese triunfo, se marcó un antes y un después de una las leyendas más grandes del deporte y del cine en México, pues al día siguiente, los diarios hacían alusión a la tremenda victoria del Santo y de la afición que abarrotó la Arena Coliseo.
Cortesía: http://www.aztecadeportes.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario