CINE DE LUCHADORES
El Santo no necesita ninguna valoración cultural, me dice Ernesto Diezmartínez, crítico del diario Reforma y miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica. Si bien críticos como Emilio García Riera le dieron la vuelta al tema, no fue el caso de Jorge Ayala Blanco ni Nelson Carro. Incluso intelectuales como Enrique Krauze y Carlos Monsiváis señalaron desde hace años la importancia simbólica de El Enmascarado de Plata.
“Los estudios y análisis del cine de luchadores, tanto dentro del medio académico como en la cultura popular, ofrecen claves de lo que somos, lo que queremos ser, lo que nos divierte y enfada, de la forma en que nos apropiamos del entretenimiento y la diversión que llegan de afuera –dice Yehya–. Estos filmes ofrecen símbolos transgresores con los que nos identificamos entre la broma y el desafío”.
En su libro de antropología del mexicano Lucha libre sin límite de sangre, el escritor Guzmán Wolffer expone que hay referentes a nuestro pasado prehispánico, “pero que también influye en la cultura popular en aspectos psicológicos, políticos, filosóficos y hasta criminológicos. En Europa le han encontrado atributos que aquí nos parecen tan cotidianos que ni los mencionamos”.
Viviana García Besné trabaja en la restauración de las dos primeras películas de El Santo, que se filmaron en Cuba entre 1958 y 59, justo antes de la revolución: Santo contra el cerebro del mal y Santo contra los hombres infernales. Cuando en 2010 hizo un documental sobre su abuelo, Jorge García Besné, Viviana se enteró de que había producido dichas películas y se dio a la tarea de buscar los negativos originales. Su papá los consiguió y ella se puso la meta de restaurarlos para el centenario, pues estaban en camino al deterioro. En el Festival de Cine de Morelia se va a exhibir Santo contra los hombres infernales.
“Quizá no son las mejores películas del Santo, pero tienen un valor histórico innegable. El hecho de que sea el debut de El Santo, que se hayan filmado donde se filmaron y en las condiciones en que se filmaron, hace que para mí tengan tanto valor como un filme de Buñuel. Las películas en realidad no pudieron terminarse, no tenían suficiente presupuesto, les cayó la revolución, salieron con los rollos que pudieron. Las historias familiares que sé es que llegaron a México incompletas y por eso ambas repiten ciertas escenas. Probablemente es una de las últimas producciones extranjeras que se filmaron en Cuba”.
Por su parte, al Hijo de El Santo le interesa hacer una reactivación cinematográfica de El Santo. “Es el mejor momento. En este año hemos estado intentado hacer algo, pero algo muy grande, a nivel internacional, donde El Santo aparezca en China o en el país que sea porque quiero que los niños de todo el mundo lo conozcan”.
—¿Con qué director le gustaría trabajar?
—Con quien crea en El Santo, con quien realmente le tenga amor porque no nada más es elegir un director, sino que tiene que ser alguien que haya crecido con él, que lo vea como un superhéroe, que pueda hacer de él un personaje con valores.
Dice que se mantiene cercano al español Alex de la Iglesia (“siempre hace cine con mucha fantasía y muchas cosas similares, como vampiros y brujas”) y que también había una idea con Guillermo del Toro.
—Con quien crea en El Santo, con quien realmente le tenga amor porque no nada más es elegir un director, sino que tiene que ser alguien que haya crecido con él, que lo vea como un superhéroe, que pueda hacer de él un personaje con valores.
Dice que se mantiene cercano al español Alex de la Iglesia (“siempre hace cine con mucha fantasía y muchas cosas similares, como vampiros y brujas”) y que también había una idea con Guillermo del Toro.
¿Cuál es tu película favorita de El Santo?
“La más importante de sus cintas es Santo contra el hacha diabólica. Es una obra absurda y repleta de humor involuntario pero a la vez es un genialidad ambiciosa por su forma desenfadada de cruzar referencias y géneros, sin el menor pudor ni coherencia. Es casi como el flujo de consciencia de una mente desquiciada que ha asimilado demasiados clichés pop de principios de los años sesenta”
Naief Yehya
“Santo y el tesoro de Drácula tiene su versión para adultos, donde hay desnudos parciales; muestra que siguen las sorpresas en una filmografía agotada por la muerte del personaje original. Generalmente los argumentos son fantasiosos y lucha contra cualquier cantidad de monstruos, incluido el insufrible Capulina. Los disfraces son divertidos. Además, tuvo el tino de filmar al lado de ídolos populares, como el boxeador Mantequilla Nápoles, la Tigresa Serrano y muchos más. La que filma con Blue Demon en ‘La Atlántida’ no tiene desperdicio. Muchas películas y diálogos de películas de luchadores son extraños, pero siempre divertidos”
Ricardo Guzmán Wolffer
“Santo y Blue Demon contra los monstruos, porque es uno de mis recuerdos cinéfilos de la infancia. Santo vs. las mujeres vampiro (por las vampiras, claro, y la leyenda que no lo es tanto de su versión soft-core), Santo contra el hacha diabólica en la que el Santo está en la Nueva España y toda la cosa”.
Ernesto Diezmartínez
“Operación 67. Es una película que me gusta mucho porque es donde El Santo se convierte de alguna manera en un Santo diferente porque deja la capa y las mallas para el ring y empieza a vestirse como un agente secreto, con sus cuellos de tortuga, sus trajes sport. Ese Santo le dio una imagen diferente al personaje”.
El Hijo de El Santo
“Santo contra el doctor muerte. La película se cuidó más, no se hizo en cuatro semanas como se acostumbra en México. Trabajamos 10 semanas; por ejemplo, para filmar una escena de acción nos llevábamos un día completo, con el fin de que no hubiera fallas… En verdad es fabulosa”.
El Santo
El Santo
Cortesía: http://www.capitalmexico.com.mx/
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