sábado, 9 de mayo de 2015

El Ciclón, el ícono de lucha libre, conquista el cine argentino

El Ciclón, en una sesión de fotografías, en la puerta de la Cinemateca Boliviana.

Antes de colocarse su máscara de luchador,  Erasmo Chambi  sonríe con  timidez. Pero apenas se la pone se convierte en El Ciclón; pareciera que  sus brazos  se llenan de fuerza.  "Siempre es  una felicidad regresar a Bolivia”, dice.

Y  es que esta visita tiene un significado muy especial para El Ciclón, ícono de la lucha libre boliviana y que vive en Argentina, porque participará en el estreno de una película que retrata su vida. Se trata del documental titulado  La Paz en Buenos Aires, dirigido por el argentino Marcelo Charras. La cinta   será estrenada el jueves, a las 19:30, en la Cinemateca Boliviana. 

Chambi lleva la lucha libre en las venas. Descubrió su pasión a los tres años, cuando se pasaba horas y horas contemplando los afiches y las películas de los famosos luchadores mexicanos. A esa  edad, ya había decidido su futuro. "Muy pocos  me creen, pero a esa edad ya había elegido mi nombre de luchador: El Ciclón”, recuerda.

Chambi cumplió su sueño de subir a un cuadrilátero  como El Ciclón  a los 16 años, cuando debutó  por primera vez en un ring. Poco a poco, su personaje ganó fama en la televisión nacional y se convirtió en una estrella de la lucha libre de Bolivia. Sin embargo,  El Ciclón tenía ganas de aprender más  y convertir su pasión en una verdadera profesión. Entonces, en 1994, se fue a  Buenos Aires, Argentina, para promover la lucha libre que entonces no se practicaba.

La primera vez que subió a un ring de un gimnasio de Buenos Aires dejó sin palabras a los entrenadores y su contrincante. "Le hice una llave sencilla y se puso  a gritar”, comentó y luego  agregó sonriendo: "En Bolivia, los luchadores somos muy rudos y fuertes”.

Entonces, Erasmo decidió, junto a  su esposa  e hijos,   migrar al país vecino. Vivir en Buenos Aires no fue fácil. Se dedicó primero a la costura, oficio con que aún gana dinero por su destreza como sastre. Luego, decidió expandir su pasión y se puso a enseñar  lucha libre en las villas.

Poco a poco, consiguió patrocinadores y se puso a luchar.  Hoy es también conductor de un programa de radio que promueve el folklore boliviano.

En los últimos años, la  vida y  la   pasión de Chambi por la lucha libre  conquistaron la atención de los periodistas argentinos de  medios de comunicación como El Clarín, Telefe y otros.

Tras esas publicaciones, Erasmo captó  la mirada de Charras, quien decidió  llevar al cine  la historia de aquel  inmigrante boliviano que enseñaba lucha libre a los jóvenes en Buenos Aires.

Al principio, Chambi se mostró receloso ante la propuesta de documentar su vida en un filme. "Me daba desconfianza, pero me sorprendió que él se interese tanto en mi vida que hasta viajó a Bolivia para entrevistar a  mis compañeros de lucha libre”, dijo.

Después de insistentes llamadas telefónicas, Charras convenció al luchador para rodar la película.  Hoy  El Ciclón está  orgulloso por su  primera incursión en el celuloide.

Cortesía:  http://www.paginasiete.bo y Anahí Cazas

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