miércoles, 1 de agosto de 2018

LUCHA LIBRE EL SALVADOR El renacer de la lucha libre salvadoreña, un show entre el arte y el deporte

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El Diablo rojo


Joaquín German Merlín

CAMPEON CENTROAMERICANO DE LUCHA LIBRE
CAMPEON CENTROAMERICANO DE LUCHA LIBRE

Joaquin Merlin y  El Gran Coloseti
Joaquin Merlin y El Gran Coloseti

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 La lucha libre salvadoreña, una tradición a medio camino entre deporte y espectáculo artístico, se niega a desaparecer y gana nuevos adeptos en medio de un ambiente poco conocido que rompe con la cotidianeidad de la capital y contagia con la adrenalina y emoción que se vive en el cuadrilátero.
Los domingos en San Salvador son muy previsibles y casi monótonos, con sus calles poco transitadas, mucha afluencia a misa o al culto religioso, mercados abarrotados de ciudadanos en busca de las frutas y verduras más frescas, pero sobre todas las cosas, el fútbol.
Sin embargo, un deporte extremo se resiste a quedar en el olvido y toma nuevos bríos, y no es otro que la lucha libre salvadoreña.
Juan Montes, octogenario de paso lento, es de los primeros en llegar para comprar unas golosinas y luego buscar un asiento entre las primeras filas, donde comienza la conversación recordando "la época de oro", en el San Salvador de los años sesenta, del pancracio, nombre con el que también es conocido este deporte.
"Me entusiasmaba ver esas luchas, las arenas se llenaban de gente a ver a luchadores como El Olímpico, El Genio Maravilla, El Búfalo, Bucanero" comentó en una conversación con Efe Montes, quien también afirma que estuvo presente durante la exhibición en la capital del legendario luchador mexicano Santo, "el enmascarado de plata".
La Arena Gladiadores se fundó hace seis años -atrás queda el legado de las extintas arenas Metropolitana y El Salvador- y en ella se presentan unos 20 luchadores, entre veteranos y jóvenes, que cada domingo deleitan a los presentes con acrobacias, llaves y patadas que se combinan con los vítores del público.
Los rudos contra los técnicos, entre los que se encuentra José Pérez, más que un título, se juegan el orgullo sobre el escenario.
"Para mí la lucha es una experiencia máxima, es algo que me mantiene vivo. Tengo 20 años de practicarla" explicó Pérez, de aspecto rollizo y bonachón, quien se dedica a la joyería artesanal y cada domingo da vida a su alter ego: Depredador.
El local pareciera estar "bendito", pues se ubica sobre la Alameda Juan Pablo II, contiguo a la iglesia San Francisco, templo que está a cargo del cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez.
Entre el simbolismo religioso, lo delata el mural en la entrada con los rostros de dos luchadores pintados en vivos colores y la cartelera del día.
De lunes a sábado el terreno funciona como aparcamiento privado y los domingos se instala el ring, para que al filo de las seis de la tarde comience la acción.
Los seguidores de la lucha, entre quienes está Melvín Cubías, cuentan los días que faltan para el fin de semana y volver a ese lugar, donde viven con emoción cada movimiento de los luchadores.
"Soy fan de la lucha desde mis quince años de edad, mi madre me inculcó el amor a este deporte, es una gran emoción", expresó Cubías con una amplia sonrisa mientras compra unas máscaras a sus hijos.
El espectáculo de una hora no tiene desperdicio. Las luces se apagan, la música disminuye decibelios y el animador anuncia a los primeros en subir al ring: Astroman, Tenebroso y Forastero arrancan la batalla, entre aplausos y abucheos del público, que se va decantando por su favorito.
Llega el turno de Princesa Maya, una mujer que se cuela entre los hombres, demostrando por qué se ha ganado ese lugar al ir de menos a más y triunfar ante el irreverente Madame Landru, quien pese a su delicado alias, es un fornido luchador.
Y así, a medida que se adentra la noche, la intensidad aumenta, el público no deja de interactuar con los gladiadores Piloto Asesino, Vato Loco, Huracán o Araña Junior, entre otros que van pasando por el cuadrilátero, cada uno con su estilo, reputación y sed de victoria.
"Es un deporte que amamos y no queremos dejar que muera; es amor, coraje e historia de El Salvador" manifestó José Cardoza, exluchador y administrador de la Arena Gladiadores.EFE.
Cortesía: http://www.lavanguardia.com y Rodrigo Sura

1 comentario:

  1. Saludos, que bueno compartir fotos de mi padre Joaquín Merlin (EL DIABLO ROJO), para que recuerden a uno de los pioneros de la Lucha Libre en El Salvador con todo los que hicieron historia, Leyendas Vivientes de la Lucha Libre y comparto con ustedes algo más para información de los aficionados.
    https://luchalibrees.wordpress.com/
    email:luchlibrees@hotmail.com

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