Es una gran fecha, memorable, pues hace cuatro años inicié esta columna en El Gráfico
Hace cuatro años, un viernes 15 de agosto de 2014, comenzó mi aventura con mis amigos de El Gráfico.
Así que en este cuarto aniversario estoy muy feliz y agradecido con esta casa y familia editorial de El Universal, El Gran Diario de México, que me abrió las puertas en un momento muy difícil de mi vida personal y profesional al darme total confianza para iniciar con ellos este espacio.
En especial, estoy muy agradecido con María Félix Escalante, quien es la cabeza como directora de este diario; ella fue la que directamente me dio esta oportunidad.
Resulta que el Diario Deportivo Récord, en el que yo escribía desde hacía siete años, realizó un recorte de personal y de colaboradores. Yo fui uno de los que quedó fuera y debo confesar que fue una noticia inesperada que me hizo sentir triste porque dejaría de escribir para mis lectores.
Sin embargo, reza el dicho: “No hay mal que por bien no venga”. Y mi productora Gabriela Obregón me tenía preparada una gran sorpresa en contubernio con mi estimado amigo Iván Pirrón, hoy coordinador de información de Televisa Deportes, además de articulista y columnista de la NFL.
Ambos me dieron la grata noticia de que mi siguiente columna sería ya publicada en El Gráfico. Iván fue quien nos presentó y recomendó con nuestra hoy querida amiga María Félix Escalante.
Y a la siguiente semana de haberme despedido de mis lectores de Récord, debuté en El Gráfico con mi primera colaboración.
Siempre he intentado estar a la vanguardia y prepararme. Así que ese mismo viernes inicié en la FES Acatlán mi Diplomado de Diseño Editorial, impartido por mi querido profesor Agustin Juárez.
Esto me hizo sentir sumamente orgulloso porque tenía que aprovechar mi tiempo libre, ya que a finales del año 2013 tuve una lesión en la columna vertebral y los médicos me habían sugerido no luchar durante dos años.
Estaba triste, pero me sentía muy agradecido con Dios porque no tuve que ser intervenido quirúrgicamente y la vida me daba una nueva oportunidad de continuar escribiendo y de seguirme preparando en algo nuevo como el diseño editorial.
Fueron tiempos difíciles para mi familia y para mí, tiempos que seguramente la mayoría de ustedes ni se imaginan que pasé, pero jamás me di por vencido.
Si bien no luchaba en el ring, si tenía que hacerlo en la vida. Se cerraban unas puertas y se abrían otras.
Hoy me siento demasiado orgulloso de todo lo que he realizado fuera del cuadrilátero y agradecido con todos ustedes, queridos lectores, porque me apoyan en todo lo que realizo y leen cada semana mi columna.
Ustedes no saben lo bonito que siento cuando llegan con la colección completa de mis columnas en este diario y me piden que se las autografíe.
Gracias a María, directora de El Gráfico, una gran mujer, guerrera incansable y que tiene un talento inagotable.
Gracias a El Universal y a todos mis compañeros, como Rodolfo y todo el equipo que hace posible este gran diario. A veces no sabemos el gran apoyo que somos para otros.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo
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