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La Roca es un emprendedor ideal, uno que refleja que carisma, determinación, esfuerzo, perseverancia y buenas decisiones son fundamentales en el camino al éxito, aun cuando se haya dejado atrás la zona de confort.
Pensar en el panorama actual de Hollywood implica hacer un par de reflexiones. La primera es que nos encontramos en la era del cine de superhéroes, y la segunda es que Dwayne “La Roca” Johnson es el actor que por excelencia encabeza los éxitos de taquilla de cada temporada.
La Roca es garantía de una inversión segura, de que sus cintas harán cuando menos tres o cuatro veces los millones de dólares que costó hacerlas.
Es una rentabilidad que desde luego tuvo impacto directo en su estatus como talento, de manera que en 2016 se convirtió en el actor mejor pagado de Hollywood, con una ganancia bruta de 64.5 millones de dólares.
¿Cómo fue que un luchador de la WWE se convirtió en un modelo de negocios a prueba de errores?
Es un camino de emprendimiento y esfuerzo que vale la pena recapitular, pues hablamos de un caso de éxito del que cualquiera que tenga un proyecto entre manos puede tomar referencias para optar por las mejores decisiones.
La Roca no siempre fue infalible en la taquilla -quienes sigan de cerca su carrera fílmica recordarán que era común verlo encabezando los repartos de cintas lamentables o, en el mejor de lo casos, mediocres, de esas que Blockbuster remataba a 39 pesos en los estantes de saldos y seminuevas.
Pero era una situación normal si se consideraba que, al final del día, era un luchador que había dado el salto a Hollywood en busca de oportunidad en otros horizontes (ni siquiera Hulk Hogan, quizá el luchador estadunidense más popular de todos los tiempos, dio ese brinco sin tocar el terreno de los trabajos cuestionables).
En todo caso, se antojaba que Johnson solo repetiría las historias de Hogan, André el Gigante, Kevin Nash y otros luchadores de la WWE (antes WWF) que llegaron a la pantalla de plata. Pero ni ejecutivos ni público contaban con que estaban ante un individuo que haría del carisma, la determinación y la perseverancia sus estandartes de guerra.
De 1996 a 2004, La Roca fue uno de los mejores talentos de la WWF. Tenía gimmicks(seguro alguien se acordará de la ceja levantada, las gafas, la frase Can you smell what The Rock is cooking?, la parafernalia que esta desataba y la manera en que dominaba a la concurrencia cual director de orquesta) y habilidades en el ring que le ganaron a pulso el mote de “El campeón del pueblo”.
Ese apoyo inmensurable le abrió la perspectiva a Johnson y a los ejecutivos de Hollywood, quienes vieron que los alcances del luchador podían hacer lo propio en la industria del cine.
De esta manera, en 2001 La Roca apareció en su primera película, La momia regresa, en donde dio vida al Rey Escorpión, personaje que retomaría un año después en una cinta spin-off que llevó ese mismo nombre.
El Rey Escorpión fue una suerte de presagio de la abundancia económica que habría para Johnson en la siguiente década (le pagaron 5.5 millones de dólares, cifra récord para el primer protagónico de cualquier actor), pero en lo que llegaba o no la bonanza, tuvo que sortear los dosmiles a punta de determinación y perseverancia.
La Roca estaba decidido a triunfar en la pantalla grande, aún si ello significaba hacer en sucesión thrillers de acción de medio pelo, u olvidarse un poco de la dignidad y aparecer en cintas calibre Hada por accidente.
De pronto llegó una nueva década y con ella la película que cambiaría por siempre el peso de Johnson en Hollywood:Rápidos y furiosos 5in control (2011), la mejor de la saga, un delirante coctel de stunts y destrucción que sin problema podría colocarse como una de las mejores películas de acción de los últimos 10 años (detractores de RyF, no tienen idea de lo que se pierden).
Crítica y público estaban de acuerdo: La Roca le inyectó vitalidad a una franquicia cuya fórmula ya estaba desgastada para ese momento; su personaje fue uno de los mejores aspectos de la película y exigía a gritos ser parte integral de las secuelas venideras.
Un par de años después, Johnson apareció en G.I. Joe: El contraataque -también una secuela-, y así se confirmó lo que la quinta Rápidos apenas había sugerido: La Roca era un salvador de franquicias; su carisma y poder de atracción eran tales que la gente estaba dispuesta a abarrotar las salas de cine con tal de verlo sudar en una pantalla gigante.
Johnson siguió capitalizando su personaje de Rápidos y a la par continuó apareciendo en producciones originales que pueden presumir un saludable desempeño en la taquilla del mundo.
Terremoto: La falla de San Andrés, Moana, Jumanji: En la selva y Rampage: Devastación son solo algunos ejemplos -más allá de la obviedad de Rápidos y furiosos- para demostrar que La Roca se convirtió en su propia marca multimillonaria.
En 2016 fue el actor mejor pagado de Hollywood y en estos momentos se encuentra filmando Hobbs and Shaw, cinta spin-off de Rápidos que se centrará en su personaje y en el de Jason Statham (Vin Diesel desde hace mucho dejó de ser relevante en su propia franquicia).
La Roca es un emprendedor ideal, uno que refleja que carisma, determinación, esfuerzo, perseverancia y buenas decisiones son fundamentales en el camino al éxito, aun cuando se haya dejado atrás la zona de confort.
Cortesía: https://www.entrepreneur.com y Uriel Barco
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