Foto: Especial
Miguel Ángel Uriegas crea un universo con secuencias elaboradas y espectaculares; apuesta por la claridad de los objetivos y la honestidad en su desarrollo
El cine mexicano de animación, en cuanto a largometrajes se refiere, es muy poco y aunque predominan las buenas intenciones que logran algún buen impacto positivo en la taquilla —lo que no quiere decir que sean producciones bien logradas—, lo rescatable se puede contar con los dedos de una mano.
De los últimos años quizá sólo se podrían destacar esa disparatada reinvención del cine de luchadores llamada Campeones de la lucha, el interesante pero inconsistente drama ranchero Juan Escopetay, por supuesto, la muy decorosa adaptación de la tira cómica creada por los artistas Gis y Trino, Santos vs. la Tetona Mendoza; pero eso es todo. Una lamentable situación que sin embargo, pronto podría cambiar, y es que, aunque no se trata de la idea más original, El Ángel en el reloj, disponible en cartelera desde este fin de semana, resulta una muy agradable sorpresa.
Dirigida por Miguel Ángel Uriegas, realizada por los estudios Fotosíntesis Media, e impulsada por Grupo Mantarraya, esta película sigue los pasos de una niña enferma, que está convencida de que el paso del tiempo es el causante de la mayoría de los problemas y está decidida a detenerlo. Es entonces que un suceso extraordinario la lleva a sumergirse en un mundo alterno en donde todo gira en torno a los relojes. Ahí, entre mecanismos extravagantes, escenarios insólitos y criaturas fantásticas, aprenderá una lección sobre la importancia de no sólo vivir, sino de apreciar el momento.
Para el público adulto, desde un principio es más que evidente que la niña protagonista padece de cáncer, pero esto nunca se menciona durante todo lo que dura El Ángel en el reloj, lo cual se convierte en uno de sus principales aciertos, pues le ayuda a evitar caer en la literalidad y el drama excesivo y además refuerza su intención de reflejar el punto de vista de los niños.
Otro punto a favor es que aunque el humor es uno de los ingredientes principales, no hay un abuso de los chistes, pues sólo aparecen en el momento justo para equilibrar la aventura, que si bien recurre a la fórmula tradicional, también apuesta por la claridad de los objetivos y la honestidad en su desarrollo. En este caso no hay grandes alardes técnicos, ni falsas pretensiones, más allá de las de contar bien una historia, sostener una emotiva reflexión y funcionar como entretenimiento, y todo ello lo consigue.
“La música es del compositor Manuel Vázquez, con referencia en la música del videojuego de Final Fantasy 7, decidimos que sería sólo con orquesta y totalmente clásica, como se hace en la animación japonesa”
Miguel Ángel Uriegas
Director
La propuesta visual es simple, colorida y de trazos sencillos, pero dinámica y con un acabado de primera y sorprende con algunas secuencias tremendamente cinematográficas y otras muy espectaculares. Destaca el diseño de personajes que, aunque son arquetipos, tienen identidad y encajan a la perfección en un universo bien definido, plagado de símbolos y alegorías. Es cierto que algunas de las transiciones son un tanto abruptas, pero esto nunca afecta de forma considerable el desarrollo, que ofrece momentos divertidos, conmovedores y emocionantes por igual.
Mención aparte merece el villano en turno, cuya ambigua personalidad lo hace sumamente atractivo y sugerente, amén de que a través de él explotan muchas de las posibilidades que ofrece la animación tradicional en conjunción con el CGI.
Así, pues, sin ser una maravilla ni mucho menos, El Ángel en el reloj es una película animada bien lograda en términos generales —como muy pocas en la historia del cine mexicano—, inteligente y emotiva, tan entretenida para los niños, como reflexiva para los adultos, que en ambos casos la pasarán muy bien. Ojalá su trayecto por la cartelera comercial sea afortunado, pues además de sus ya mencionados aciertos, apoya la investigación del cáncer infantil, y su éxito sea un excelente augurio para la llegada de Ana y Bruno, de Carlos Carrera, que también es un acierto.
- El Dato: Se trata del primer proyecto de Fotosíntesis Media, agencia dedicada a crear contenidos audiovisuales con causa.
Cortesía: https://www.razon.com.mx y Jesús Chavarría
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