lunes, 26 de enero de 2015

Máscara vs Máscara

Es una sensación casi indescriptible la que se vive entre los luchadores cuando han firmado un contrato, que les ha llevado a una lucha de apuesta de máscara contra máscara. Las emociones son intensas y existe una combinación de estas que impactan como fuerte quebradora en la espalda.


No todos los luchadores están preparados psicológicamente para un encuentro de esta magnitud, es de imaginarse amable lector. Usted vea si no.

En la mayoría de los casos, los luchadores cuando se inician, entrenan y trabajan duro para alcanzar un lugar en la programación de las arenas, un lugar donde quieren demostrarle a la gente de lo qué están hechos.

Buscaron ya para ese momento una identidad, un nombre, un personaje teatral y lo trabajan hasta que la gente lo odie con intensidad, o lo idolatre con intensidad. Entonces han pasado, semanas, meses, años de trabajo, heridas, lesiones, trabajo, derrotas, victorias y más trabajo.

Después llega el momento decisivo.

El momento en que el gladiador ha tomado al toro por los cuernos y decide entonces, que su odio deportivo es enorme y quiere acabar con el rival o el mismo pensamiento de manera inversa. Se firma y se pacta la lucha, las emociones de los días son intensas, son contados, después la noche anterior al evento causa descargas de adrenalina mucho más intensas, por cualquier que fuera el resultado.

Y entonces llega el momento y día de la función y de los nervios a flor de piel y de las emociones que disfrutaran los verdaderos aficionados.

Porque usted amable lector, ha de saber que no importa si son luchadores de televisión de empresas o luchadores independientes, los verdaderos aficionados, esos que si saben y que no son villamelones, apoyan al luchador, van a verlo a la arena y ahí se quedan con él hasta el último momento.

Si se vive con intensidad una lucha de apuestas, en la caída final, el derrotado se quita la máscara y se la entrega al rival. Si la lucha fue muy buena los dos reconocen el talento del otro y entonces se destapan los datos de la incógnita del luchador, que perdió.

Cortesía: http://www.criteriohidalgo.com y Arturo Cruz

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