Tal como se los prometí, aquí tienen un fragmento del libro “BARQUISIMETO
EN PRIMERA PERSONA” de mi amigo el Dr. Alexander Moreno, el cual próximamente podrán
disfrutar en forma total, desde ya se los recomiendo, ya que tuve la
oportunidad de ver el máster del mismo y la verdad será toda una joya de
colección.
Deseo agradecer a mi gran amigo el Dr. Alexander Moreno, por
enviarme este material de interés para todo estudioso del tema, se aprecia de
verdad y seguramente les tendremos mas joyas como estas muy pronto.
Hoy les presento una de las partes que a todo aficionado de
la Lucha Libre le va a gustar muchísimo.
Como verán si cumplimos lo que prometemos y como les digo en
mi programa de Los Cronistas de la Lucha Libre, estén atentos ya que les
tenemos muchas sorpresas.
Bruno Bernasconi Castelli,
El Azote Venezolano
34.5.- VERSIÓN BARQUISIMETANA DE LA
LUCHA LIBRE MEXICANA
El cine mexicano de lucha libre mostraba a los Barquisimetanos, todo
género de “héroes” que volaban por sobre las cuerdas del cuadrilátero, usando
máscaras, capas con lentejuelas y muecas extravagantes. Los cines más populares de la ciudad agotaban
los boletos toda vez que masas completas de fanáticos acudían con apetito, a
ver al “Médico Asesino”, “Santo”, Wolf Rubinski y mil pancraciastas más. Así, los cines Ayacucho, Bolívar, Concordia,
Olimpo, Principal, El Rosal, Unión y otros, se transfiguraban en una suerte de
campos de mítines, habida cuenta el gentío que en éstos se reunía.
Cuando llega la televisión a Barquisimeto (más o menos en 1957) se abre
la esperanza para los fanáticos, de que llegue la lucha libre a la pantalla
chica. No fue sino hasta inicios de los
’60 cuando Venevisión hace realidad tal aspiración, contando con la narración
del larense Blas Federico Jiménez. En
esos mismísimos momentos, a algún barquisimetano se le ocurre expresar la
necesidad de organizar una troupe local
de lucha libre, aprovechando los patios de varios clubes instalados en el oeste
de la ciudad. Tal idea fue acogida por
varias comunidades; a saber: inmediaciones del Estadio Olímpico Lara, cercanías
de la Casa Sindical, adyacencias del Cuartel de Bomberos… Surgen así figuras que deslumbran a los
fanáticos habida cuenta sus talentos en la dimensión del pancracio… José Arrieche –“El Médico Asesino de Lara”-,
Freddy “Chico” Moreno, Marcial Pérez –“Águila Blanca”-, José Plinio Mata
–“Búfalo Larense”- y muchos otros.
La lucha libre de
factura barquisimetana se gesta, pues, en los ’50; se consolida en los ´60 y ve
el ocaso a principios de los ’70.
El
Médico Asesino de Lara aplica una palanca invertida al brazo del
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