viernes, 1 de junio de 2018

Homenaje a la Lucha del ¡Cuaz!

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Eran las batallas de botana en la época de bonanza de la arena México; en ellas surgieron figuras como El Perro Aguayo






La palabra Cuás  tiene diferentes significados. Puede ser las iniciales de Compañerismo, Unión, Apoyo y Seguridad:  CUAS, que se usa en los cursos para mejorar la relación de pareja.  
En Guatemala es común en cursos militares y significa “hermano mayor”.  Es utilizada en el ejército para identificar al compañero y amigo. En  el dialecto q’eqchi significa “ardilla”.
CUAZ,  con “z”,  tiene otros significados y abreviaturas. 
Lo que hoy quiero compartir con ustedes es lo que  conocí como  la lucha del ¡cuaz! En la década de 1970, cuando acompañaba a mi padre a la arena México, las entradas eran tan impresionantes —20 mil aficionados—  que la entonces la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL)  anunciaba después de la contienda  estrella la lucha del  ¡cuaz!, que era a una sola caída y con límite de 10 ó  15 minutos. 
Esto los hacían con el fin de  evitar aglomeraciones a la salida  y entretener al público para que la  multitud se dirigiera al estacionamiento o a la calle de manera más organizada.  
Era muy grato ver que a muchos aficionados les atrapaba esta lucha final y  en vez de salir de la función se quedaban a verlos, a pesar de que eran luchadores modestos o preliminares como César Silva, Milo Ventura, Tino Herrera, Rudy Palma, Sergio Borrayo, Leo López, Rodolfo Ruiz, Tony Sugar y mi maestro,  Rafael Salamanca,   entre muchos otros.  
Todos ellos  se entregaban al cien por ciento arriba del ring, con la esperanza de llamar la atención de la gente y de la misma empresa, en busca de algún día ser estelaristas. 
Estos encuentros  también eran conocidos como “la del desempance”, “la de apagar luces” o en el mejor de los casos “la súper estelar”.
Uno de los grandes luchadores que surgieron de este tipo de batallas  y que más llamaron  la atención  fue un novato que subía ataviado con un chaleco y unas botas de piel de chivo o de oveja, calzoncillo blanco y una larga cabellera negra. 
Era agresivo, entrón, muy carismático y en la mayoría de sus encuentros bajaba teñido de sangre. ¿Su nombre? Pedro El Perro Aguayo. 
Así fue como   El Perro Aguayo, Milo Ventura, Jonhy Lezcano y  hasta el Dandy trascendieron en las luchas del ¡cuaz! para convertirse en grandes estrellas de este bello deporte. 
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo

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