Las máscaras forman parte importante./Foto: Fernando Padrón
Un vuelo desde la tercera cuerda, una llave al oponente que se
puede revertir en contrallave, un personaje enmascarado que oculta la
identidad del ser humano, además de luces, colores y mentadas de madre
son parte importante para los apasionados de la Lucha Libre.
Este deporte en México como tal nació en 1933 por conducto de Salvador Luttherot González al crear la Empresa Mexicana de Lucha Libre, para dar cabida a esta atracción de observar a gladiadores rendir a su oponente a 2 de 3 caídas y sin límite de tiempo.
Como en todo deporte, según lo comenta el luchador guanajuatense Gallito Colorado, las personas que desean practicar Lucha Libre deben aprender hasta 5 tipos de lucha, entre ellas la olímpica, la lucha libre y algunas artes marciales.
“Quien diga que al ring se suben personas que no son deportistas, no sabe de Lucha Libre, porque para llegar a debutar siquiera debes pasar por varios años de entrenamiento para no resultar lastimado en las maniobras que se deben hacer para el público”, dijo el luchador Gallito Colorado.
El gusto por el pancracio, como también se le conoce a la Lucha Libre, sobre todo el México ha tenido un nivel alto de penetración en los estratos sociales medios y bajos, porque la fanfarria que envuelve una lucha entre el bien y el mal (rudos y técnicos) envuelve la vida cotidiana de los que menos poseen.
La Lucha Libre en el cine
Además el cine, es otro de los atractivos que han hecho de este deporte el más popular del país, pues como no recordar a aquel enmascarado de plata, que lo mismo pelaba en las arenas de todo la república, que contra monstruos, vampiros y hasta momias.
“Todo es un espectáculo en la Lucha Libre, desde enojarse porque el rudo está haciendo trampas para ganar, o apoyar al técnico para que saque su mejor llave y gane la pelea, esa es la emoción que la Lucha Libre transmite a la gente”, manifestó Gallito Colorado.
Aunque todo puede parecer mágico en este espectáculo, algo de lo que pocos hablan, pero que en los luchadores está presente es el riesgo de perder la vida en los encordados, pues ha sucedido, pero también el poco salario que reciben en funciones de provincia.
Al igual que la misma sociedad, la Lucha Libre se puede clasificar por el poder económico que derrama en sus trabajadores, por lo cual hay empresas como AAA o CMLL que pueden pagar hasta 50 mil pesos a un luchador por pelea, mientras en otras latitudes algunos ganan 200 pesos.
“Lo difícil de la Lucha Libre en este momento es que la gente tampoco tiene dinero, y por eso en algunas arenas pequeñas de provincia, a los luchadores se les paga poco o a veces nada, entonces es arriesgar la vida sólo por amor este deporte”, comentó Gallito Colorado.
Montar un espectáculo como este, dice el luchador, no es tan costoso como pareciera, pues un ring (la parte más importante del espectáculo) cuesta unos 50 mil pesos y puede tener una vida útil (dando mantenimiento preventivo) de hasta 20 años.
“Lo que pasa muchas veces es que no puedes poner los boletos muy caros porque la gente no va, entonces al poner precio bajos los que terminan resintiendo esto somos los luchadores, donde el algunas ocasiones sólo trabajamos por gusto”, comentó el Gallito Colorado.
Mientras empresas, como la internacional WWE, pueden tener una facturación anual de 485 millones de dólares, pequeñas empresas de México apenas alcanzan para mal pagar a sus luchadores, por ello Gallito Colorado señala la necesidad de darle más plusvalía a este deporte.
“En todos lados hay talento, bueno en algunos los promotores ponen gente sin experiencia a luchar pero eso sólo lo hacen para ganar dinero ellos, pero quienes de verdad luchamos no creemos que debamos ganar tan poco, porque el riesgo allá arriba es mucho, pero mientras la gente no tenga dinero esto no va a cambiar mucho”, señaló el luchador.
Para nadie es un secreto que la Lucha Libre se apoye en la teatralidad para generar un espectáculo, sin embargo para los propios luchadores este deporte es su pasión y vida, donde pueden ser aquel ser misterioso que a diario arriesga su vida y físico para dar alegría a la gente aun sin recibir una compensación monetaria adecuada.
Este deporte en México como tal nació en 1933 por conducto de Salvador Luttherot González al crear la Empresa Mexicana de Lucha Libre, para dar cabida a esta atracción de observar a gladiadores rendir a su oponente a 2 de 3 caídas y sin límite de tiempo.
Como en todo deporte, según lo comenta el luchador guanajuatense Gallito Colorado, las personas que desean practicar Lucha Libre deben aprender hasta 5 tipos de lucha, entre ellas la olímpica, la lucha libre y algunas artes marciales.
“Quien diga que al ring se suben personas que no son deportistas, no sabe de Lucha Libre, porque para llegar a debutar siquiera debes pasar por varios años de entrenamiento para no resultar lastimado en las maniobras que se deben hacer para el público”, dijo el luchador Gallito Colorado.
El gusto por el pancracio, como también se le conoce a la Lucha Libre, sobre todo el México ha tenido un nivel alto de penetración en los estratos sociales medios y bajos, porque la fanfarria que envuelve una lucha entre el bien y el mal (rudos y técnicos) envuelve la vida cotidiana de los que menos poseen.
La Lucha Libre en el cine
Además el cine, es otro de los atractivos que han hecho de este deporte el más popular del país, pues como no recordar a aquel enmascarado de plata, que lo mismo pelaba en las arenas de todo la república, que contra monstruos, vampiros y hasta momias.
“Todo es un espectáculo en la Lucha Libre, desde enojarse porque el rudo está haciendo trampas para ganar, o apoyar al técnico para que saque su mejor llave y gane la pelea, esa es la emoción que la Lucha Libre transmite a la gente”, manifestó Gallito Colorado.
Aunque todo puede parecer mágico en este espectáculo, algo de lo que pocos hablan, pero que en los luchadores está presente es el riesgo de perder la vida en los encordados, pues ha sucedido, pero también el poco salario que reciben en funciones de provincia.
Al igual que la misma sociedad, la Lucha Libre se puede clasificar por el poder económico que derrama en sus trabajadores, por lo cual hay empresas como AAA o CMLL que pueden pagar hasta 50 mil pesos a un luchador por pelea, mientras en otras latitudes algunos ganan 200 pesos.
“Lo difícil de la Lucha Libre en este momento es que la gente tampoco tiene dinero, y por eso en algunas arenas pequeñas de provincia, a los luchadores se les paga poco o a veces nada, entonces es arriesgar la vida sólo por amor este deporte”, comentó Gallito Colorado.
Montar un espectáculo como este, dice el luchador, no es tan costoso como pareciera, pues un ring (la parte más importante del espectáculo) cuesta unos 50 mil pesos y puede tener una vida útil (dando mantenimiento preventivo) de hasta 20 años.
“Lo que pasa muchas veces es que no puedes poner los boletos muy caros porque la gente no va, entonces al poner precio bajos los que terminan resintiendo esto somos los luchadores, donde el algunas ocasiones sólo trabajamos por gusto”, comentó el Gallito Colorado.
Mientras empresas, como la internacional WWE, pueden tener una facturación anual de 485 millones de dólares, pequeñas empresas de México apenas alcanzan para mal pagar a sus luchadores, por ello Gallito Colorado señala la necesidad de darle más plusvalía a este deporte.
“En todos lados hay talento, bueno en algunos los promotores ponen gente sin experiencia a luchar pero eso sólo lo hacen para ganar dinero ellos, pero quienes de verdad luchamos no creemos que debamos ganar tan poco, porque el riesgo allá arriba es mucho, pero mientras la gente no tenga dinero esto no va a cambiar mucho”, señaló el luchador.
Para nadie es un secreto que la Lucha Libre se apoye en la teatralidad para generar un espectáculo, sin embargo para los propios luchadores este deporte es su pasión y vida, donde pueden ser aquel ser misterioso que a diario arriesga su vida y físico para dar alegría a la gente aun sin recibir una compensación monetaria adecuada.
Cortesía: http://www.am.com.mx y FERNANDO MARTÍNEZ PADRÓN
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