"Hay hombres que luchan un día y son buenos,
hay hombres que luchan un mes y son mejores,
hay hombres que luchan un año y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan todos los domingos.
¡Esos son los chidos!
¡Santo, el enmascarado de plata!
El grupo mexicano de rock Botellita de Jerez inmortalizó a Rodolfo Guzmán Huerta cuando le compuso "El Guacarock del Santo", una canción dedicada al ícono de la lucha libre y el folclor mexicano. Un hombre que nació en el humilde poblado de Tulancingo, en el estado de Hidalgo, y decidió ganarse la vida a base de golpes, llaves, candados y lances desde la tercera cuerda.
Aunque comenzó su carrera usando nombres como "Rudy Guzmán", "El Hombre Rojo", "El Enmascarado", "El incógnito", "El Demonio Negro" y "El Murciélago II", Guzmán Huerta debutó como "El Santo" el domingo 26 de julio de 1942 al pisar el sagrado ring de la Arena México, el recinto más importante del país para practicar el deporte-espectáculo de los costalazos.
A 75 años de esa fecha, El Santo sigue siendo parte esencial de la cultura mexicana. Lo que el enmascarado de plata hizo en los encordados llegó también al mundo de los cómics y al cine.
La máscara plateada protegió la identidad del superhéroe de carne y hueso mexicano que enfrentó a momias, mujeres vampiro, monstruos y otros malvados que amenazaban la tranquilidad de los mexicanos.
Generaciones pasadas se emocionaron al ver a las criaturas con disfraces de tela y cartón que caminaban en cuevas llenas de murciélagos colgando de un hilo, así como laboratorios que lucían impactantes con el humo del hielo seco. Esos efectos especiales y ambientaciones muy "a la mexicana" siguen cautivando al público nacional e internacional.
La lucha libre y las personas que en la actualidad comen gracias a ella también le deben mucho al personaje que encarnó Rodolfo Guzmán Huerta.
*Foto: Vanguardia.
Su máscara es símbolo universal de lo que es la lucha libre mexicana. Sus audaces movimientos y presencia sobre el ring, además de su amabilidad a la hora de convivir con sus fans, lo convirtieron en un ídolo que, a pesar de haber perdido la vida el 5 de febrero de 1984, sigue vigente.
En Asia, Europa y el resto de América se sabe que la máscara representa a los gladiadores mexicanos gracias a él. El público admira los movimientos de los luchadores de este país porque ellos se han encargado de seguir evolucionando eso que El Santo llevó a todo el mundo.
*Foto: De10.
El Santo. El bueno. El bien.
Blue Demon. Demonio. El Malo.
No podría existir el uno sin el otro. Gracias a ellos la eterna lucha del bien contra el mal llegó a los cuadriláteros y la rivalidad de ideologías traducida en rudos contra técnicos es la que mantiene con vida al arte del pancracio nacional.
Aquél mexicano que diga no conocer a El Santo, miente.
*Video: Youtube, TVC Deportes.
Gracias, enmascarado de plata, por defendernos de las amenazas monstruosas de cartón, engrudo y papel maché.
Gracias por hacer que la lucha libre de este país se convirtiera en un símbolo de identidad alrededor del mundo.
A 75 años, te seguimos recordando. Y nosotros, los que disfrutamos tus películas, nos encargaremos de que las nuevas generaciones te admiren.
Cortesía: https://news.culturacolectiva.com
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