A sus 62 años expresó que está muy contento con su labor ahora de quiropráctico y osteópata, de la cual sostiene sus gastos y los de su esposa. (Foto: Javier Chávez/El Heraldo de Tabasco)
Villahermosa, Tabasco.- A lo largo de 40 años, la lucha libre mexicana pasó de ser un espectáculo familiar a uno lleno de violencia extrema, propiciando que muchos pioneros de este deporte optaran por colgar sus máscaras y dedicarse a otros oficios. Tal es el caso de Nahum Aguilar Zapata, conocido en los cuadriláteros como El Rayo Vengador Jr., que desde hace cinco años prefirió dedicarse a la quiropráctica y osteopatía.
Fue hace 41 años, en 1977, cuando Nahum hizo su debut en el ring de lucha del Palacio de los Deportes bajo el nombre de Rayito, hijo de una leyenda de la lucha tabasqueña El Rayo Vengador. No obstante, tras el retiro de su padre en los años 80’ adoptó el nombre de El Rayo Vengador Jr.
Padre de tres hijos, este reconocido luchador brilló sobre el cuadrilátero por al menos 25 años, sin embargo, compartió con este medio de comunicación que de los años 60’ al 2000 el deporte sufrió una trasformación paulatina que le sumó tintes de violencia extrema, incitada por los mismos promotores en el afán de ganar una mayor audiencia.
“Eso se lleva en la sangre, pero cuando yo me retiro lo hago porque la lucha libre pasó a otro termino, a otras cosas, ya no se hacía como antes. Anteriormente era lucha libre cuerpo a cuerpo, mano a mano, llaves y contra llaves, pero ya ahorita prácticamente entró lo que son las maromas, teatro, mucha violencia que anteriormente no, llego al extremo”, indicó.
A lo que continuó: Un niño que está viendo que le pegan un tubaso a otra persona, va y se lo hace a su hermanito, lo lastima, en aquellos tiempos no, porque se hacía en la lona y no había tantas cosas como ahora. Como toda evoluciona la lucha libre también hizo una evolución, pero le quitó la esencia de en verdad era.
Ante ello, El Rayo Vengador Jr. se retiró de las arenas de lucha en el 2004, dando pie a una nueva etapa en la vida de Nahum como quiropráctico y osteópata, pues además de sus conocimientos profesionales -los cuales adquirió combinando su trabajo como vendedor de pozol en el Espejo I- también obtuvo experiencia en su camino como luchador.
“Fui comerciante y tuve un expendio de pozol la bebida tradicional de Tabasco, lo tenía en la colonia El Espejo I, la tuve durante 18 años, pero estando allá estudie lo que es quiropráctica y osteopatía, trabajaba y estudiaba a la vez, hasta que termine mis estudios , me recibí y es lo que estoy ejerciendo desde hace cinco años”, apuntó.
A sus 62 años, este personaje de la lucha libre guarda un gran amor y respeto por este deporte, sin embargo, expresó que está muy contento con su labor ahora, de la cual sostiene sus gastos y los de su esposa, que lo ha acompañado en su trayecto hacia el triunfo como El Rayo Vengador Jr. y ahora como quiropráctico y osteópata.
“Hay que ser disciplinado tanto en el sistema deportivo como el personal, para llegar a tener un éxito y enfocarse en lo que uno quiere y puede hacer”, concluyó.
Cortesía:https://www.elheraldodetabasco.com.mx y Raquel May Olán
yo lo conosco xd
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