Personalidades de la lucha libre expusieron sus
puntos de vista sobre la muerte de El Hijo del Perro Aguayo. Fotos:
Eduardo Jiménez Fernández
Luchadores examinaron en
Excélsior Televisión que el fallecimiento de El Hijo del Perro fue un
accidente que muestra el peligro que conlleva dedicarse a su profesión
Leyendas y especialistas de la lucha libre mexicana acudieron a Excélsior para
hablar sobre la muerte de El Hijo del Perro Aguayo, sucedida el viernes
13 de marzo en Tijuana, sobre las condiciones en que actualmente
trabajan, las exigencias del público y la preparación de los
gladiadores.
Máscara Año 2000, El Fantasma, Ray Mendoza Jr. y Rey Infierno
coincidieron en que la muerte de El Hijo del Perro Aguayo fue un
accidente que demuestra los riesgos de este deporte y se quejaron de que
un espectáculo luchístico pueda considerarse una pantomima.
“Quedó comprobado que la lucha libre no es juego como mucha gente pensaba. La lucha libre es un deporte de verdad, con sus reglamentos. Quedó claro que quien quiera ser luchador debe prepararse al 100 por ciento y aun así se corre el riesgo de llegar hasta la muerte. Queda el mensaje para los niños, de que no imiten nuestras maniobras porque son muy peligrosas”, advirtió Máscara Año 2000, integrante de los Hermanos Dinamita.
“Yo pienso que ya es una situación del destino. ¿Cuántas patadas voladoras aplicamos en una lucha?”, dijo Ray Mendoza Jr, antes Villano V. “Es increíble que a partir de unas patadas voladoras pueda haber una segmentación medular”, lamentó sobre lo sucedido a Aguayo Jr.
El Fantasma, presidente de la Comisión de Lucha Libre del Distrito Federal, coincidió en el deslinde de culpas y fue más allá al hacer un llamado a que los luchadores estén bien preparados. “Todos mis movimientos deben estar bien hechos, pero para eso se lleva mucho tiempo.
Para ser luchador profesional a mí me dejaron hasta los cuatro años. Uno de mis profesores fue el Villano I, un gran luchador olímpico. Yo estuve entrenando más de una año con él y cuando vieron que ya sabía, me llevaron a la Arena México a entrenar la lucha libre profesional. Mínimo te aventabas unos tres años y medio entrenando; ahora, desgraciadamente, hay muchos jóvenes que se dedican a hacer más acrobacias que a luchar”, lamentó.
Roberto López Olvera, narrador de lucha libre de Grupo Imagen Multimedia, consideró que el estilo acrobático de la lucha actual es producto de su evolución e hizo un llamado a cuidar las condiciones en que se llevan a cabo las funciones. “La lucha libre ha evolucionado, ha dejado de ser a ras de lona y se ha vuelto una lucha libre espectáculo, con mayores riesgos”, afirmó. “La situación lamentable que sucedió en Tijuana es una pena que nos pone con un mayor grado de atención en la parte médica, sabemos que hay empresas serias con todas las condiciones para reaccionar, pero hay lugares donde no sucede así”, advirtió.
La visión joven de la mesa la aportó Rey Infierno, quien se pronunció por respetar los reglamentos y evitar caer en descalificaciones eufóricas o exceso de reglamentación en la organización de funciones. “En el entorno de la lucha libre ya está puesto todo, las leyes y reglamentos, sólo hay que seguirlos. Las personas involucradas saben a lo que se atienen cuando van a hacer una función, no hay más que saber los riesgos que uno enfrenta y saber que uno está expuesto a estas circunstancias”, dijo.
Los especialistas rechazaron la manera en que se ha culpado a Rey Mysterio Jr. por el incidente y concluyeron que El Hijo del Perro debe ser recordado como un hombre que fue capaz de continuar la dinastía de su padre. “No era acróbata, era luchador”, finalizó Máscara Año 2000.
“Quedó comprobado que la lucha libre no es juego como mucha gente pensaba. La lucha libre es un deporte de verdad, con sus reglamentos. Quedó claro que quien quiera ser luchador debe prepararse al 100 por ciento y aun así se corre el riesgo de llegar hasta la muerte. Queda el mensaje para los niños, de que no imiten nuestras maniobras porque son muy peligrosas”, advirtió Máscara Año 2000, integrante de los Hermanos Dinamita.
“Yo pienso que ya es una situación del destino. ¿Cuántas patadas voladoras aplicamos en una lucha?”, dijo Ray Mendoza Jr, antes Villano V. “Es increíble que a partir de unas patadas voladoras pueda haber una segmentación medular”, lamentó sobre lo sucedido a Aguayo Jr.
El Fantasma, presidente de la Comisión de Lucha Libre del Distrito Federal, coincidió en el deslinde de culpas y fue más allá al hacer un llamado a que los luchadores estén bien preparados. “Todos mis movimientos deben estar bien hechos, pero para eso se lleva mucho tiempo.
Para ser luchador profesional a mí me dejaron hasta los cuatro años. Uno de mis profesores fue el Villano I, un gran luchador olímpico. Yo estuve entrenando más de una año con él y cuando vieron que ya sabía, me llevaron a la Arena México a entrenar la lucha libre profesional. Mínimo te aventabas unos tres años y medio entrenando; ahora, desgraciadamente, hay muchos jóvenes que se dedican a hacer más acrobacias que a luchar”, lamentó.
Roberto López Olvera, narrador de lucha libre de Grupo Imagen Multimedia, consideró que el estilo acrobático de la lucha actual es producto de su evolución e hizo un llamado a cuidar las condiciones en que se llevan a cabo las funciones. “La lucha libre ha evolucionado, ha dejado de ser a ras de lona y se ha vuelto una lucha libre espectáculo, con mayores riesgos”, afirmó. “La situación lamentable que sucedió en Tijuana es una pena que nos pone con un mayor grado de atención en la parte médica, sabemos que hay empresas serias con todas las condiciones para reaccionar, pero hay lugares donde no sucede así”, advirtió.
La visión joven de la mesa la aportó Rey Infierno, quien se pronunció por respetar los reglamentos y evitar caer en descalificaciones eufóricas o exceso de reglamentación en la organización de funciones. “En el entorno de la lucha libre ya está puesto todo, las leyes y reglamentos, sólo hay que seguirlos. Las personas involucradas saben a lo que se atienen cuando van a hacer una función, no hay más que saber los riesgos que uno enfrenta y saber que uno está expuesto a estas circunstancias”, dijo.
Los especialistas rechazaron la manera en que se ha culpado a Rey Mysterio Jr. por el incidente y concluyeron que El Hijo del Perro debe ser recordado como un hombre que fue capaz de continuar la dinastía de su padre. “No era acróbata, era luchador”, finalizó Máscara Año 2000.
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