El chihuahuense representó a Frankenstein por más de una década
Chihuahua, Chihuahua.- Con una gran sonrisa y el orgullo de saberse uno
de los mejores exponentes del pancracio mexicano en los años setenta, el
chihuahuense Gabriel Yapor recuerda la época en que dio vida a
Frankenstein, un fenómeno de la lucha libre en el país.
No hay
palabras que describan con precisión el sentimiento que don Gabriel
intenta plasmar al recordar una a una el sinnúmero de anécdotas que en
su mente guarda, con los ojos iluminados, como si fuera aquel día en que
decidió darle vida a uno de los personajes que cautivó al mundo de la
lucha libre mexicana, muestra sus fotos, los programas de lucha y vuelve
a vivir cada instante en que se personificó y dio diversión a un mundo
de fantasía, y que ha logrado trascender a través de ya más de 40 años
de distancia.
Próximo a cumplir 86 años de edad el 18 de julio,
con los recuerdos frescos y más lúcido que nunca, Yapor Frías relata sus
andanzas por deportes como el beisbol y basquetbol, donde compartió con
grandes exponentes de este deporte, como el olímpico José "Pistolas"
Meneses (+), sin embargo, en ninguno brilló tanto como en la lucha
libre.
"Yo nací aquí en Chihuahua, pero a los seis meses de edad
me fui a vivir a Estados Unidos, donde también estudié, cursé mi
Universidad en El Paso, Texas, donde jugué basquetbol y beisbol; a mi
regreso a México practicaba mucho deporte, sobre todo en la Guay (YMCA);
yo he sido guayero toda mi vida, y ahí empecé a jugar basquetbol con
los Dorados", comienza su anecdotario.
"Comencé mi negocio con
cines en Nombre de Dios y Cuauhtémoc, lo cual me quitaba mucho tiempo,
estaba yo muy ocupado, lo que me alejó del deporte y me hizo que me
dedicara a otras cosas, como promotor, traía peleas al gimnasio San
Pedro, entre otras cosas", relata.
"Me enfermé de gravedad y tuve
que ser intervenido, el médico me recomendó activación física y dejar
el negocio de los cines por que el estrés me estaba matando, así que
comencé un espectáculo de monstruos de Hollywood, se trataban de cinco
monstruos con los que viajaba por todo el país, para esas épocas
continué siendo promotor, estamos hablando de los años 60, gracias a
esta actividad tenía relación con Jesús Torres, quien era luchador, así
como con los hermanos Zuany, Antonio, uno de ellos, me invitó a
activarme físicamente con ellos, yo acepté y en poco tiempo surgió la
idea de hacerme luchador, al inicio me parecía una locura, luego lo
fuimos hablando, un día me preguntó Jesús que si fuera luchador cómo me
llamaría, y se me ocurrió el personaje de Frankenstein, pues ya tenía yo
todo el vestuario y en poco tiempo ya entrenaba para debutar, claro, en
el bando rudo, por la naturaleza del personaje", detalla.
A sus
40 años, Frankenstein apareció en los enlonados, en lo que fue un
emocionante debut, la gente de inmediato se impresionó con el personaje,
los 1.90 metros y la manos más grandes que una raqueta combinaron a la
perfección con un disfraz muy apegado al personaje que don Gabriel no
sospechaba sería histórico y determinante en su vida.
"Luego de
esa función y de otras, me mandaron una carta para invitarme a una gira
por Pachuca, Tamaulipas, la Ciudad de México y Toluca, al principio yo
estaba escéptico, pero terminé por aceptar; la verdad me fue muy bien",
recuerda.
"Durante esa gira conocí al Copetes Guajardo, quien me
invito a la Plaza Monumental de Monterrey, para ese entonces yo ya
estaba emocionado por cómo me estaba yendo, me vestía desde el hotel
porque tenía que ser desconocido, cuando íbamos llegando vi mucha gente
afuera y le comenté al Copetes que si iba a haber gentecita, me
respondió de inmediato: ¿gentecita? la plaza está a reventar, esta es la
que se quedó afuera, yo estaba muy sorprendido y emocionado a la vez",
cuenta entre risas.
"Otra de las plazas donde siempre me gustó
luchar fue en Tamaulipas, en Tampico Madero, donde había llenos
increíbles. En una ocasión me tocó contra los gemelos Diablo en esa
plaza, como era costumbre, yo entré ya caracterizado, fue una gran lucha
y para variar salí ganador, la gente se enojó mucho porque le gané a
los gemelos y al bajar del ring se me vino encima, fue un momento muy
difícil, porque incluso la seguridad que había contratado el empresario
sólo miraba cómo la gente amenazaba con lincharme, rápido pensé que
hacer, y en lugar de huir decidí afrontarlos sin perder para nada mi
personificación, de manera lenta y con los brazos estirados, como era un
estilo al realizar mi rutina, me fui contra la gente, que al veme se
quedó paralizada y poco a poco se replegó, algunos incluso salieron
corriendo hasta la calle", cuenta muy animado.
"Algunos se
quedaron afuera a esperar que saliera, por lo que decidimos que me
cambiara en un lugar que tenían a las afueras de la plaza unos
trabajadores para que no me siguieran al hotel, la gente que me esperaba
se dio cuenta y comenzó apedrear hasta que tiró la puerta, me tuve que
quedar ahí por mucho tiempo para poder salir, el empresario me dijo que
ya no iba a regresar a Tampico, que era un verdadero peligro para mí, yo
le respondí que no había problema, entonces acordamos que me vestiría
en el camerino de los técnicos y de ahí entraría y saldría y acostumbré
irme a las gradas para espantar al público cada vez que podía, y eso
hizo aún más exitosas mis presentaciones, pues la gente en verdad me
tenía mucho miedo", agregó.
"Compartí el ring con muchas
figuras, en Monterrey lo hacía seguido con luchadores como el Tarzán
Guerrero y el Vikingo, entre otros; yo no era para nada joven, llegaba a
tener por semanas una lucha por día y eso poco a poco me fue mermando
en lo físico, con lesiones en las rodillas y en brazos que me fueron
cansando y luego de poco más de 10 años comencé a pensar en no luchar
más", comentó.
"Alguien que en ese tiempo era muy famoso y con
quien entablé muy buena amistad fue El Solitario, quien cuando le conté
mis planes de retirarme me propuso hacerlo en el estadio Jalisco, en un
máscara contra máscara, asegurando que la llenaríamos; yo lo vi muy
convencido y accedí, sólo le pedí tiempo para descansar mis lesiones, lo
que aceptó y comenzamos a programarlo", señaló.
"Cuando por fin
me decidí y ya le poníamos fecha, el Solitario se lastimó la columna
vertebral durante una función; era una lesión que no se había cuidado
bien, por lo que tuvo que ser intervenido, no soportó la anestesia y
murió durante la cirugía, por lo que ya no pudimos realizar la función",
"Ese mismo año, 1986, el juarense Gori Guerrero, con quien
llevaba una amistad de años, me invitó a pelear en Ciudad Juárez, yo le
dije que ya no estaba para esos trotes y me contó de un japonés, creo
que se llamaba Tawaka, quien medía 2.05 metros y le estaba ganando a
todos, lo quería enfrentar conmigo, pues iba a ser un éxito en la
taquilla, no estaba muy convencido, pero al final acepté y, para mi
sorpresa, le gané. Todavía duré algunos meses luchando en Juárez, hasta
que al final decidí ya no hacerlo más y me fui así como llegué, de
pronto", dijo.
Frankenstein compartió el cuadrilátero con
luchadores como el Rayo de Jalisco, Mil Máscaras, Blue Demon,
Cavernario, El Santo, Doctor Wagner, entre muchos otros, luciendo
siempre en cada escenario donde fue solicitado.
"Alguna vez el
Santo me invitó a formar parte de una película con él, sin embargo al
hablar de dinero me dijo que me iba a hacer famoso, yo me reí y sólo
quedó en eso", recordó.
"En mi tiempos me tocó ver muchas
lesiones, algunas graves, otras no tanto, te puedo decir que lo que le
pasó al Hijo del perro Aguayo, que fue muy lamentable, no fue sólo lo
que ese día en Tijuana pasó, él ya debía estar tocado o resentido de esa
zona y fue sólo resultado de lo que te expones cada vez que sales a
luchar, finalizó.
De cerca:
Nombre: Gabriel Yapor Frías
Estatura: 1.90 metros
Edad: 85 años
Deporte: Lucha libre
Categoría: Peso completo
Seudónimo: Frankenstein
Cortesía: http://www.oem.com.mx y Alexandro Güereque
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