sábado, 5 de septiembre de 2015

El Santo, una marca




Además de ser una gran estrella del cine, fue también el nombre de una leche "Santo Milk" y ahora lo será de un mezcal

Como siempre le doy las gracias a mi amiga la Dra. Janeth Peñafiel por el mandarme la columna de nuestro común amigo El Hijo del Santo, para compartirla con todos ustedes.
 
En el tiempo en que mi padre,  Santo, El Enmascarado de Plata, estaba lleno de actividades como la lucha libre, el cine, la historieta y  la televisión,  siempre había personas que le sugeríamos hacer diferentes negocios.
Y él, con la caballerosidad que lo caracterizaba siempre,  contestaba: “Yo pongo el nombre y el personaje y tú consigue la inversión”. Fue así que algunos negocios se concretaron. 
Uno de ellos fue por iniciativa de su gran compañero y amigo, Gory Guerrero, quien radicaba en el Paso, Texas, y contactó a una empresa productora de lácteos y le sugirió lanzar un producto que tendría enorme éxito entre la comunidad latina.
Así apareció en todos los supermercados y tiendas Santo Milk, logrando buenas ganancias para mi padre, la empresa y para Gory Guerrero. 
Siempre he pensado que a mi padre le faltó tiempo para comercializar su personaje y alguien con la visión de hacerlo. Cuando me lo entregó me dijo con mucha seguridad: “Cuida este personaje, es tu patrimonio,  con él podrás hacer buenos negocios y te dará muchas satisfacciones”.
Afortunadamente,  con el paso de los años he logrado hacer de El Santo una marca y siempre analizamos qué es conveniente y qué no.
¿Por qué lanzar un mezcal? Ésa  es la pregunta de mucha gente y de los medios de comunicación. Siempre que voy a dar un paso, pienso en lo que mi padre diría si viviera y sé que estaría muy complacido con el lanzamiento de un mezcal llevando su imagen o, más bien, nuestra imagen. 
Las razones son muchas y empezaré por decirles que el personaje de El Santo es parte de nuestra cultura popular mexicana y  tiene una tradición de 73 años. Con el trabajo que mi padre realizó  en su momento y con el mío, apoyado por mi  gran equipo de trabajo —en realidad consta sólo de mi mánager—, logramos que esta máscara plateada sea un símbolo que representa orgullosamente a México en todo el mundo.
Así mismo, el mezcal es una bebida milenaria que forma parte de nuestra historia y se produce en casi todos los lugares de México donde hay agaves. 
Como tantas otras bebidas alcohólicas nació no sólo cerca del ceremonial y la fiesta, sino también cerca de los remedios y de la medicina. En la medicina tradicional el mezcal, como el alcohol de caña, se utiliza para asperjar, sobar y limpiar. Con él se bendicen también las milpas, las construcciones y las cruces.
La unión de esta bebida con la imagen de un personaje querido y respetado fue una excelente idea porque no estoy promoviendo que la gente beba, estoy promoviendo una bebida que representa nuestras raíces.
Otro motivo sumamente importante es brindar apoyo a comunidades que necesitan vender su producto. Nuestro mezcal es originario de San Luis del Río, Oaxaca, y mi personaje es una plataforma para que estas personas puedan dar a conocer su producto que tiene como característica ser joven, 100 por ciento  maguey espadín, cuyos hornos son cónicos cubiertos por piedra y se utiliza madera de encino para su fermentación.
Es un producto orgánico, con calidad de exportación y algo muy importante:  somos una empresa sustentable.  Para su venta tenemos contemplados países como Holanda, España, Inglaterra, Japón y China; las  ganancias serán también para esta comunidad de productores.
Con mi marca hemos logrado generar diferentes fuentes de trabajo y un claro ejemplo es en esta comunidad de Oaxaca. En este mes patrio ya pueden adquirirlo,  ya sea como regalo o para degustarlo y así contribuir con los artesanos del agave nacional.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
  
El Hijo del Santo

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