Bellezas enmascaradas gustan de tradición navideña.
La
Navidad no volverá a ser igual en la lucha libre mexicana. Cuatro
bellezas enmascaradas cambiaron sus equipos de lucha para convertirse en
atractivas Santa Clós que regalarán sonrisas y buenos deseos a sus
fieles seguidores.
Recién llegada de su exitosa gira por Japón, la impactante Star Fire aceptó que poner el arbolito, dar y recibir regalos la satisface, “es hermoso compartir con la familia y pasar momentos agradables con la gente que te quiere”.
Madre de un pequeño de tres años, Fire lamenta que se hayan ido perdiendo las tradiciones de esta época pero lucha para que su hijo las disfrute, “sería algo bonito que se reviva todo eso, mi niño es pequeño pero me encantaría que lo viviera”.
En lo personal, termina el año con una sonrisa contagiosa: “Cumplí la meta de luchar en Japón gracias a WWS y Stardom, y sé que es el inicio de muchos éxitos en las lucha libre. Quiero demostrar que cuando se desea algo no hay obstáculo para lograr tus sueños. Tardé un poco pero empiezo a recoger los frutos del trabajo”.
Vanely
Quien tampoco puede ocultar la emoción tras un regreso triunfal a los cuadriláteros es Vanely. Luego de un retiro profesional de los encordados volvió hace unos meses para confirmar su calidad como esteta. “Es algo que quiero festejar en familia, tener un momento para acercarnos y celebrar la oportunidad de estar juntos”.
La científica reconoció que no tenía en mente volver a la lucha tan pronto pero no se irá de ella hasta consagrarse: “Me siento satisfecha, siempre he tenido grandes oportunidades y este año fue espectacular en la lucha. Hay que buscar que la lucha femenil crezca. Entrenar mucho, el deporte está muy abajo en la rama femenil pero está en nuestras manos demostrar que hay calidad para que la gente se convenza de nuestro trabajo”.
Lady Dragon
Reto que acepta Lady Dragon no sin antes compartir qué disfruta más de las fiestas de fin de año: “Que no hay dieta. Eso sí sólo entro a la cocina a comer. La verdad es que son días especiales. Recuerdo uno en el que me reuní con toda la familia, fue el mejor regalo y espero que se repita esta vez”.
Arumi La que de plano no pudo negar su gusto por la pachanga fue Arumi, “así es, me gusta la Navidad por las fiestas, romper la piñata, el ponche, en general estar con la familia, pedir posada y andar con la velita por la calle”.
Ella también acaba de regresar a luchar y sabe que debe esforzarse al doble en los entrenamientos para alcanzar a sus compañeras de aventura luchística en el 2015.
“Hay que trabajar para no quedarnos en las primeras luchas, podemos dar más esfuerzo que los hombres pero no con palabras sino con hechos en el ring”.
Cortesía: EL UNIVERSAL / MÉXICO, DF
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