"En
esta época en que la maldad de los hombres busca su propia destrucción,
él estará siempre al servicio del bien y la justicia."
Un superhéroe de carne y hueso rodeado siempre de bellas y atrevidas
mujeres. Ya fuera luchando contra brujas y profanadores de tumbas o salvando al
mundo de las temibles momias de Guanajuato. Lo mismo en automóviles que ahora
son clásicos y usando una tecnología muy avanzada para su tiempo. Siempre luchando
a puño limpio, Santo, el enmascarado de plata es una leyenda que al paso de los
años sigue vigente en el corazón de sus admiradores.
Si bien el séptimo arte catapultó al Santo a la fama internacional, convirtiéndolo
en una leyenda del cine de culto de clase B, fue la lucha libre donde se forjó
el personaje. Antes que estrella de cine, el enmascarado de plata fue estrella
del mundo de las llaves y contrallaves y de los lances acrobáticos que hacían a
la afición enardecida corear su nombre.
Inició como rudo cuando en su primera lucha bajo la tapa plateada, al
verse superado ampliamente por su adversario El Lobo Negro, pierde los estribos
y recurre a la violencia extrema y a los golpes prohibidos. En un hecho inédito
en México, el réferi lo descalifica causando la impresión del público y sobre
todo la curiosidad y admiración hacia el nuevo rudo. Posteriormente hace el
cambio al bando técnico ganándose aún más el cariño de la afición y
convirtiéndose en ídolo y en ejemplo a seguir por chicos y grandes.
En sus casi cuarenta años de carrera luchística, nunca perdió su máscara
en combate lo cual contribuyó a reforzar su status como personaje de culto y
leyenda del pancracio mundial dando pie a leyendas urbanas como la que decía
que nunca se la quitaba, u otras más piadosas como que en las arenas dejaba
cobrar primero a los luchadores menos conocidos siendo él el último que recibía
suemolumento.
Es de todos sabido que su calidad humana era mayor incluso que su calidad
luchística, la cual demostró siempre a carta cabal con sus compañeros cuando
éstos lo necesitaron. Incluso con los aficionados ya que una anécdota cuenta
que un hombre fue a buscarlo para pedirle que actuara en una función a
beneficio de su esposa quien requería una costosa operación. No solo participó
en el espectáculo sino que aceptó como pago solo una torta y un refresco por su
actuación.
Don
Rodolfo Guzmán Huerta nos dejó físicamente el 5 de Febrero de 1984
dando paso a la leyenda que se encargó de formar. Miles de admiradores
con
lágrimas en los ojos lo acompañaron a su última morada pagando su
homenaje al
héroe de mil batallas, al esposo, al padre de familia, pero sobre todo
al ser
humano. El Santo, personaje inmortal que ha trascendido fronteras en el
espacio
y tiempo, siendo su hijo Jorge, El Hijo del Santo, quien ha continuado
haciendo
crecer este legado en los encordados y fuera de ellos durante estos
treinta años
en los que se atisba ya el surgimiento de la tercera generación de la
leyenda: Santo Jr., y es que la herencia plateada está destinada a
perdurar por toda la
eternidad.
¡¡¡¡Santo!!!! ¡¡¡¡Santo!!!! ¡¡¡¡Santo!!!!
Cortesía: http://columnaclandestina.blogspot.mx y Agente 4-4-2
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