Conocida como "La hija del Santo" al ser la primera mujer que se desplazó alrededor de un cuadrilátero con la cámara en mano, Grobet capturó gran parte de su obra en un espectáculo que le estuvo vedado en su niñez: la lucha libre, destacó el INAH, en un comunicado.
"Me dediqué a la fotografía justo por ser un medio masivo (...), para mí la imagen tiene que ser masiva, para todos, nunca me interesó sacar ni fotos bonitas ni bien hechas, ni los lugares comunes", explicó la artista conceptual y documentalista.
Consciente de que algunos de sus proyectos se convirtieron en motivo de debate, recordó que fue un escándalo la primera vez que fotografió el cuadrilátero; sin embargo, ahí estaba "el verdadero México", por ello permaneció en ese espacio durante tres décadas.
"Muchas veces no supe quién ganaba la lucha, yo iba en busca de imágenes, no de documentación deportiva, así empecé a tomar fotos de la acción, descubrí la doble lucha de las mujeres", quienes en ese tiempo tenían prohibido subirse a un ring, por órdenes del político Ernesto P. Uruchurtu (1906-1997).
Grobet, quien sostiene que la lucha tiene su propia coreografía, tuvo como principales influencias al pintor Gilberto Aceves Navarro, al escultor Mathias Goeritz (1915-1990) y al luchador Rodolfo Guzmán Huerta, conocido como "El Santo" (1917-1984).
De Goeritz aprendió a divertirse, Aceves Navarro le dio libertad de expresión y de "El Santo" obtuvo una lección de generosidad, ya que "él era consciente que se debía a su público y después de hacer una toma tras otra para una película, nunca negó un autógrafo".
Las décadas de trabajo que vivió en la arena fueron recogidas en el libro "Espectacular de lucha libre", una publicación agotada en sus distintas ediciones.
El paso a la era digital le permitió a la fotógrafa recuperar y recrear trabajos previos como algunas instalaciones, crear proyectos como el documental "Bering. Equilibrio y resistencia", el cual muestra a los habitantes de este confín territorial.
Además, actualmente trabaja en un segundo documental sobre los pobladores de la isla grande de Diómedes, quienes fueron desplazados a Siberia.
Finalmente, Lourdes Grobet, quien formó parte de la llamada "primera generación multimedia" en el país, dijo no creer poder estar en Bering 30 años como lo estuvo en la lucha libre, "pero lo que me quede de fuerza física estaré en Bering".
NTX/CRS/MAG
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