Estimados lectores de El Gráfico: Espero que hayan pasado una feliz Navidad y que este próximo 2017 sea un año de grandes oportunidades, éxito y proyectos realizados.
Todo tiene solución, menos la muerte y en este 2016 tal vez se fue algún familiar entrañable o algún querido compañero de profesión como los míos: Johnny Lezcano, Kato Kung Lee; Sergio Aguirre, Cinta de Oro; Balam, Manuel Mocho Cota y su hijo Zayko.
El maestro que partió fue Chucho Villa, El Resucitado, así como personalidades del deporte, la música, la cultura y la historia. Entre ellos están el inolvidable Muhammad Ali, David Bowie, Umberto Eco, nuestro admirado Juan Gabriel, George Michael y el líder de la revolución cubana, Fidel Castro.
Yo creo mucho en los ciclos de la vida, lo cual se basa en la teoría de Rudolph Steiner, el gran maestro de la Antroposofía, que es el camino del conocimiento que conduce a lo espiritual en el ser humano y en el universo.
Los ciclos de siete años continúan durante toda la vida y son de la mayor importancia para los médicos, profesores, psiquiatras y las ciencias sociales.
En mi experiencia, y según mi percepción, en el año 2009, cuando nuestro país se vio invadido por el virus H1N1, enfermedad infecciosa y contagiosa conocida también como Influenza, muchos negocios, proyectos, empresas y personas en general vivimos una situación sumamente crítica.
A mí me pospusieron una serie de presentaciones y luchas ya confirmadas, también muchos de mis proyectos se retrasaron, otros se cancelaron definitivamente y en general la situación económica de muchos empresarios, comerciantes, promotores de cines, teatros e incluso restaurantes se vieron afectadas.
Los años consecutivos no han sido fáciles para nosotros y aunque afortunadamente hemos salido bien librados de muchos obstáculos que durante siete años llegaron, este ciclo de siete años termina en 2016. Así que con optimismo y una actitud positiva debemos decretar que el próximo 2017 será el inicio de un exitosa etapa en nuestras vidas.
Dejemos a un lado los pensamientos negativos y no nos dejemos llevar por rumores y noticias alarmantes, lo cual no quiere decir que yo pretenda “tapar el sol con un dedo”. ¡Por supuesto que no!
Estoy consciente de que vienen tiempos difíciles, pero lamentándonos no lograremos nada. Acción, mis queridos lectores, acción ante lo que se avecina. Repito: tengan una actitud positiva para que salgamos adelante, porque somos un país fuerte y unidos lograremos lo inimaginable este 2017.
¡Feliz Año Nuevo!
“Cada palabra que pronuncias, positiva o negativa, es un decreto”, dijo Conny Méndez.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
EL HIJO DEL SANTO
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