Este viernes actuaré por primera vez al lado de mi hijo, Santo Jr, en Tijuana; será como si volviera a debutar
Estimados amigos de El Gráfico: Cuando ustedes tengan este periódico en sus manos y estén leyendo esta nota, yo estaré en Tijuana, seguramente inquieto y nervioso por el enorme compromiso de volver al ring.
Para empezar, esta noche me presentaré en Rosarito, la primera sede de mi gira de regreso de este año.
Mañana, sábado 13, subiré al cuadrilátero del Auditorio Fausto Gutiérrez, lugar que durante mis 34 años de carrera me ha dado enormes satisfacciones. La primera de ellas fue en 1983, cuando mi padre se despedía del público de Tijuana vestido de civil y yo hacía mi debut llevando de compañeros al Halcón 78 y Falcón. Si no mal recuerdo, nuestros rivales eran Lobo Rubio, Black Terry y Blue Panther.
Después gané máscaras, cabelleras y campeonatos y ahora este lugar marcará el debut de mi hijo Santo Jr. y no sólo eso, también será la primera vez que luchemos de compañeros en un cuadrilátero, algo que yo no pude realizar junto a mi padre.
El programa original que la empresa The Crash tenía preparado para los aficionados era Dr. Wagner Jr y Ángel Blanco Jr contra Rayman y El Hijo del Santo, mientras que Santo Jr. únicamente se presentaría en una firma de autógrafos. Sin embargo, Dios tiene la última palabra y, por razones que no vale la pena mencionar en este valioso espacio, el Dr. Wagner Jr. no se presentará en esta función, así que la empresa sugirió cambiar el cartel y tanto mi hijo como yo estuvimos de acuerdo.
Con enorme emoción les comparto que este día será una fecha histórica para este deporte y para esta dinastía de plata, al estar en la misma esquina Santo Jr. y El Hijo del Santo enfrentando a Rayman y Ángel Blanco Jr.
Sinceramente ésta es una gran noticia para los aficionados que se darán cita en este auditorio y definitivamente una gran experiencia para mi heredero ante el exigente y conocedor público de Tijuana. Él es un joven que está iniciando , como un día lo hizo su abuelo y después yo.
Obviamente estoy lleno de sentimientos y algunos son encontrados porque siento, como profesional, la emoción de ver a mi continuador, luchísticamente hablando, y estoy agradecido porque Dios nos dará la oportunidad de estar juntos en un cuadrilátero. Pero también estoy preocupado por mi hijo, ya que le esperan grandes rivales que le heredaré, tal como sucedió conmigo y con mi padre. Por eso sé que la tarea no será fácil.
El camino es largo y se hará sólo con el andar de los años y la lona recorrida. Suerte hijo, suerte Santo Jr.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo
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