Siempre se dice que la época de oro de la lucha libre comenzó en 1940, cuando se dio en forma la camada de gladiadores enmascarados.
La etapa de plata inició cuando surgió el primer júnior, pero la era de bronce arrancó hace apenas unos años, con los nietos de esos primeros héroes.
La dinastía más numerosa en los encordados mexicanos es, sin duda, la que arrancó con Shadito Cruz (Juan Alvarado), un hombre que físicamente no era muy alto, pero su conocimiento y manera de gladiar lo llevaron a ser todo un maestro.
Esta situación provocó que sus seis hijos se dedicaran a la lucha con el nombre de Los Brazos. (Brazo de Oro, Brazo, Brazo de Plata, Brazo Cibernético, Súper Brazo y Brazo de Platino). Los tres primeros fueron Los Mosqueteros del Diablo y perdieron su tapa ante Los Villanos en Monterrey.
Pero en una anécdota histórica, en Japón se dio una batalla en relevos australianos en la que los seis Brazos se enfrentaron y los ganadores fueron El Brazo, el de Oro y el de Plata.
Ahora en el ring está la tercera generación, en la que La Máscara, Psycho Clown, Máximo, Goya Kong y El Príncipe Kronoz ya derrochan talento en las diferentes empresas mexicanas y del mudo.
PURA VILLANÍA.
Ray Mendoza fue mejor conocido como El Gran Jefe Dedos Chuecos, un tipo burlón y muy rudo sobre el rombo de batalla, campeón de paso medio y semicompleto, quien rapó al Ángel Blanco, René Guajardo y Dorrel Dixon.
A pesar de que no quería que sus hijos se dedicaran al mundo luchístico, tuvo cinco herederos que fueron conocidos como Los Villanos I, II, III, IV y V, también llamados Las Panteras Rosas o La Dinastía Imperial y que marcaron una época cuando militaban en la llamada Cueva de los Independientes.
La tercera etapa llegó a esta dinastía con los hijos del Villano III, que son El Hijo del Villano III y El Villano III Jr.; además, los vástagos del V, que son Kortiz y Kavin.
PURO GUERRERO.
Salvador Gori Guerrero fue uno de los gladiadores más técnicos en los 40 y 50. Formó la pareja atómica con El Santo y aportó a la lucha un par de llaves que hasta la actualidad se utilizan, como La Gori Special y la famosa llave A caballo, que inmortalizó El Enmascarado de Plata.
A sus cuatro hijos también les agradó el deporte de los costalazos e hicieron una carrera llena de triunfos. Héctor Guerrero, Chavo Guerrero, Mando Guerrero y sobre todo Eddie Guerrero fueron una cuarteta que en México, Japón y Estados Unidos dieron de qué hablar.
Ahora en rings de la WWE, Triple A y lucha Elite está Chavo Guerrero Jr, quien ha tenido rivalidad con Rey Mysterio.
Hablar de Rodolfo Guzmán Huerta es mencionar al gladiador más carismático de la lucha libre, cuando se puso la capucha y el nombre de El Santo. Se convirtió en un icono de la cultura mexicana por sus películas y por sus actuaciones en el ring.
Destapó a Black Shadow, El Espanto y le quitó por primera vez la cabellera al legendario Perro Aguayo. El Enmascarado de Plata le heredó su tapa a El Hijo del Santo, quien supo mantener en alto el nombre de su padre y forjó su propia historia y varios logros.
Entre los más destacados están las máscaras de Black Shadow Jr, El Espanto Jr, Cuchillo, Silver King, Kato Kung Lee, Súper Parka, Príncipe Island, Dr. Cerebro y Scorpio Jr.
Además, las cabelleras de Negro Casas, Eddie Guerrero, Brazo de Oro, Mano Negra, Black Terry, El Dandy, Nicho el Millonario, Misterioso y El famoso Scorpio Jr.
En este momento la tercera generación de plata comienza a surgir, cuando El Santo Jr, heredero de El Hijo del Santo y quien lucha con el nombre de Tempestad, debute.
CASAS GRANDES.
En su época de luchador Pepe Casas también fue conocido como El Caramelo Casas, gladiador técnico que obtuvo los grandes secretos de los encordados y su carácter y fuerza fueron heredados por un clan que ya ha hecho historia en el ring.
Sus hijos son: Negro Casas, Canelo Casas (Heavy Metal) y El Felino. El primero fue un icono independiente, quien en el Toreo de Cuatro Caminos y en la Arena México demostró que es uno de los más tozudos gladiadores y su cabellera una de las más cotizadas.
Heavy Metal, el rockero del ring, dio mucho de qué hablar en Triple A, se convirtió en uno los rudos por excelencia, a tal grado, de que estuvo cerca de jugarse su cabellera ante El Hijo del Santo e inclusive estuvo entre los mejores de la AAA.
Felino fue conocido como el luchador más rápido del CMLL. Fue el primer ganador del torneo Cibernético, en el que él solo acabó con sus cinco rivales, pero fue destapado por La Sombra en la México .
Los encargados de seguir esa leyenda son sus hijos Tiger y Puma, ante conocidos como Tiger Kid y Puma King. Este último ya tiene dos tapas en sus vitrinas, como son las de Arissma y Rey Cometa.
Dr. Wagner Jr y El Ángel Blanco Jr fueron parte de la Ola Blanca junto con El Solitario, los dos primeros fueron dos tipos imponentes en el cuadrilátero, multicampeones y paradójicamente perdieron la tapa con su compañero El Soli y esa cuenta está pendiente.
Ellos dejaron la responsabilidad en sus Júniors. El Dr Wagner Jr. fue un hombre rudo con los independientes, pero en el CMLL un ídolo taquillero. En Triple A es un gladiador universal y muy querido. Su hermano es Silver King, quien perdió la máscara muy joven, pero su historial está lleno de triunfos y personajes hasta la fecha.
El tercero de esa dinastía es El Hijo de Dr Wagner Jr, quien empieza hacer su historia.
El Ángel Blanco Jr. es un gladiador acostumbrado a ser campeón semicopmpleto. Perdió su tapa hace unos años con El Hijo del Santo..
En una batalla de relevos increíbles tuvo que destapar a Horuz (su sobrino), quien es parte de la tercera generación de la familia de Alas.
RAYOS Y CENTELLAS.
El Rayo de Jalisco fue un gladiador innovador en los 60. Su capucha negra partida por un rayo blanco fue la sensación. Tuvo una carrera longeva, pero un final muy malo, pues perdió la tapa con Blue Demon en Monterrey.
Maxi Linares, su nombre de pila, le dio la responsabilidad a El Rayo de Jalisco Jr, quien destapó a Cien Caras.
Ahora Rayman y Saruman, nietos de El Rayo, son los que escriben sus historias.
La era de bronce
Cortesía: http://www.elgrafico.mx y Antonio Esquivel Bernal
No hay comentarios:
Publicar un comentario