El hijo de la leyenda recuerda un momento histórico en la televisión mexicana
Como todos los Viernes, le doy las gracias a mi gran amiga y colaboradora, la Dra. Janeth Peñafiel, por enviarme la columna de nuestro común amigo, El Hijo del Santo.
El pasado martes 26 de enero se cumplieron 32 años del polémico acontecimiento que se suscitó cuando
mi padre se levantó la máscara y mostró por un par de segundos su
rostro ante las cámaras del programa Contra Punto con el tema “La lucha
libre, circo, maroma, teatro o deporte”, bajo la conducción del
licenciado Jacobo Zabludovsky (qepd).
Y digo polémico porque El Santo jamás se quitó la máscara, tampoco fue conocido y mucho menos se terminó su mito, como en su momento dijeron al aire en un reportaje en el noticiero 24 Horas que se transmitió ese mismo día 26 de enero.
Esa noche, mi papá se sintió profundamente decepcionado y a la vez
muy enojado cuando vio aparecer su rostro congelado por casi un minuto
en la pantalla,
por esa razón se comunicó inmediatamente vía telefónica al noticiario y
pidió que su llamada saliera al aire para aclarar que ¡él nunca se
había quitado la máscara!
Sólo nosotros (su familia),
supimos del dolor y el coraje que le causó este hecho que lo destrozó
moralmente y del que se arrepintió los pocos días que le quedaron de
vida, ya que casualmente murió una semana después, el domingo 5 de
febrero.
Haciendo un poco de historia les platicaré que Santo, El Enmascarado
de Plata, desde su debut el 26 de julio de 1942, logró que el público
creara a su alrededor una y mil historias, convirtiéndolo al paso de los
años en una leyenda viviente repleta de mitos entre los cuales está
aquel que decía que cuando El Santo diera a conocer su rostro moriría.
De ser cierto esto, mi padre hubiera muerto el mes de agosto de 1982,
cuando mostró por vez primera parte de su rostro en la televisión
mexicana. Cabe aclarar nuevamente que nunca se quitó la máscara,
únicamente se la levantó mostrando una parte y por segundos (acto muy
distinto).
Esto sucedió en el programa matutino Hoy Mismo, conducido por el
excelente y exitoso periodista Guillermo Ochoa, quien festejó este
hecho, mencionando que por respeto a El Santo, jamás se congelaría la
imagen, ya que si su rostro iba a ser conocido por el público tendría
que ser de manera leal, perdiendo la máscara sobre el ring.
La segunda vez que mi papá se levantó la máscara frente a una cámara
de televisión y manejando el mismo argumento de que no era un hombre
acabado ni ésa la razón de su retiro en el deporte, fue en 1983 en el
programa nocturno En Vivo, conducido por el reconocido periodista y
amigo Ricardo Rocha, quien nos entrevistó a los dos y no daba crédito a
lo que estaba viendo. Él aplaudió el gesto de confianza que tuvo El
Santo al mostrar su rostro por breves segundos ante las cámaras de su
programa y no repitió la imagen y mucho menos la congeló, logrando que
mi padre se sintiera satisfecho y agradecido con él.
¡Lo más valioso es que los que verdaderamente queremos a El Santo, lo queremos ver siempre con su máscara plateada!
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
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