Desde Madrid, El HIjo del Santo recuerda el paso de su padre cuando filmó Santo contra el Doctor Muerte
Deseo agradecer como siempre a mi amiga la Dra. Janeth Peñafiel por enviarme todas las semanas la columna de nustro común amigo El Hijo del Santo, la cual compartimos con todos ustedes...
Estimados amigos
de El Gráfico: Hoy les escribo desde mi habitación en el legendario
Hotel Ritz, inaugurado por el Rey Alfonso XIII en 1910, cuya
construcción fue supervisada por el hotelero César Ritz y de ahí su
nombre.
Es muy posible que me encuentre hospedado en la misma habitación
que mi padre ocupó cuando vino a filmar a Madrid, ya que este hotel
está ubicado frente al Museo del Prado, lugar en donde El Santo filmó de
1972 a 1973 la película Santo contra el Doctor Muerte, considerada por
él como la mejor en cuanto a la producción de la compañía
Cinematográfica Pelimex y a la dirección de Rafael Romero Marchent.
Esta cinta la hizo acá cuando
se vio en la necesidad de salir al extranjero a filmar por un veto
impuesto por el entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez.
Increíblemente, a El Santo se le prohibió hacer cine
en su país por negarse a mostrar su rostro a la entonces primera dama,
por lo que tuvo que salir a lugares como Puerto Rico, República
Dominicana, Haití y España, en donde rodó varias cintas en coproducción
con estos países.
Estoy convencido de que el estar aquí no es casualidad y quiero
compartir con ustedes mi alegría y entusiasmo, pues hemos tenido una
recepción excelente en esta ciudad gracias a la hospitalidad de Álex de
la Iglesia, de su gran equipo de trabajo y Gerardo Bola Juárez.
Además agradezco la gran recepción que tuvimos en la embajada de
México en Madrid, en donde la embajadora Roberta Lajous y el director
del Instituto de México y Consejero Cultural, Pablo Raphael, nos
recibieron con los brazos abiertos.
También está contemplada la próxima llegada a Madrid del documental
dirigido por Gabriela Obregón, El Hombre detrás de la Máscara, el cual
es un testimonio real de mi vida dentro y fuera del ring.
El largometraje esté esperando la gran oportunidad de ser
proyectado comercialmente en diferentes lugares, por lo pronto fuera de
nuestro país, pues no hemos encontrado buenas propuestas de distribución
comercial.
Me hubiera gustado, desde hace mucho tiempo, que un director
mexicano hubiese llevado mi personaje en plan grande al cine en el
extranjero y, además, con un presupuesto importante, digno de este
personaje mexicano, pero no fue así.
Ahora estoy feliz de la mancuerna El Santo de la Iglesia y confío
absolutamente en el talento y creatividad de este gran director para que
juntos llevemos un pedazo de México al mundo, a través de la máscara de
plata.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo
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