El ídolo volvió y los aficionados se le entregaron de manera impresionante.
El
York Hall de Londres fue testigo del regreso a los encordados del Hijo
del Santo, quien estuvo sin actividad más de año y medio por una lesión
en la médula espinal.
El
Plateado y Cassandro se enfrentaron al Dr. Wagner Jr. y al Ángel Blanco
Jr. en duelo a una caída, en el marco de una función en donde
participaron gladiadores mexicanos, ingleses y brasileños.
El
Enmascarado de Plata lució como si nunca se hubiera ido, realizó sus
clásicas tijeras y sus topes, demostrando que sus facultades están
intactas.
El público se entregó al Plateado de gran forma durante toda la contienda.
Los
técnicos se llevaron una sufrida victoria luego de que el Santo dejó
fuera de combate al Galeno con un tope hacia afuera del ring, mientras
Cassandro eliminaba al Ángel con una cazadora.
"Me sentí excelentemente bien, un poquito nervioso, la gente se entregó padrísimo, coreaban mi nombre.
"Logré
hacer mis movimientos clásicos, mis tijeras de ocho, mis topes, primero
me aventé un tope doble con Cassandro y luego un tope hacia afuera del
ring sobre Wagner", comentó el Plateado a CANCHA vía telefónica.
El
Hijo del Santo no quería despedirse de la lucha libre por una lesión,
siempre manifestó su deseo de regresar por lo menos para realizar una
gira del adiós.
"Fueron
dos meses y medio de entrenar fuertemente para retomar la forma física y
el ritmo sobre el ring, pero estoy feliz de hacer lo que me gusta.
"Los
topes los estoy realizando con un poco de temor, quiero confesar,
porque eso sí puede ser peligroso, el chocar mi cabeza con un cuerpo,
con algo duro; Gaby (Obregón, su esposa) y mi familia estaban un poco
enojados porque los realicé, pero ya arriba del ring oyes que te gritan
'Santo, Santo', en Inglaterra, y pues te gana la emoción, pero estoy
bien, tranquilo, y listo para la siguiente lucha", afirmó el
enmascarado.
El
Santo y el grupo de gladiadores mexicanos que lo acompañan en esta
aventura tendrán otra presentación el viernes y dos más el sábado en el
mismo York Hall de Londres.
Cortesía:: Agencia Reforma
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