Luego de una larga trayectoria sobre el cuadrilátero, Rodríguez aún sube al ring esporádicamente. (Especial)
"Tony" dedica su tiempo a trabajar duro en su vulcanizadora, donde todavía comparte y recuerda sus grandes luchas. (Especial)
Continuando con las semblanzas de luchadores laguneros en los jueves dedicados al pancracio, en esta ocasión presentamos a Tony Rodríguez, un rudo lagunero que ha dedicado 35 años de su vida al pancracio, recolectando grandes satisfacciones y siendo ejemplo e inspiración para jóvenes luchadores laguneros.
Abarca la
carrera del TonRodríguez como luchador profesional.AÑOS
Entrevistado en las instalaciones del negocio que hoy le da de comer, una vulcanizadora, Tony hace una pausa al golpeteo constante hacia las llantas y al forcejeo con las palancas, para charlar acerca de sus inicios en el "deporte de los costalazos", cuando él contaba con solamente 20 años de edad. Criado en el barrio bravo de El Cerro de la Cruz, José Antonio Rodríguez desde niño tuvo fascinación por el mundo de los enmascarados, las llaves y el público enardecido, por lo que un buen día empezó a entrenar "por amor al arte".
SUS INICIOS
"Empecé a entrenar con el señor Halcón Suriano, por iniciativa de El Caballero Halcón, quien era muy mi amigo y él ya entrenaba con su papá, un día me invitó y a mí me gustaba la lucha, pero no encontraba con quién ir, así que cuando me invitó mi amigo, no tuve que pensarlo mucho", contó. "Yo me metí por afición, no por otra cosa, a mí me gustaba mucho la lucha, pero antes de ser profesional fui un luchador olímpico, el señor Halcón Suriano nos preparaba para competencias, luchábamos contra los del pentathlón, contra los militares, escuelas, la PVC, fuimos a Zacatecas, Querétaro, Ciudad de México, ya después de ahí nos pasamos a profesional", recuerda Rodríguez.
EN LA ÉLITE
Tras debutar como profesional, cumplió con el camino obligatorio hasta llegar a las luchas estrella, pero pronto despuntó hasta convertirse en un estelar, ya que 3 años consecutivos fue considerado "Novato del Año", lo que le permitió emprender el camino a alturas mayores: "estuve 8 años en la ciudad de México, en la Empresa Mexicana de Lucha Libre, que hoy es el Consejo Mundial de Lucha Libre, ahí trabajé con los mejores luchadores del país, con todos, puedo nombrar a Blue Demon Junior, El Hijo del Santo, Lobo Rubio, Baby Face, Súper Astro, Atlantis, Fishman, Blue Panther, con todos he luchado, gracias a mi padre Dios que me ha dado eso", cuenta mientras se le ilumina la mirada recordando viejos tiempos.
Fue precisamente durante su estancia en la capital del país cuando llegó a ocultar su identidad y darle vida a otro personaje, pero fue durante un breve lapso, ya que cayó en la cuenta de que eso no era para él: "aquí en Torreón, yo iba a luchar enmascarado, pero un señor promotor, de cuando mi época, el señor Gustavo Castillo, no quiso, dijo que así sin máscara me veía bien y que así quería que luchara, él me puso Tony Rodríguez. Ya después, un tiempo en México sí luché enmascarado como el Espanto Segundo Junior, pero hubo problemas con el personaje y ya no quise luchar así, ya mejor decidí trabajar con mi nombre", confesó.
LUCHA LAGUNERA
La Laguna es semillero de grandes luchadores, pero en base a su experiencia, Tony Rodríguez afirma que se debe renovar la generación de maestros para que sigan surgiendo gladiadores laguneros de calidad: "aquí es una cantera muy grande, de luchadores muy buenos, lo que pasa ahora es que ya no hay maestros, ya los maestros se murieron, si acaso queda uno, pero ya no es activo. No hay maestros, hay instructores, gente que se dedica a entrenar muchachos pero ya no con la calidad y la exigencia de antes, aunque hay instructores muy buenos a los que yo respeto mucho, entre ellos podría hablar de los Andrade en Gómez, quienes enseñan las bases tal y como son, sobre todo les enseñan a sus alumnos el valor que tiene la lucha libre y no los hacen al vapor, hay otras escuelas que a los dos meses hacen a los muchachos ya luchadores, eso no es", sentenció.
Uno de los más grandes orgullos de Tony Rodríguez es el nunca haber perdido la cabellera, a lo largo de sus 35 años de carrera sobre el ring, en cambio ganó máscaras como las de Zarpa Negra, Vector El Guerrero, As Rey y El Demoníaco, además de rapar a Dany Gardenia, Caballero Halcón y El Acuario. Su dominio de la lucha a ras de lona y carisma con los aficionados lo han llevado a luchar en latitudes como Houston, El Paso y Dallas, Texas, así como en ciudad de Panamá. "La lucha libre me dio a ganar mucho dinero, puedo decir que prácticamente todo lo que tengo es gracias a la lucha", afirma el gladiador que apenas ayer celebró 55 años de edad.
Pero entre sus viajes, su trayectoria en México y el dinero que ganó, lo que más atesora es haber cumplido sus sueños: "cuando era niño, mi papá me llevaba a la lucha y me gustaba mucho ver al Halcón Suriano, luego tuve la dicha de luchar con él, en contra y de pareja, además de tener un campeonato que él ostentó mucho tiempo, el campeonato Ligero del Norte, que fue el primer campeonato que obtuve en mi carrera. Después vino el campeonato nacional con Baby Richard, después el campeonato mundial medio con el Negro Casas, luego el campeonato mundial ligero con el Hijo del Santo y así me abrí camino", relató entusiasmado.
Hoy día, Tony Rodríguez está prácticamente retirado de la lucha libre profesional, aunque aparece en algunas exhibiciones de "lucha retro", como la que tiene programada para mañana, donde recibirá un homenaje a su trayectoria, la cual ha tenido éxito en base a consejos que le dieron cuando era joven y que ahora él transmite a las nuevas generaciones de gladiadores: "en la lucha libre hay muchas cosas, pero las más importantes son el ser humilde, ser obediente y estar con la mejor disposición de trabajar, eso te abre muchas puertas, es necesario dejar a un lado la soberbia, en la lucha libre hay reglas, yo no las inventé, yo nomás (sic) las transmito como me las transmitieron a mí", finalizó.
Cortesìa: https://www.elsiglodetorreon.com.mx y AARÓN ARGUIJO GAMIOCHIPI
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