viernes, 3 de febrero de 2017

Lloró el Blanquita


Hace 33 años falleció mi padre, El Santo, pues sufrió un infarto cuando participaba en una obra de teatro








El próximo domingo 5 de febrero se cumplen 33 años de la muerte de mi padre, quien falleció inesperadamente, después de sufrir un infarto al miocardio en la Ciudad de México, en el año de 1984,   en el hospital Mocel. 
Como imaginarán, este fue uno de los días más tristes de mi vida y hasta  hoy lo sigo extrañando,  pues muchas veces me hace falta escuchar sus consejos, abrazarlo con todas mis fuerzas y besar sus ásperas mejillas. 
Cuando mi papá murió era todavía  un hombre demasiado  activo y estaba al pendiente de mí  y de mi carrera profesional. 
Lo que he logrado es gracias a que he seguido paso a paso y al pie de la letra todos y cada uno de sus consejos y recomendaciones, como hombre y como luchador, dentro y fuera del ring.  
Tenía 67 años de edad, estaba físicamente entero y con un aspecto jovial;  aún así, su corazón dejo de latir.
 Sin embargo, hoy, después de tantos años de no estar a su lado,  me siento cada día más orgulloso de él porque al leer sus cartas, sus entrevistas y agendas personales voy descubriendo muchos aspectos e historias desconocidas para mí.
Aprovecho para invitarlos  este próximo 5 de febrero a las 11:30 a “El Jardín de El Santo”, lugar donde se ubica su estatua.  
Este jardín se  ubica  en Jesés Carranza y Gorostiza,  en el barrio de Tepito.
 Ahí acudiremos  para homenajearlo  en su aniversario XXXIII y  hacerle una guardia de honor,  ya que su recuerdo permanece en el corazón de los mexicanos y en mi mente todos los días,  cuando veo sus objetos o me enfundo en mi máscara plateada.     
Cambiando de tema,  quiero felicitar y agradecer a nuestra directora María Félix Escalante y a todo su gran equipo de El Gráfico por invitarme a compartir con ellos la mesa  el pasado miércoles, cuando  pasamos una agradable tarde entre amigos, disfrutando una exquisita comida entre pláticas, anécdotas y risas. 
Y mañana sábado a las 10 de la noche no dejen de ver El minuto que cambió mi destino,  en donde estaré como invitado de Gustavo Adolfo Infante en  Imagen TV.                                                          
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras. 
El Hijo del Santo

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