Sé que a todos ustedes, estimados lectores de El Gráfico, les gusta leer los temas relacionados con la lucha libre; sin embargo, en esta ocasión es importante platicarles de otra lucha, la que combate el cáncer de mama.
A todas mis lectoras les pido seriamente que no tengan miedo de realizarse una mastografía, que es una prueba sumamente eficaz para detectar de forma temprana esta enfermedad.
Este efectivo estudio se realiza a través de una radiografía de la glándula mamaria, que permite notar lesiones no palpables y así diagnosticar oportunamente el padecimiento.
Si no pueden realizarse la mastografía en este momento, es muy recomendable que ustedes mismas se exploren.
Es vital que mensualmente se hagan una autoexploración mamaria, que se observen detenidamente. Acto seguido deben dar un apretón suave de mamas de arriba hacia abajo y de un lado hacia otro. Esta rutina no les toma más de diez minutos y, aunque debe ser incómodo o doloroso para ustedes, vale la pena detectar algún tumor cancerígeno a tiempo.
Se recomienda hacerlo cada mes y 10 días después de la menstruación, cuando las senos están menos sensibles; aquellas mujeres que ya no tengan menstruación deben elegir un día al mes.
La principal razón por la cual muchas mujeres no se realizan estudios, según los expertos, es por el temor a los resultados. El miedo es válido y la manera de vencerlo es la información, pues entre más temprano se detecte la enfermedad los tratamientos pueden ser más efectivos.
Un papel sumamente importante en este delicado tema es el apoyo del sexo masculino. Los hombres debemos acompañar a las mujeres en este proceso, seamos pareja, esposos, padres o hijos; el papel de los varones significa mucho para todas ellas.
Siempre trato de ser congruente con mis palabras y procuro predicar con el ejemplo; por esa razón, desde hace algunos años, me involucré en la campaña social “Favor de tocar” con la Fundación Cimab. Su objetivo es que nosotros motivemos la autoexploración de nuestras mujeres.
Este 2016, las estadísticas indican que los cánceres más comunes son el de seno, pulmón, bronquios, próstata, colon, recto y vejiga.
Así que esta propuesta también es para los hombres, pues somos vulnerables. Al igual que las mujeres, el obstáculo para realizarnos estudios es el miedo.
Este temor me hace recordar a muchos de mis compañeros luchadores, quienes no se realizan exámenes médicos de la columna vertebral por la angustia de que los doctores les diagnostiquen alguna lesión grave y que les digan que es preferible dejar la actividad definitivamente o por un tiempo razonable, tal como me sucedió a mí.
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras.
El Hijo del Santo
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