El
pasado viernes 05 de Febrero se conmemoraron 26 años de la
desaparición física de Rodolfo Guzmán Huerta, nombre que se dió a
conocer ese mismo día ya que la mayoría de los mortales le conocíamos
como EL SANTO, El Enmascarado de Plata.
Debo confesar que cuando niño vivi una infancia plena de súper héroes de varias partes del mundo (especialmente de los Estados Unidos, como gran parte de mis amigos y compañeros de clase de la época) entre los que se encontraban Superman, Batman, El Hombre Araña, El Capitán Maravilla - mi favorito -, pero también habían héroes de otros lados como El Capitán Centella y Fantasmagórico provenientes del Japón. Todos ellos - y unos cuantos más - plenaron mi infancia, pero nunca llegaron a alcanzar el lugar de este personaje que nació en los encordados del cuadríaltero de la lucha libre mexicana. Y para mayor atractivo del mismo, lo podías llevar a tu casa en el formato de historieta (comic) o ir a la función de vermout o matinée para verlo en el cine cada fin de semana. Pero aun más afortunados que nosotros eran los propios mexicanos quienes tenían el privilegio de poderlo ver aparecer en cualquier esquina comprando la prensa o tomándose un café. Por que a diferencia de los otros personajes antes mencionados, El Santo era real. Había una persona que portaba una licencia de conducir con una foto del rostro enmascarado. Era genial.
Visito mi país - Venezuela - por allá por 1977 cuando sus foto-historietas se convirtieron en un gran éxito de ventas. Lo pude ver en la televisión en aquel programa sabatino de RCTV llamado "Feria de la Alegría" conducido por Henry Altuve y con la compañía de Pedro Montes (disculpe si escuchan un ruido fuerte, mi Cédula de Identidad ha caído estrepitosamente en el piso). Y aparte de poder verlo en el cine, Venevisión transmitió casí todas sus películas en horario de la tarde debido al éxito de las publicaciones.
las revistas del Santo - publicadas desde 1952 en México y el resto de latinoamerica - vieron su fin como producto masivo a principios de los ochenta tanto en su país de origen como en el resto de la región; un breve intento de reimprimirlas tuvo lugar en 1986, pero sólo duro 46 números.
Pero esto no significó el fin del personaje, su estatus de Culto ha llegado a países tan lejanos como Japón y sus admiradores se incrementan año tras año; sus peliculas han sido editadas en DVD por empresas mexicanas y extranjeras; sus comics se pueden conseguir en internet y su legado sigue vigente gracias a los esfuerzos de uno de sus hijos quien lleva honrosamente el nombre que el padre desarrollo por años.
Fueron 52 películas, cuarenta años de participar y ser un ícono querido de la lucha libre mexicana y otros tantos en las páginas de los comics o historietas. Todo esto lo convirtió en la leyenda adorada en diversos puntos del planeta.
El Santo fue uno de los personajes que forjo las fantasias y los deseos de aventuras de muchos niños y adolescentes de la década del 50 hasta la de los 80s y es un fenómeno que debe tener una explicación profunda y bien cimentada, pero yo prefiero irme hacía la más simple era un héroe que podías palpar, era real y sumado a eso era fuerte, amable y siempre en defensa del necesitado.
Debo confesar que cuando niño vivi una infancia plena de súper héroes de varias partes del mundo (especialmente de los Estados Unidos, como gran parte de mis amigos y compañeros de clase de la época) entre los que se encontraban Superman, Batman, El Hombre Araña, El Capitán Maravilla - mi favorito -, pero también habían héroes de otros lados como El Capitán Centella y Fantasmagórico provenientes del Japón. Todos ellos - y unos cuantos más - plenaron mi infancia, pero nunca llegaron a alcanzar el lugar de este personaje que nació en los encordados del cuadríaltero de la lucha libre mexicana. Y para mayor atractivo del mismo, lo podías llevar a tu casa en el formato de historieta (comic) o ir a la función de vermout o matinée para verlo en el cine cada fin de semana. Pero aun más afortunados que nosotros eran los propios mexicanos quienes tenían el privilegio de poderlo ver aparecer en cualquier esquina comprando la prensa o tomándose un café. Por que a diferencia de los otros personajes antes mencionados, El Santo era real. Había una persona que portaba una licencia de conducir con una foto del rostro enmascarado. Era genial.
Visito mi país - Venezuela - por allá por 1977 cuando sus foto-historietas se convirtieron en un gran éxito de ventas. Lo pude ver en la televisión en aquel programa sabatino de RCTV llamado "Feria de la Alegría" conducido por Henry Altuve y con la compañía de Pedro Montes (disculpe si escuchan un ruido fuerte, mi Cédula de Identidad ha caído estrepitosamente en el piso). Y aparte de poder verlo en el cine, Venevisión transmitió casí todas sus películas en horario de la tarde debido al éxito de las publicaciones.
las revistas del Santo - publicadas desde 1952 en México y el resto de latinoamerica - vieron su fin como producto masivo a principios de los ochenta tanto en su país de origen como en el resto de la región; un breve intento de reimprimirlas tuvo lugar en 1986, pero sólo duro 46 números.
Pero esto no significó el fin del personaje, su estatus de Culto ha llegado a países tan lejanos como Japón y sus admiradores se incrementan año tras año; sus peliculas han sido editadas en DVD por empresas mexicanas y extranjeras; sus comics se pueden conseguir en internet y su legado sigue vigente gracias a los esfuerzos de uno de sus hijos quien lleva honrosamente el nombre que el padre desarrollo por años.
Fueron 52 películas, cuarenta años de participar y ser un ícono querido de la lucha libre mexicana y otros tantos en las páginas de los comics o historietas. Todo esto lo convirtió en la leyenda adorada en diversos puntos del planeta.
El Santo fue uno de los personajes que forjo las fantasias y los deseos de aventuras de muchos niños y adolescentes de la década del 50 hasta la de los 80s y es un fenómeno que debe tener una explicación profunda y bien cimentada, pero yo prefiero irme hacía la más simple era un héroe que podías palpar, era real y sumado a eso era fuerte, amable y siempre en defensa del necesitado.
Una
leyenda que nos pertenece y que sigue viva gracias a la continuación
del personaje por uno de sus hijos, pero mayormente por el nutrido
grupo de admiradores que aumenta año a año.
Damos las gracias a Proyecto Historieta.
Damos las gracias a Proyecto Historieta.
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