jueves, 17 de enero de 2019

Santo, la devoción de los cuadriláteros

Santo, la devoción de los cuadriláteros

La inmortalidad solo la pueden alcanzar ciertas personas, los superhéroes por ejemplo. Santo, El Enmascarado de Plata, es el máximo icono de la cultura pop mexicana, ídolo de multitudes, un gran luchador y actor de cine. Pero el que le dio vida por 40 años, Rodolfo Guzmán Huerta, hizo su lucha por sobresalir en los encordados. Nunca se imaginó los alcances que tendría en todo el mundo.



El 23 de septiembre de 1917 nació Rodolfo Guzmán Huerta en Tulancingo, Hidalgo, fue el quinto hijo de siete que procrearon Jesús Guzmán y Josefina Huerta.
Las versiones de cómo llegaron a la capital del país, concretamente al barrio bravo de Tepito en 1923, son varias, pero hay dos que tomaron fuerza con el correr de los años. La primera de ellas dice que la familia Guzmán arribó a la ahora Ciudad de México para tratar a su madre debido a una inyección mal aplicada que se le había infectado. La otra señala que su padre dejó el negocio de las máquinas de coser para buscar mejores oportunidades en la capital.

LA TRANSFORMACIÓN DE EL SANTO

Rodolfo Guzmán fue habilidoso para los deportes, lo mismo jugaba beisbol que fútbol americano. La situación económica de su familia era precaria y entonces nació su gusto por la lucha libre, tal como le sucedió a tres de sus hermanos: Jesús, mejor conocido como Pantera Negra, y que perdió la vida en un cuadrilátero; Miguel, que dio vida a Black Guzmán, fue campeón de peso medio, y el menor de los Guzmán, Javier, que luchaba como el Jimmy.
Rodolfo se interesó en aprender jiu-jitsu, esto lo hacía en sus ratos libres y cuando salía de trabajar en una empresa de medias para dama; posteriormente entrenó lucha grecorromana y así fue como nació un luchador más en la familia: Rudy Guzmán.

El debut de Rudy Guzmán, afirman las escritoras Ana María Cortés y María Eugenia Martínez en la revista Somos de 1999, en su especial “Superhéroe de Carne y Hueso”, fue el 28 de junio de 1934 en la Arena Peralvillo Cozumel. En ello difiere la Empresa Mundial de Lucha Libre, que hoy conocemos como Consejo Mundial de Lucha Libre, que asegura que el debut fue en 1935, en el Deportivo Islas de la Ciudad de México.
Luego de luchar en las arenas pequeñas del país, Rudy Guzmán llegó a la Arena México en 1936 para debutar como El Hombre Rojo, pero el personaje nunca hizo conexión con el público. Las cosas no le estaban saliendo del todo bien a Rodolfo y entonces se fue a probar suerte con su promotor, Jesús Lomelí, el cual hizo su propia empresa. Ahí le dio vida al Murciélago II, que tampoco fue bien aceptado por los aficionados a la lucha libre.
Santo 6

LO MEJOR ESTABA POR VENIR

La leyenda de plata comenzó gracias a la idea de Jesús Lomelí; luego del fracaso en su propia empresa, decidió darle un nuevo nombre a Rodolfo. Así nació El Santo. El 26 de julio de 1942 fue el debut del Enmascarado de Plata, hay quien dice que en la Arena México, pero también hay versiones que afirman que en la Arena Afición o en la Arena Nacional.
El Santo, que lucía una máscara brillante en plata, rezaba en su esquina antes de salir a luchar, y es que ese era el último tren para alcanzar el éxito como luchador. Entonces le llegó la ayuda divina.
A pesar de inspirar bondad, El Santo era un luchador rudo, y fue precisamente el exceso de maldad lo que le llevó a ser descalificado en su primera contienda; dicha acción lo hizo pensar en dejar de una vez por todas el oficio de la lucha libre, pero don Chucho, su representante y amigo, lo motivó y fue así como empezó la leyenda.
Santo 3

MÁS ALLÁ DE LOS ENCORDADOS

Entre los años 1942 y 1962, El Santo llegó a la cumbre y su popularidad no se quedó en el cuadrilátero, la afición lo elevó al grado de superhéroe. El 3 de septiembre de 1952 José G. Cruz publicó la primera historieta de El Santo, el Enmascarado de Plata. La publicación del luchador se hizo tan exitosa que de un ejemplar a la semana llegó a imprimir 550 mil revistas, tres veces a la semana. Esto catapultó al Santo en todos los aspectos, como luchador, como superhéroe y, en un futuro inmediato, como actor de cine.
Santo 5

DESDE LA TERCERA CUERDA A LA PANTALLA GRANDE

René Cardona, importante productor de cine, invitó al Santo para hacer la película El Enmascarado de Plata pero no llegó a un acuerdo con Rodolfo Guzmán, por lo que el papel fue interpretado por otro luchador: El Médico Asesino. Fue en 1958 cuando entró de lleno al mundo del cine con las películas Santo vs el Cerebro del Mal y Santo contra los Hombres Infernales, ambos largometrajes filmados en Cuba y con un presupuesto extremadamente bajo (el rodaje terminó un día antes de que Fidel Castro entrara en La Habana y declarase la victoria de la revolución cubana). Así, El Santo rodó 52 películas en total.
Santo 2
Alrededor del mundo, las películas del Santo son objeto de estudio, pues los detalles como los vampiros de goma, los cierres en los trajes de los monstruos y los diálogos de sus películas, mismos que fueron criticados hasta el cansancio en su momento, son los que le dieron la etiqueta de cine de culto.

EL NACIMIENTO DE LA LEYENDA DE PLATA

El Santo se encontraba en una lucha ríspida, la tercia estaba completada por Huracán Ramírez y Black Shadow, que enfrentaban a los Misioneros de la Muerte: Negro Navarro, El Signo y El Texano, cuando entonces sufrió un infarto. El Santo regresaba del Olimpo a ser mortal de nuevo.
Se le implantó un marcapasos y los médicos le prohibieron practicar la lucha libre, pero no hizo caso a esa recomendación; por dos años más El Santo siguió arriba del cuadro de batalla.
Fue el 12 de septiembre de 1982 cuando El Santo le dijo adiós a la lucha libre en el famoso Toreo de Cuatro Caminos.
El Perro Aguayo y Los Misioneros de la Muerte se midieron al Solitario, Gori Guerrero, Huracán Ramírez y El Santo. La afición lloró y entre las notas del mariachi, flores y porras le dieron el adiós al luchador.

EL ADIÓS A RODOLFO GUZMÁN

Lo que nadie había imaginado jamás, El Santo estaba a punto de enseñar su rostro. Era el programa Contrapunto, conducido por Jacobo Zabludovsky, en enero de 1984, El Santo levantó su tapa y dejó ver el rostro de Rodolfo. Fue una imagen que causó impacto entre sus fanáticos. Algo no andaba bien.
Diez días después, el 5 de febrero de 1984, la revista Alarma cabeceó: “Se nos fue El Santo al Cielo”.
Rodolfo Guzmán Huerta había fallecido. El Santo consiguió la inmortalidad.
ESanto 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario