Una estupenda noticia me acaba de notificar mi muy estimado
amigo Carlos Zerpa, la cual comparto con todos ustedes que estaban a la espera al
igual que nosotros de este maravilloso trabajo…
Hola Bruno
Ya conseguí el dinero para pagarle a la imprenta
En un par de meses tendremos el libro del Dragón Chino.
Corregido por Fedosy Santaella, diseñado por Juan Merceron y
editado por "Libros del Fuego".
Y EN ESTA ESQUINA… EL DRAGÓN CHINO
Cuando la Lucha Libre era de verdad - verdad…
Años 50s 60s y 70s.
A la memoria del gran «Dragón Chino», (1921-2002)
Por Carlos Zerpa
Mi historia es sobre el Dragón Chino, para ponerlo en una
altura de héroe, así como lo es El Santo para los mexicanos… Siempre con su
máscara, nunca digo su nombre sin máscara, verán al Dragón Chino como un gran
héroe, con sus luchas con los grandes. Es una historia con su toque de realismo
mágico, para engrandecer al personaje, es crónica pero también literatura… A la
vez hablo del entorno del país y de la Lucha Libre y el Catch as Catch Can de
ese momento, entre los años 60 y 70 y de los luchadores... para sacarlos del
olvido.
Bassil Battah, El Gran Lotario, El Gorila con la dama de las
cadenas, El Gran Jacobo, El Tigrito del Ring, El Dr. Nelson, Henny Awed, Dark
Bufalo, El Chiclayano, Bernardino La Marca, El Gladiador Croata, Blue Demon,
Lotario, El Guanche Canario, El Medico Asesino, Santo el Enmascarado de Plata y
El Dragón Chino con la sustancia peligrosa.
Para escribir sobre este gran luchador, me he basado en muchos recuerdos infantiles y en información fidedigna tomada de archivos, notas de prensa o por comentarios de muchos de sus fanáticos, tomándome muchas libertades y licencias artísticas en la narración de esta «Historia Fabulada». Es así como se narra la Leyenda de un Súper Heroe, la Vida del Gran Dragón Chino.
Este libro trata sobre la Lucha Libre venezolana en sus comienzos, sobre el Catch as Catch Can en Venezuela teniendo como eje central la figura del Dragón Chino, para que las nuevas generaciones lo conozcan y sepan de él, para que no siga en el olvido.
No sé exactamente la fecha en que por primera vez vi la lucha libre; creo que fue en 1960 o en 1961, cuando yo tenía diez u once años de edad. La veía en blanco y negro, en la televisión y, tenía que hacerlo a escondidas porque mis padres me lo prohibían por lo fuerte y ruda que era.
Fue la época de oro de la lucha, y esta lucha era real, con arte y con maña, la lucha libre era de verdad – verdad…
Como la transmitían de noche y a causa de la prohibición paterna, tenía entonces que fingir que me iba a la cama. Luego a escondidas encendía la televisión, como si estuviese viendo pornografía.
Era fascinante... Los rudos y los buenos, los héroes y los villanos, las luchas de máscara contra cabellera, máscara contra máscara, las batallas cámpales, la lucha de relevos y sus llaves: “la doble Nelson” (del Dr. Nelson), los múltiples golpes de puño muy cortitos del Tigrito del Ring; “la patada voladora, el piquete a los ojos, la palanca al brazo, la puesta de espaldas, el cangrejo”...
Estos gladiadores se golpeaban muy fuerte y sangraban de verdad, verdad. Admiraba a estos gladiadores, todos ellos estupendos atletas, excelentes acróbatas y magníficos actores; ellos eran mis héroes…
Carlos Zerpa
Este libro trata sobre la Lucha Libre venezolana en sus comienzos, sobre el Catch as Catch Can en Venezuela teniendo como eje central la figura del Dragón Chino, para que las nuevas generaciones lo conozcan y sepan de él, para que no siga en el olvido.
No sé exactamente la fecha en que por primera vez vi la lucha libre; creo que fue en 1960 o en 1961, cuando yo tenía diez u once años de edad. La veía en blanco y negro, en la televisión y, tenía que hacerlo a escondidas porque mis padres me lo prohibían por lo fuerte y ruda que era.
Fue la época de oro de la lucha, y esta lucha era real, con arte y con maña, la lucha libre era de verdad – verdad…
Como la transmitían de noche y a causa de la prohibición paterna, tenía entonces que fingir que me iba a la cama. Luego a escondidas encendía la televisión, como si estuviese viendo pornografía.
Era fascinante... Los rudos y los buenos, los héroes y los villanos, las luchas de máscara contra cabellera, máscara contra máscara, las batallas cámpales, la lucha de relevos y sus llaves: “la doble Nelson” (del Dr. Nelson), los múltiples golpes de puño muy cortitos del Tigrito del Ring; “la patada voladora, el piquete a los ojos, la palanca al brazo, la puesta de espaldas, el cangrejo”...
Estos gladiadores se golpeaban muy fuerte y sangraban de verdad, verdad. Admiraba a estos gladiadores, todos ellos estupendos atletas, excelentes acróbatas y magníficos actores; ellos eran mis héroes…
Carlos Zerpa
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