Lucha libre, tradición que se mantiene viva
Cuando se habla de lucha libre es fácil recordar a los grandes personajes de este deporte que le han dado vida a una cultura mexicana que ha traspasado fronteras, siendo un espectáculo de talento, destreza y folklore.
Existen diferentes teorías sobre el origen de la lucha libre mexicana, según los historiadores existen datos que nos remontan a 300 años, donde los Olmecas realizaban rituales de lucha en la que se aplicaban llaves y su vestimenta incluía máscaras hechas a base de piel de animal, adornadas con diversas pinturas y estilos, hay quienes señalan que fue en 1863 durante la intervención francesa que llegó este espectáculo a México.
Los expertos del “pancracio”, se la acreditan a Salvador Luttherot, llamado “El Padre de la Lucha Libre”, pues en 1933 fundó la empresa Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), que se mantiene como la de mayor nivel de competencia.
En la década de 1950 aparecieron en México quienes hoy en día se consideran las leyendas de la lucha libre profesional: El Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, El Cavernario Galindo, el Rayo de Jalisco y Huracán Ramírez, entre muchos otros.
Desde sus inicios ha sido parte de las opciones de entretenimiento de las familias mexicanas, la época de oro de este deporte surgió en las tradicionales Arena Coliseo y Arena México en la capital del país, los combates eran básicamente a ras de lona, sin tanta espectacularidad, pero con mucha técnica, su aceptación fue tal que las grandes empresas cinematográficas no dudaron en llevar a la pantalla grande a los ídolos del momento.
Los primeros luchadores en figurar en el cine fueron El Santo y Blue Demon, principalmente El Santo, quien actuó en muchas películas, todas ellas con su nombre en el título: “El Santo contra las momias de Guanajuato”, quizás es una de las cintas más famosas.
La lucha libre mexicana está caracterizada por sus estilos de sumisiones rápidas y acrobacias elevadas, así como peligrosos saltos fuera del ring; gran parte de estos movimientos han sido adoptados fuera de México.
Como parte de su evolución, las empresas promotoras comenzaron a buscar y desarrollar estrategias para atraer más aficionados a los eventos, fue a principios de la década de 1990 cuando se optó por implementar espectáculos de luz y sonido.
Fue en esta etapa donde surgieron luchadores con su espectacularidad y lances, como; “Octagón”, “Máscara Sagrada”, “Cibernético” y muchos más.
Fue en esta etapa donde surgieron luchadores con su espectacularidad y lances, como; “Octagón”, “Máscara Sagrada”, “Cibernético” y muchos más.
También empezaron a realizarse más combates femeninos y de “miniestrellas”.
Esta acción provocó entre los aficionados una división de opiniones sobre este tipo de combates espectaculares.
Esta acción provocó entre los aficionados una división de opiniones sobre este tipo de combates espectaculares.
Algunos piensan que ayudan a promover este espectáculo, por sus diferentes matices del combate, mientras que, otros opinan que sólo son una falta de respeto para el deporte de la lucha libre tradicional.
Cortesía: http://www.cambio16.gob.mx/
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