Saltillo, Coahuila.- El Santo es un ícono mexicano y a la vez uno de los mitos modernos de la cultura popular que conforma el imaginario nacional. A 100 años de su nacimiento, la Secretaría de Cultura del Estado (Sec) ofrecerá un día especial para homenajearlo, así lo dio a conocer José Luis Rodríguez Sena, director de Desarrollo Cultural, en un acercamiento con los medios.
Para conocer un poco más sobre la importancia cultural de la figura del Enmascarado de Plata, Zócalo habló con Rogelio Flores, quien ofrecerá la charla El Cine de Luchadores, el día de la conmemoración.
“Si bien El Santo ya tenía su imagen, es a partir desde su aparición en el cine que comienza a ser este icono que representa la protección. En sus películas, El Santo protege a niños, mujeres y ancianos. Vestir la máscara plateada lo convierte en la representación del héroe bondadoso para el pueblo mexicano
“En sus orígenes El Santo era un luchador rudo, aquí hay una yuxtaposición sobre la paradoja del personaje, en donde el símbolo de la bondad recae sobre el nombre mismo. El hecho de que se considerara al Santo como un hombre bueno por el nombre es una metáfora, al igual que el uso de la máscara para ocultar esta rudeza. Esto fue en su primera etapa”, comentó el también guionista.
BAJO LA MÁSCARA
Para Flores, la metáfora principal de El Santo, recae en el símbolo de la máscara, la cual ofrece distintas capacidades representativas a quien la viste. El Santo, a través de su nombre y máscara, se convierte en un ejemplo nato de la bondad.
“En el momento en el que El Santo se transforma en un luchador técnico se convierte en un guía. Aquí deviene de nuevo la idea de la máscara, a la cual se le confiere capacidades místicas, para cubrir el misterio.
“Con las tradiciones ancestrales sobre la máscara, se puede decir que esta, al envolver a un hombre, a un ser carnal, convierte a este hombre en una especie de dios; en un ser positivo que trasciende más allá”, dijo el profesor universitario.
“En este sentido, puede decirse que El Santo es una especie de mito. Pues aunque conocemos el nombre de la persona bajo la máscara, se crearon miles de historias en torno a él, como que hacía todo con la máscara puesta”, añadió .
Más allá de la figura icónica de un héroe que protege, las películas de El Santo fueron un apoyo y un sostén para la producción cinematográfica mexicana de la época. Además de ser los creadores de todo un género que, aún hoy, sigue presente en el imaginario popular nacional y es un referente de México ante el mundo.
“En el México del momento en que aparecieron estas películas, El Santo era el superhéroe nacional. Su fama llegaba a tal grado que se hacían filas en las tiendas donde se hacían las máscaras de los luchadores. También en el ambiente cinematográfico, El Santo como personaje fue un parte aguas pues creó el cine de luchadores. Este se desprende del cine de arrabal que se hizo durante la década anterior y que estaba terminándose.
“Otro de los aspectos relevantes del género de luchadores era que fomentaron una explosión económica del cine mexicano nuevamente. A raíz del éxito que cosechaban en taquilla estas películas, podía darse dinero para la producción de otras obras, al impulso de directores, y muchas veces representaban la supervivencia de las mismas casas productoras. Es increíble cómo estas películas hechas con poco dinero, porque eran muy baratas, tenían esta capacidad de sostener un medio como el cine de esa época en todos sus matices”, puntualizó.
Cortesía: http://www.zocalo.com.mx/ y Christian García