sábado, 18 de octubre de 2014

Luces, cámara, acción

El Hijo de El Santo saltó al cuadrilátero del séptimo arte para compartir detalles de la leyenda de la lucha de nuestro país en el viejo continente 
 
 
Queridos amigos, es muy grato para mí escribirles desde la bella ciudad de París, lugar en el que se realizó el Festival de Cine Mexicano  Viva México, del 7 al 14 de octubre,  en donde tuvimos el honor de presentar el documental El hombre detrás de la máscara, producido y dirigido por Gabriela Obregón e IMCINE.
 
Este  largometraje alternó  con otros documentales y películas,  como Elevador, Guten Tag Ramón, No se aceptan devoluciones  y González, entre otras producciones más.
 
Fue muy grato sentir el apoyo y cariño de todos los actores, productores y directores mexicanos que estuvieron allá. Lo más gratificante y enriquecedor  fue sentir la unión que podemos tener los mexicanos cuando nos lo proponemos.
 
En esta ocasión todo ocurrió en apoyo a nuestro cine, en un país en donde las realizaciones cinematográficas son de un excelente nivel mundial, con una selección hecha por Jean-Christophe Berjon, agregado audiovisual de la embajada de Francia en México.
 
Considero que es importante compartir esta unión con ustedes, estimados lectores, porque es una cualidad que no podemos perder los mexicanos en ninguna situación o escenario.  
 
También sentí el apoyo de una gran cantidad de paisanos que radican en este país, muchos jóvenes estudiantes que han emigrado en busca de nuevas o mejores oportunidades de vida. 
 
La gran mayoría hablan francés  y siguen estudiando para dominar el idioma y trabajar con el  apoyo de nuestra embajada en París en este tipo de eventos culturales. 
 
Este festival de cine es organizado por un sólido equipo de mujeres formado por Bárbara Carroll de Obeso, Clémence Vazard y Julia Villaseñor,  quienes  de manera voluntaria brindan su tiempo y trabajo para enaltecer a nuestro país. 
 
También vi con agrado que al término de las dos proyecciones de nuestro documental, una considerable cantidad de hombres y mujeres mexicanos que están casados con ciudadanos franceses y que tienen hijos ya con la doble nacionalidad les inculcan nuestras costumbres y tradiciones, como es conocer y admirar al más grande ídolo de la lucha libre nacional:  El Santo.
 
El Hijo del Santo

No hay comentarios:

Publicar un comentario