jueves, 31 de enero de 2019

Antonio H Martínez, un creador con historia

Antonio H Martínez, un creador con historia
Don Antonio, no solo creó la máscara sino también fué un fabricante de zapatos para luchador




La primera máscara en el mundo para la lucha libre fue creada y diseñada por el señor Antonio H Martínez, originario de León, Guanajuato, que por su pasión por la piel y el cuadrilátero lo llevaron a formar parte de la gran historia que tiene este deporte en el país.
Don Antonio era experto en tratar el cuero para hacer calzado y fue así como decidió probar su suerte en la Ciudad de México. Tras laborar en una empresa textil, estableció un taller de calzado donde hacía zapatos deportivos, particularmente para boxeadores.
De acuerdo con el portal en internet, corrían los años 30 cuando la lucha libre se había convertido en el deporte favorito de miles de mexicanos. Al igual de muchos de sus conocidos, las piruetas en el aire, la quebradora y la euforia que se siente en el ring, se apoderaron de él.
Pronto se convirtió en un fanático que no faltaba a las funciones. Así consiguió la amistad de un exponente llamado el Charro Aguayo. El joven zapatero lo seguía en sus combates, le cargaba la maleta y lo levantaba cada vez que se caía fuera del ring, de este modo, Aguayo, informado sobre la profesión de su nueva amistad, le pidió unas botas para lucha, pues era común utilizar las de boxeadores.
Sin embargo, las indicaciones del luchador era que tenían que ser mucho más ligeras, de suela delgada, propias de un deportista que se mueve con las puntas de los pies. 
Se convierte en el primer fabricante de botas
Así inició una moda que se convertía en una tradición y en la disciplina. Rápidamente el taller de don Antonio H. Martínez se consolidó como fabricante de las innovadoras botas y se transformó en una referencia obligada para todos los interesados en este deporte.
Las creaciones de Antonio Martínez no terminaron ahí y su influencia en la lucha libre sería más fuerte con el paso de los años.
Su experiencia lo llevó al éxito
En el año de 1933, el luchador Ciclón pidió una capa que le cubriera la cara a modo de antifaz y que le fuera difícil a los luchadores arrebátarsela, Antonio aceptó el reto y tomó una serie de medidas de la cabeza para crearlo, sin embargo, su primer intento por crear el antifaz fracasó y perdió un importante cliente.
Según el relato, don Antonio ya sabía dónde había cometido los errores, por lo que decidió tomar nuevas medidas del cráneo del luchador, 17 en total, que hasta el día de hoy constituye el mejor secreto de la empresa.
Las razones por las que el irlandés regresó fueron porque alrededor del mundo ningún artesano pudo hacer el trabajo del guanajuatense. De hecho, hubo quienes le aseguraron que nadie le podía hacer una careta con esa cualidad. Y no dudó en regresar.
La conclusión del experimento fue una máscara dócil como un guante y cuyo material, la piel, asentaba mejor tras cada función. Lo demás es historia conocida. Las máscaras son uno de los elementos que dan vida a la lucha libre, un deporte y espectáculo arraigado en los gustos del mexicano.
Y así surgieron personajes como el primer luchador mexicano con máscara Murciélago Velázquez, el Santo, entre muchos otros. 
La ciudad le hace homenaje
Mediante el programa “2 de 3 Caídas” por parte del Instituto Municipal de la Juventud, encargado de embellecer el puente del Mariano Escobedo, esquina con Miguel Alemán con la temática de la lucha libre mexicana, se ofrecerá una develación a Antonio H Martínez por su importante aportación a los luchadores y creador de máscaras icónicas como la del Santo y Blue Demon.
Cortesía: https://www.elsoldeleon.com.mx y Alfonso Díaz

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